Brasil | Santander exprime su gallina de los huevos de oro ante el 'fantasma fiscal'

Banco Santander, sede
Banco Santander, sede
José González

Banco Santander exprime su gallina de los huevos de oro en Brasil ante el 'fantasma fiscal' que representa para el sector financiero la inminente formación de un Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Y es que la entidad que preside Ana Botín ha elevado en 2019 un 64%, hasta 10.800 millones de reales (unos 2.394 millones de euros, según el cambio actual), los dividendos procedentes de su filial en el país sudamericano pese a que el beneficio en ese mercado, el más importante para el grupo cántabro, se ha incrementado en cotas inferiores, en el entorno del 20%, hasta el pasado mes de septiembre.

Estas cifras se conocen después de que el consejo de administración de Santander Brasil aprobase en la tarde del pasado viernes la distribución el próximo 21 de febrero de un dividendo de 6.790 millones de reales (1.508 millones de euros) y el reparto entre los accionistas de otros 1.010 millones de reales (224 millones de euros) en intereses sobre el capital (otra fórmula con la que el banco remunera a sus accionistas). Estos importes, sumados a las cantidades ya satisfechas correspondientes al vigente ejercicio, totalizan los 10.800 millones de reales mencionados anteriormente, cifra que supone un incremento del 64% respecto al capital distribuido en 2018.

Como esta filial está participada al 90% por la matriz española, el grupo se quedará con unos 2.165 millones de euros del mayor dividendo distribuido por Santander Brasil hasta la fecha. Se da la circunstancia de que este reparto se ha aprobado poco antes de la previsible formación de un Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, cuyo programa conjunto prevé un 'peaje fiscal' del 5% para los beneficios cosechados en el extranjero, aunque desde 1974 existe un convenio entre España y Brasil que impide la doble imposición sobre los dividendos repatriados desde este país.

Aún así, Banco Santander ya amenazó en el verano de 2018 sobre la posibilidad de modificar su estructura legal si el Ejecutivo de Pedro Sánchez se decantaba por gravar los dividendos en el extranjero. "El grupo tiene una tasa fiscal del 36%. En algunos mercados como Brasil, supera el 40%. Si sobre los dividendos que traemos de Brasil tenemos un nuevo impuesto en España, no me parece justo", afirmó el consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, en julio del año pasado. Entonces agregó que "esta situación podría llevar a las multinacionales españolas a no ser tan internacionales o a replantearse su estructura legal", si bien el primer banco del país no ha reiterado su advertencia.

Ajuste en el capital

Independientemente de si finalmente Santander, así como otras grandes empresas, debe tributar en España por los beneficios generados en el extranjero, fuentes del banco recuerdan que el director financiero de Santander Brasil, Ángel Santodomingo, dijo durante una presentación con analistas a finales de octubre que el dividendo correspondiente a 2019 podría ser mayor con el objetivo de ajustar el capital de la filial, situado en el  14% CET1, a su objetivo de entre el 12,5%-13% CET1, un nivel de solvencia que el grupo cree adecuado para su operativa en Brasil.

Sea como fuere, son numerosas las empresas que han adelantado este año el reparto de dividendos con el objetivo de sortear el gravamen del 5% que plantean PSOE y Unidas Podemos, una medida que ya se incluyó en los fallidos Presupuestos Generales del Estado correspondientes al ejercicio 2019 -pactados entre ambas formaciones- y que se ratificó ayer en el programa firmado por los líderes de ambos partidos: Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno en funciones, y Pablo Iglesias, secretario general de Podemos.

La introducción del gravamen del 5% sobre el cobro de dividendos de fuente extranjera, eliminado en su día por el Gobierno de Rajoy, se produce en un contexto de necesidad de ingresos fiscales en el marco de una clara desaceleración económica. Como publicó este medio, esta medida es una de las más potentes de todo el 'pack fiscal' ideado por el Ejecutivo socialista, en el que también se incluye un impuesto a las transacciones financieras y una tributación mínima en el Impuesto de Sociedades del 15%, tipo que se ampliará hasta el 18% en el caso de las entidades financieras y las empresas de hidrocarburos.

En los nueve primeros meses de 2019, Santander Brasil, la locomotora del grupo que preside Ana Botín, ha registrado un beneficio de 10.824 millones de reales (2.404 millones de euros), cifra que supera en un 20,4% a las ganancias obtenidas durante los tres primeros trimestres de 2018 y que representa un tercio de las ganancias de Santander en todo el mundo, frente al 15% que aporta el negocio en España, el segundo mercado de la entidad.

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