Banco Santander limita el riesgo al que está expuesto de manera directa al conflicto ruso sobre Ucrania a apenas 80 millones de euros, según ha declarado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). También ha asegurado que no tiene presencia alguna en los países protagonistas del conflicto. Por ello, descarta cualquier obstáculo en la consecución de sus objetivos financieros para este ejercicio y confirma que cerrará el año de forma exitosa gracias a su diversificación que le proporciona una base "muy sólida" para crecer.
Durante su intervención en la Junta Anual Ordinaria de Accionistas, la presidenta del grupo, Ana Botín, ha remarcado que esta exposición es solo crediticia y ha reiterado que el grupo cumple con todas las restricciones y sanciones impuestas al Kremlin por Occidente: la Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido. Mientras tanto, se compromete a seguir observando estos requerimientos a medida que la situación evolucione. El consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha respaldado este comentario añadiendo que el grupo está reforzando los controles ante posibles amenazas en el ámbito operativo, tanto en ciberseguridad y blanqueo de capitales, a la vez que aplica con rigor las sanciones internacionales y prohibido nuevos negocios con empresas rusas.
El grupo con sede en Boadilla del Monte anunció el pasado mes de febrero sus planes para el ejercicio, que pasan por obtener un crecimiento de los ingresos de alrededor del 5% en euros constantes, una ratio de eficiencia del 45%, un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario por encima del 13% y una ratio de capital CET1 fully loaded del 12%. La entidad también prevé un crecimiento del BPA y en la suma del valor neto contable (TNAV) por acción más el dividendo por acción.
Botín confía plenamente en mantener una alta rentabilidad en América y mejorar la rentabilidad en Europa. La entidad sigue asegurando que su diversificación ha demostrado ser una ventaja competitiva durante la crisis financiera de 2008, durante la de deuda soberana de 2011 y durante la pandemia. El grupo ha subrayado que su beneficio por acción (BPA) ha sido el menos volátil entre sus comparables en los últimos 20 años.
Durante el ejercicio 2021, Banco Santander obtuvo un beneficio ordinario antes de impuestos de 15.260 millones de euros, el más alto de su historia. Las ganancias atribuidas ascendieron a 8.124 millones de euros. Debido a la buena posición contable, la entidad se ha comprometido a remunerar de forma atractiva a sus accionistas. De forma paralela al tradicional dividendo en efectivo, el banco activaba el segundo programa de recompra de acciones por 865 millones de euros hace apenas dos semanas tras finalizar el primero de 841 millones de euros bajo el mandato de Morgan Stanley.
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