Santander desafía la crisis de los chips y lo apuesta todo al mundo del automóvil

Ni la escasez de microchips ni las sanciones contra Rusia logran frenar a Banco Santander en su conquista del mercado de financiación de automóviles. La entidad que preside Ana Botín ha reforzado sustancialmente su apuesta por las alianzas con gigantes de la automoción, como Stellantis (resultado de la fusión de PSA, Fiat y Chrysler), el italiano Piaggio o Mitsubishi Motors. Su financiera, Santander Consumer Finance (SCF), es el principal brazo del grupo para profundizar en este negocio, que ya supone más de dos tercios (63% del total exposición bruta) de la actividad de esta filial y pronto empezará a ganar un mayor peso a medida que vayan cristalizando los resultados de los nuevos acuerdos. 

Para monitorizar la crisis y hacer un seguimiento de los problemas con los chips o cadenas de suministros, la entidad está aprovechando el denominado Comité Plata, un equipo que constituyó SCF para seguir de cerca la repercusión de la pandemia sobre sus unidades. Este equipo de vigilancia se reúne habitualmente con una frecuencia mensual con intención de contener cualquier riesgo sobre el negocio. La incertidumbre se incrementa ahora debido al contraataque de Occidente a Rusia, país que se consolida como un importante productor de aluminio, níquel y paladio. Botín ha advertido esta misma semana que las interrupciones del suministro de estos productos podrían agravar a medio plazo la crisis del sector de la automoción. 

Estas circunstancias han desembocado en una demanda creciente en el mercado de vehículos de ocasión, donde Santander Consumer considera que ocupa una posición de liderazgo en el continente europeo. El banco está aumentando la nueva producción en consumo a ritmos del 10%, con incremento de cuota en vehículo nuevo, pero sobre todo en el segmento de vehículos de segunda mano, donde la rentabilidad sobre el capital invertido es mucho mayor. Desde este frente y apoyándose en sus alianzas, el grupo apuntalará su cuota. 

Las interrupciones del suministro podrían agravar la crisis del sector auto, aunque la entidad confía en el negocio de segunda mano, donde la rentabilidad sobre el capital invertido es mayor

SCF acaba de renegociar su acuerdo con Stallantis. El grupo en manos de la familia Agnelli trabajará con Santander como financiera cautiva en los negocios de crédito, leasing financiero y leasing operativo (renting) para particulares -con exclusividad en los dos primeros- para todas las marcas del fabricante de automóviles: Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, Fiat, Fiat Professional, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot, RAM y Vauxhall. Esta alianza engloba siete países europeos, desde Bélgica, España, Francia, Holanda, Italia, hasta Polonia y Portugal.

Solo el mes pasado logró conquistar dos acuerdos extras. Primero fue con el grupo Piaggio, controlado por la familia de Piero Ferrari, que ha convertido al banco en su principal socio global para servicios de financiación minorista en la adquisición de todas sus marcas, como Vespa, Moto Guzzi o Aprilia. En un principio este contrato se implantará en Austria, Bélgica, Países Bajos, Grecia y Reino Unido (donde Piaggio no tiene otra asociación bancaria). El próximo año será cuando podrá ampliarse a Italia, Francia, España y Alemania. La idea es apoyarse también para crecer en Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá y continuar extendiendo el acuerdo. 

Poco después anunció su aventura con Mitsubishi Motors en Estados Unidos. La financiera será el socio preferente de la marca japonesa al otro lado del Atlántico, donde anticipan un enorme éxito debido a la última generación del Mitsubishi Outlander. Pero adicionalmente cuenta con otras alianzas estratégicas en este ámbito. También mantiene una joint venture con Hyundai Capital Services, cuyas relaciones se remontan al verano de 2018. De hecho, a finales del año pasado maniobraron para abrir su primera sucursal de financiación de automóviles de la firma surcoreana y de Kia en Italia.

A su vez, mantiene, entre otros, un noviazgo con Syngelidis para ofrecer servicios de financiación tanto a su red de concesionarios como a sus clientes en Grecia, un grupo que importa y comercializa Peugeot, Citroën y DS a través de más de 80 concesionarios repartidos por todo el territorio griego. En España formalizó el año pasado un acuerdo con la filial española del fabricante de automóviles MG, perteneciente a SAIC Motor (Shanghai Automobile Industry Corporation), para convertirse en su financiera de marca.