Pendientes 34.918,2 millones

Sareb acelera el plan de devolución de deuda ante las restricciones de Bruselas

El 'banco malo' devolverá a las arcas públicas 1.000 millones con cargo a 2021 y prevé dar un empujón mayor durante el ejercicio actual ante el cambio de rumbo monetario y el impacto en las cuentas estatales. 

Javier García del Río
Javier García del Río
Europa Press

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) aviva su programa de amortización de deuda. El 'banco malo' logró cancelar alrededor de 1.000 millones de euros al término de 2021, que se restará de los 34.918,2 millones de euros que todavía tiene pendientes una vez se realicen los distintos ajustes y se cierren las cuentas. En cualquier caso, el acelerón pegado al cierre de ejercicio pasado supone un importante paso si se tiene en cuenta que en 2020 solo devolvió 180 millones de euros y en 2019 unos 713 millones de euros. Para el nuevo año su objetivo es más ambicioso y quiere liquidar parte de este lastre por un importe incluso superior, según fuentes de la entidad pública. 

Sareb surgió en el año 2012 con la idea de retirar más de 200.000 inmuebles tóxicos de las entidades con problemas, fundamentalmente cajas de ahorro. Estos activos se pagaron mediante bonos avalados por el Tesoro por importe de unos 50.781 millones de euros, un precio que más tarde se determinó que estaba sobrevalorado. Aunque durante estos años sus gestores han tratado de ir conteniendo el precio de los activos, la cartera estaba demasiado deteriorada y las pérdidas han ido arrasando en cada venta que se ha ido produciendo.

Sus problemas de caja han venido aflorando desde tiempos pretéritos, pero sobre todo fue en marzo de 2020 cuando el Gobierno tuvo que cambiar el régimen jurídico que le afecta para que pudiera continuar con su labor y no entrara en causa disolución a pesar de que se ha 'comido' todas las aportaciones (capital y deuda subordinada convertible) de las que disponía. Pero no acaba ahí. Lo que más atormenta a la propia entidad y, principalmente, al Gobierno, es el reciente 'toque de corneta' de la agencia europea Eurostat, que ha obligado a cargar dentro del balance público este compromiso, ahogando al Estado con cerca de 35.000 millones de euros en medio de una crisis sanitaria y económica.

El 'toque de corneta' de Eurostat ha sido uno de los motores para acelerar el programa de amortización de deuda, aunque Sareb admite la dificultad para devolverla de forma íntegra

Precisamente este impacto en las cuentas estatales era lo que se quería evitar en el momento de la creación de Sareb. Tras casi una década de recorrido, solamente ha devuelto por el momento 15.863 millones de euros, un 31,2% de los 50.781 millones iniciales. Por ello, el afán de Sareb ahora es recuperar la senda de amortizaciones y pegar el máximo empujón posible durante los próximos años, pues su actividad ahora afecta directamente a las arcas públicas. Sin embargo, aunque está comprometido con realizar el mayor esfuerzo posible, ha reconocido en su último informe anual la imposibilidad de generar flujos de caja suficientes a lo largo del periodo para amortizar de forma íntegra la deuda emitida por la compañía.

Su capacidad dependerá en todo caso de la evolución de numerosas hipótesis, entre las que destaca la de los precios de los activos inmobiliarios a lo largo de cada ejercicio. Ahora tiene la libertad de sobrevivir únicamente de los ingresos generados a través de su actividad ordinaria. Confía en la caja que le generan sus ventas para asumir los gastos de su propia estructura o proveedores y se centrará en vender para ser cada vez más pequeña y llegar así a la recta final para proceder a su liquidación.

La política monetaria también será clave. Hasta ahora los tipos de interés se han mantenido en niveles muy bajos o incluso en negativo, pero la fuerte subida de la inflación en toda Europa está llevando al Banco Central Europeo (BCE) a analizar cuidadosamente una normalización de sus herramientas. El mercado empieza a descontar que el primer movimiento en el precio del dinero podría producirse a finales de 2023, mientras el nuevo presidente del Bundesbank ha apremiado esta semana a Fráncfort para que actúe de una manera más precipitada.

Con intención de maximizar la devolución de las ayudas, Sareb incluso se ha enfrentado contra sus principales acreedores. Esta situación extraordinaria que se ha venido viviendo desde hace ya un tiempo en los mercados de capitales provocó que se cambiara de criterio y, desde 2017, las emisiones de deuda senior permiten generar flujos financieros negativos, pero el 'banco malo' no ha recibido ninguno de los intereses que le corresponde. Por ello, interpuso una demanda declarativa constitutiva de derechos hace apenas dos meses ante los Juzgados de Primera Instancia de Madrid frente a Abanca, CaixaBank, Banco Sabadell, BBVA, Unicaja Banco, Ibercaja y BFA. Pretende así abrir una vía de ingresos adicional que le permita mejorar sus opciones para devolver el dinero público.

Paralelamente a la cancelación de deuda, Sareb continúa refinanciando parte de sus emisiones como es habitual, también conocido como 'rollover'. Precisamente el pasado 31 de diciembre registro dos nuevas, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): una por importe de 10.257,1 millones de euros y otra de 967,1 millones de euros. La primera con fecha de vencimiento en diciembre de 2023 y la segunda al cierre de 2024.

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