A expensas de la luz verde del BCE

Santander restaurará el dividendo en efectivo este año en su junta de octubre

Ana Botín ultima un acuerdo para la asamblea de accionistas extraordinaria que se celebrará el mes que viene. El plan es aprobar una retribución en metálico a pagar en 2021 con cargo al presente ejercicio. 

EFE
Santander prepara dividendo en efectivo para el año que viene con cargo a 2020
EFE

Movimientos en Banco Santander. La mayor entidad financiera de España prepara la propuesta de reparto de diviendo en efectivo con cargo a las cuentas de 2020 que presentará ante sus accionistas en la próxima junta general en el mes de octubre, tal y como confirman fuentes financieras. El banco cántabro pondrá sobre la mesa la retribución a los propietarios de sus títulos supeditando la decisión al levantamiento de las restricciones por parte del Banco Central Europeo (BCE) que se prevé para el próximo mes de enero. Este hecho supondría la 'descongelación' de los dividendos por la Covid-19 en las entidades españolas.

Ana Botín propondrá a la junta, además, el pago de un 'scrip dividend' -fórmula para repartir dividendo que no está sujeta a las 'recomendaciones' del supervisor- de 0,10 euros por acción con cargo al ejercicio de 2019. Esta parte de la retribución fue anunciada el pasado mes de julio, a la hora de presentar las cuentas del primer semestre, y permite dar un balón de oxígeno a los accionistas sin interferir en los mandatos de Fráncfort. 

La entidad financiera ya manifestó a la hora de presentar sus cuentas del primer semestre, el pasado mes de julio, su intención de aplicar una política de dividendo 100% en efectivo tan pronto como las condiciones de mercado se normalizasen, siempre y cuando se cumpliese con la recomendación y se contase con las aprobaciones regulatorias pertienentes. Para ello, el banco se reservó entonces hasta seis puntos básicos de capital CET1, una pequeña hucha de cara al fin del ejercicio. 

Esta cantidad, unos 400 millones de euros, fue calculada entonces de acuerdo a las perspectivas macroeconómicas para el resto del ejercicio y la aproximación de los reguladores, tal y como confirmaban desde la propia entidad en julio. A ello podrían ahora sumarse otras cantidades que se 'ahorren' en el segundo semestre pese a las dificultades que están planteando los rebrotes en las últimas semanas. 

Las pérdidas contables de más de 10.0000 millones de euros que presentó a cierre del primer semestre no influyen sobre la capacidad de pago a sus accionistas, pues la entidad calcula el payout -porcentaje del beneficio que se distribuye- sobre el beneficio subyacente, no sobre el atribuido. En este sentido, el balance de la entidad es sólido, ya que en el primer semestre generó unas ganancias subyacentes de 2.000 millones de euros, cifra que esperan repetir de cara a próximos periodos.

El levantamiento de la suspensión del BCE es clave

Santander utilizará el 'scrip dividend' para retribuir a sus accionistas con cargo a 2019, pero esta excepción que ha sabido aprovechar no busca ser una constante en la estrategia de la cántabra. La entidad quiere recuperar como sea el pago en efectivo y tiene la vista fijada en enero como fecha clave para que el BCE levante las 'recomendaciones' que pesan sobre este gesto. En el banco nunca ha gustado el 'café para todos' a la hora de repartir dividendos, por eso han abogado desde el principio por valorar de forma independiente a cada entidad. 

El caso de Santander deja ver las razones para esta petición. La entidad cuenta con una ratio de capital CET1 del 11,84%, es decir, está situada en la parte alta del objetivo que se ha fijado a medio plazo el grupo, entre el 11 y el 12%, por lo que el fin de acumular capital que sostiene el BCE para eliminar el pago se daría por cumplido. Con estas cifras, esperan que de cara al próximo ejercicio, momento en que se haría efectivo el pago del dividendo con cargo a 2020, se hayan levantado las restricciones. 

José Antonio Álvarez señalaba hace poco más de un mes que una recomendación para el conjunto del sector debilitaba, aún más, la situación en bolsa de las entidades financieras, mostrando un claro perjuicio con respecto a otras compañías cuyos supervisores no han hecho lo mismo. "Los inversores hacen sus inversiones en función de los riesgos. Lo que ocurre es que nuestro coste de capital sube y nuestras cotizaciones bajan", decía entonces. Ahora, con esta propuesta que presentará a su junta del próximo mes de octubre, la entidad que preside Ana Botín quiere dar el primer paso hacia la recuperación del dividendo que tan importante es para los accionistas y para la recuperación de la cotización en bolsa.

Mostrar comentarios