Minusvalías en Quasar

Santander aún sufre por Popular: destina 864 millones a la integración del banco

  • La entidad suma un deterioro de 1.491 millones del fondo de comercio de Reino Unido pero abre la puerta a un dividendo extraordinario.
Ana Botín
Ana Botín
SANTANDER - Archivo

La integración de Popular sigue viva en las cuentas de Banco Santander. Durante 2019, y según se detalla en el informe anual de la entidad financiera, los costes de reestructuración relacionados con los procesos de integración y de optimización de las redes comerciales tras la operación de Banco Popular supuso una dotación de 864 millones de euros. A ello hay que sumar las millonarias cifras ya consignadas durante los años anteriores. 

Este hecho complica las previsiones que se manejaban en el banco al principio de la operación de compra por un euro. De hecho, en ese momento la entidad cántabra preveía que el Popular tuviera una aportación positiva al beneficio por acción en 2019

En la última presentación de resultados que se llevó a cabo hace apenas unas semanas, la presidenta de la entidad, Ana Botín, admitió públicamente que no ayudó el momento de compra del Popular, junio de 2017, al no poder anticiparse el escenario futuro de tipos de interés. La situación actual de este indicador ha hecho que se retrase la aportación positiva del Popular hasta, como mínimo, el cierre de este ejercicio, según indicó la propia presidenta. 

En un inicio, la entidad financiera trazó un plan en el que el ahorro de costes previsto tras la integración de Popular se saldaría con la salida de  3.823 trabajadores a jornada completa. En cambio, y en parte debido a la propia situación de los tipos de interés, la entidad ha tenido que lanzar dos Expedientes de Regulación de Empleo (EREs). El primero de ellos, en 2018, afectó a 1.715 empleados. El segundo, hace apenas unos meses, dejó fuera de las oficinas a 3.223 trabajadores.

Minusvalías de 350 millones en Quásar

Pero esta no es la única contingencia a la que ha tenido que hacer frente Banco Santander durante 2019. De acuerdo con el citado informe anual remitido a la CNMV, también ha tenido que salvar minusvalías relacionadas con activos y participaciones inmobiliarias en España, con un impacto neto de 405 millones de euros. 

De ellos, la mayor parte corresponde a Quasar, la sociedad que crearon Santander y Blackstone y que recibió los activos dañados de Popular y la gestora inmobiliaria Aliseda. En concreto, esta firma se ha dejado 350 millones de valor en solo un año, al pasar de 1.701 millones a cierre de 2018 a los 1.351 millones a cierre de diciembre. 

Además, Santander ha llevado a cabo una revisión del fondo de comercio adscrito a la filial británica obteniendo como resultado un deterioro por importe de 1.491 millones de euros, tal y como señala en el propio informe anual de retribuciones de la entidad financiera. 

Posible dividendo extraordinario

Ana Botín incluye en el citado informe anual una carta en la que señala  su confianza en que el capital de la entidad esté cerca del 12% a finales de este año. Por ello, considera que, una vez alcanzado ese objetivo, existe la posibilidad de gratificar a los accionistas con un dividendo extra. "Nos ofrecería flexibilidad estratégica para asignar capital a crecimiento orgánico rentable en nuestros mercados, o devolverlo a nuestros accionistas", explica en la documentación remitida al supervisor.

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