Lo hizo a instancias de UBS

Santander admite que se precipitó al comunicar el fichaje de Andrea Orcel

Bernardini y Renovales han asegurado que UBS solicitó al español informar sobre las negociaciones en curso con el banquero sin todavía conocer si los suizos asumirían el bonus diferido. 

Andrea Orcel
El actual presidente de Unicredit, Andrea Orcel
EFE

Roberto Di Bernardini, el exjefe de recursos humanos del Santander que ha fichado por Danone, y Jaime Pérez Renovales, actual secretario general y del consejo del banco, admiten que el grupo se precipitó al comunicar la contratación finalmente fallida del banquero Andrea Orcel a finales de septiembre de 2018. Ambos añadieron que la comunicación pública se hizo porque así lo pidió UBS, antiguo empleador de Orcel. El banco suizo iba a celebrar su 'Investor Day' a principios de octubre y hubiera resultado incómodo reunirse en este evento con analistas e inversores sin aclarar la carta oferta que ya existía y la consiguiente oportunidad para el que fuera consejero delegado de UBS de incorporarse a la entidad española. 

Este miércoles ha tenido lugar la segunda y última sesión del polémico y mediático juicio bancario desencadenado tras la demanda interpuesta por Andrea Orcel contra Banco Santander después de que el segundo diera marcha atrás a la contratación del primero como 'número dos' de Ana Botín. Tras la declaración de la presidenta de la entidad cántabra el pasado 19 de mayo en calidad de representante de la demandada, la cita de esta semana ha estado protagonizada por los testigos llamados a declarar por las partes. 

Bernardini y Renovales han coincidido en señalar que informar de la negociación con Orcel fue una decisión precipitada porque no sabían ni siquiera si UBS estaba dispuesto a abonar la parte del bonus en diferido que le correspondía al banquero. El que fuera jefe de recursos humanos sentenció en un primer momento que UBS "les presionó" para hacer públicas las conversaciones en curso, si bien posteriormente matizó la expresión y añadió que fue "una petición". Los testigos procedentes del Santander reiteran que hasta finales de noviembre no supieron si el banco suizo iba a pagar ese 'buyout' al completo o solamente una parte, si bien daban por hecho que no tendrían que afrontarlo en solitario. 

Esta afirmación contrasta radicalmente con la declaración del presidente de UBS, Axel Weber, y del jefe de recompensas del banco suizo, Mark Shelton, que a través de una videoconferencia aseguraron que el grupo con sede en Boadilla del Monte sabía desde el primer momento que su política de remuneraciones establece que si un ejecutivo se va de forma voluntaria pierde el derecho a percibir las retribuciones diferidas. Precisamente en este sentido, Weber indicó que el 18 y 24 de septiembre de 2018 le trasladaron al Santander su opinión de forma muy clara, lo que incluso constaría en acta. "Somos muy estrictos a la hora de aplicar nuestras normas", deslizó. Según su declaración, no hubo ninguna discusión sobre el pago de la remuneración en diferido.  

Ese 24 de septiembre también se le comunicaría al ejecutivo que tendría que 'aguantar' en el banco durante seis meses, hasta marzo de 2019, en virtud del 'gardening leave', un periodo transitorio hasta que se incorporara en Santander. El banco español anunció el fichaje al día siguiente, el 25 de septiembre. Una semana antes, las llamadas entre Botín y el presidente de UBS fueron reiteradas. En ellas se hablaba ya de que este iba a ser un tema mediático que se iba a seguir con mucho escrutinio por parte de periodistas y reguladores. 

Botín y Weber daban por hecho que este fichaje se convertiría en un tema mediático que se iba a seguir con mucho escrutinio

La cuestión es que el grupo español asegura que Orcel se comprometió a negociar con los suizos. En definitiva, Santander sostiene que en la carta oferta solamente se hablaba de una cantidad máxima y de la obligación del ejecutivo de negociar para que UBS asumiera la totalidad del 'buyout', de unos 30 millones de euros, o una cantidad importante de este concepto. "No se detalló la cantidad, esto sería objeto de conversaciones futuras una vez se supiese la opinión de UBS", indicó Bernardini. Weber manifestó que habló mucho con Orcel antes y después de la decisión de este de dimitir de forma voluntaria, pero en todas esas conversaciones solo se discutiría sobre la transición al otro banco y cómo se iba a facilitar, no sobre la retribución. 

Los testigos de la parte demandada insistieron en que Orcel sí que se había comprometido a mediar para reducir el 'buyout' y que ellos no conocían la clara oposición de los suizos. "Recuerdo que a finales de diciembre de 2018, después de comunicar la decisión a la comisión de retribuciones y al consejo de administración del Santander, Orcel se reunió con Renovales y conmigo para pedirnos ayuda para escribir una carta a UBS con el fin de pedir que aumentara el pago del diferido, incluso si fuera posible hasta el 50%", remarcó el hasta ahora director global de talento del banco. De hecho, ha relatado que ese documento lo preparó un abogado suizo y él mismo se lo entregó personalmente a Orcel para que este lo enviara a UBS. Sin embargo, no sabe si el italiano lo llegó a remitir finalmente. 

Giro de guión... ¿Ha  cobrado Orcel el diferido de UBS?

De la declaración de Shelton se desprende que Orcel habría encubierto el cobro del bonus diferido por parte de UBS a través de una retribución de jubilación completa. El directivo suizo solicitó al abogado del italiano que se le liberara del deber de confidencialidad, que fue admitida. Fue entonces cuando reconoció que el banco de inversión siguió pagando a Orcel la remuneración diferida que tenía devengada. "Orcel ha recibido parte de la retribución diferida", confesó. 

Para sorpresa de la parte demandada, Shelton explicó que la carta de dimisión voluntaria de Orcel se reemplazó por una solicitud de jubilación completa. De este modo, una parte de los 30 millones que reclama al banco los habría recibido ya por parte de UBS, que durante 2020 y 2021 le ha seguido pagando por estos conceptos. La defensa del italiano asegura que esta carta se añadió a la causa el pasado mes de mayo, si bien la del banco español niega que forme parte del expediente. "Ahora, incluso si se falla en favor de que existió un contrato, Santander no tendría que indemnizar a Orcel", indicó el abogado del demandado tras conocer esta información. 

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