Santander suelta lastre hipotecario y vende 1.100 millones a un fondo británico

  • Cabot adquiere al grupo que preside Ana Botín una cartera compuesta por colas hipotecarias, que están consideradas como irrecuperables.
Banco Santander, sede
Banco Santander, sede
José González

Banco Santander sigue soltando lastre inmobiliario. El grupo que preside Ana Botín ha vendido una cartera con un valor nominal de unos 1.100 millones de euros en créditos tóxicos al fondo británico Cabot, según fuentes financieras consultadas por La Información. La operación se enmarca en un proceso de saneamiento habitual en las entidades financieras para limpiar su balance de aquellos préstamos que no se están pagando y que cuesta recuperar.

En esta ocasión, la cartera estaba compuesta principalmente por colas hipotecarias, que son el remanente de aquellos créditos inmobiliarios que falta por cobrar una vez que ya se ha ejecutado la garantía. Como este tipo de créditos está considerado prácticamente como irrecuperable y para no tener que perseguir a los morosos, el banco los empaqueta y se los vende a fondos especializados en el recobro de las deudas, como Cabot, entre otros.

Pese a lo abultado del valor nominal de la cartera lo cierto es que el precio que ha pagado el fondo británico es mucho menor. De hecho, los descuentos en la compra de colas hipotecarias superan el 99%, por lo que el precio de la transacción se ha situado en el entorno de los 10-20 millones de euros, según fuentes financieras.

En función de la calidad de los activos, es decir, de las probabilidades que haya de recuperar el dinero, el precio de venta de los mismos varía. Cuanto más antiguos sean los créditos, más difícil será su recuperación y menor será su precio. Y viceversa. Con el objetivo de saldar las deudas, los fondos acuden a los tribunales una vez agotadas el resto de vías, una práctica que los bancos prefieren evitar.

En cualquier caso, como los créditos están provisionados, computa como plusvalía todos lo que ingrese por los mismos el Santander, que durante los últimos meses se ha mostrado muy activo en la venta de carteras de activos problemáticos, como el proyecto 'Old Trafford' o 'Loeb', comercializada esta última a través de la financiera que comparte con el Grupo PSA, dueño de Peugeot y Citröen.

La primera de las carteras mencionadas consistió en la venta de 145.000 contratos de crédito al consumo y a pymes con un valor nominal de 600 millones de euros al fondo noruego Axactor, que precisamente hace un año se hizo con la mayor cartera de créditos fallidos de Sareb, con un valor de 2.335 millones de euros y que también estaba compuesta principalmente por colas hipotecarias. 

El proyecto 'Loeb', por su parte, se compone de créditos morosos destinados a la compra de vehículos por importe de 100 millones de euros en las que el propio coche actúa como garantía, aunque la intención de los fondos es no tener que ejecutarla en ningún caso. Además, según 'El Confidencial', el grupo que preside Ana Botín estaría estudiando poner en marcha una gran operación a la vuelta del verano para desprenderse de casi todo el ladrillo que tiene el balance, que asciende a unos 12.000 millones al cierre del primer trimestre del ejercicio.

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