Santander: "Nosotros habríamos sacado también nuestra sede de Cataluña"

  • El grupo negocia la venta del TotalBank de Florida, recomprar parte del negocio de WiZink y no ve encaje a la alianza con Allianz.
José Antonio Álvarez, Consejero Delegado del Santander
José Antonio Álvarez, Consejero Delegado del Santander
EFE

El Santander habría seguido el mismo camino que el Sabadell o Caixabank en caso de haber tenido su sede social en Cataluña. Así lo sugirió hoy su consejero delegado, José Antonio Álvarez, señalando que es obligación de los consejos de administración de las compañías “tomar decisiones en función del entorno” buscando “proteger a empleados, accionistas y clientes”. Se remitió al respecto a los comunicados efectuados por las empresas que han tomado tal decisión y que la justifican en esa misión de tratar de dar "más estabilidad a las compañías".

La pregunta, formulada durante la presentación de resultados, fue directa: ¿moverían la sede de tenerla allí? La respuesta indirecta o en tono personal: “Probablemente habríamos seguido procesos racionales igual que han hecho nuestros competidores”, matizando que nunca lo se lo había planteado porque el grupo no ha tenido que enfrentarse ante tal disyuntiva.

El Santander “no contempla”, de hecho, la independencia como un escenario posible ni mover equipos de la región. “Nosotros tenemos presencia en Cataluña y queremos seguir trabajando en Cataluña”, defendió.

Movimientos en depósitos

El banquero reconoció que las tensiones políticas afectan a las decisiones de inversión. “¿Hasta ahora eso es relevante? no”, se interrogó para concluir que el efecto en proyectos y economía dependerá de cuánto tiempo se prolongue. Cualquier potencial impacto en 2017 auguro que será, en cualquier caso, "marginal", porque las “inercias son fuertes” en alusión a la fortaleza de la actividad y PIB. 

El tsunami desatado por el pulso independentista sí ha provocado inquietud, sin embargo, entre clientes bancarios. Álvarez reconoció que el grupo ha recibido transferencias de depósitos en una cuantía “no material”. “Sí hemos apreciado un cierto nerviosismo de clientes y sí ha llegado algo más al banco, pero no solo en Cataluña”.

La principal inquietud para un grupo como el Santander no es tanto el impacto en actividad en Cataluña, donde gestiona el 13% de la cuota de mercado, como el efecto que ocasione en el conjunto de España donde genera el 15% del beneficio. Se trata del tercer mercado después de Brasil -aporta un 26% del resultado atribuido al grupo- y Reino Unido, cuya contribución asciende al 16%.

El grupo liderado por Ana Botín disparó un 10% el beneficio en los primeros nueve meses, hasta 5.077 millones de euros, con la contribución positiva de todos los países salvo Estados Unidos, penalizado por un impacto negativo de 80 millones por la venta de un negocio en Puerto Rico y el daño del huracán, que destrozó un millón de vehículos en el país.

Las cuentas del Santander recogen una partida extraordinaria de 515 millones en provisiones por reestructuración en Alemania, donde se encuentra unificando la red de banca minorista y la de consumo -ha clausulado 100 sucursales redundantes-, y por la del Popular. La integración del sexto banco español tendrá un coste bruto de 1.300 millones -900 millones netos- en el trienio 2017-2019.

La partida correspondiente a este ejercicio, de 300 millones netos, la ha repercutido llevando al Popular a 122 millones en ‘números rojos’ a pesar de la reactivación de su actividad.

El consejero delegado detalló que ha sido capaz de captar 10.000-11.000 millones en depósitos, de los 13.000 millones que el Santander le inyectó el 7 de junio cuando se lo adjudicó. De perder un 28% de los depósito desde el cierre de 2016 hasta esa fecha, el banco ha logrado revertir la tendencia y crece al 19% en captación de ahorros en dichos productos; aunque el crédito continúa a la baja, con descensos, del 3% desde arranque de junio. La franquicia española, sin el Popular, ganaría un 61%, hasta 914 millones.

Tras la adquisición y estabilización -el crédito crece ya desde septiembre-, ahora abordará la integración y revisión de la docena de alianza estratégicas heredadas. Álvarez desveló que han retomado el proyecto de venta del pequeño banco de Florida Totalbank -el Popular llegó casi a firmar un preacuerdo de venta con el chileno BCI, que sigue interesado en la franquicia-.

WiZink, la filial de tarjetas que el Popular comparte con Värder Partners, es susceptible de reformularse, ya que al Santander le interesa recomprar las tarjetas de débido del Popular aunque no tanto el resto de la cartera. También arrojó cierta claridad sobre la joint venture que la entidad adquirida tiene en seguros con Allianz, al subrayar que el Santander cuenta con su propio socio asegurador, el holandés Aegon, dejando entrever que su futuro será disolverla. Para el resto, incluída la que tienen con Targobank en cajeros, indicó que se encuentran bajo análisis con la intención de recomprar los negocios que considere claves o core.

Pasar página del ladrillo en un año

El mayor desafío en la adquisición, desconsolidar la losa de 36.000 millones de euros en valor bruto en activos tóxicos heredados del Popular, lo ha resuelto con la venta del 51% de una cartera de 30.000 millones a Blackstone. Una operación que reducirá el portfolio remanente de inmuebles y cuyo origen es del propio Santander, en 5.900 millones. Busca pasar página también de esta partida a finales de 2018, según apuntó el consejero delegado.

Un horizonte temporal donde el banco podría estar además en situación de mejorar su política de dividendos y remunerar el cupón íntegramente en efectivo. La ventana se abrirá cuando su ratio de capital más exigente alcance el 11% objetivo, hoy penalizado precisamente por cargar con el ladrillo.

El banquero explicó que en la actualidad el grupo reparte el dividendo en tres porciones: un tercio para pago de dividendos, otro para apoyar el crecimiento del negocio crediticio e inversión, y el último para reforzar la solvencia. “Hasta que estemos hacia finales de 2018 en el objetivo del 11% de capital, y a partir de ahí se abre la expectativa de dedicar a mayor crecimiento -del negocio- o a mayor dividendo”, relató.

Mostrar comentarios