Sareb arrebatará a los servicers la gestión de activos por valor de 10.000 millones

  • La sociedad gestora de los activos tóxicos procedentes de la crisis recuperará el control sobre grandes carteras, edificios singulares y servicios.
El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen
El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen

Jaime Echegoyen y su equipo en Sareb continúan dando vueltas a la mejor estrategia para colocar en el mercado al mejor precio posible la cartera de activos tóxicos que las entidades financieras evacuaron con destino al llamado banco malo en lo peor de la crisis. Aparcado de forma definitiva el plan trazado con Goldman Sachs para buscar operaciones de gran volumen como las realizadas por la banca para acelerar el desagüe de estos activos, Sareb ha optado por regresar a una estrategia con la vista puesta en el medio plazo para sacar partido a su cartera.

La idea ahora no es intentar colocar de una tacada una gran cartera a un fondo de inversión ni externalizar en 'servicers' la gestión integral del grueso de sus activos. El nuevo plan es aprovechar lo aprendido hasta ahora para optimizar la gestión del vehículo. Sareb ha concluido que eso pasa por rescatar la gestión de una parte importante del negocio que en su día se transfirió a los 'servicers' y que ahora se entiende que se llevaría de forma más eficaz desde la propia entidad.

El objetivo es retomar el control sobre alrededor de 10.000 millones de euros en activos que hoy se gestionan desde Haya, Altamira, Solvia y Servihabitat -las cuatro firmas de gestión de servicios inmobiliarios a las que Sareb traspasó entre 2014 y 2016 la gestión integral  de 170.000 activos (90.000 préstamos y 80.000 inmuebles)-, lo que supone reducir en una tercera parte el perímetro actual con el que trabajan.

El grueso de esos activos que se quieren recuperar está conformado por las grandes carteras provenientes de los gigantes del 'boom inmobiliario' como Martinsa-Fadesa y por los edificios singulares heredados, segmentos ambos que el equipo de Echegoyen considera que tienen un mercado que se puede explorar con garantías de éxito sin necesidad del auxilio de un tercero que además te cobra por ello.

La primera parada del proceso será el contrato de Sareb con Haya Real Estate -el 'servicer' propiedad del fondo Cerberus- cuyo plazo de renovación vence el próximo mes de junio y que la dirección del banco malo ha decidido ya que no renovará en las actuales condiciones. La vigencia del resto de contratos excede el año, pero según fuentes financieras, la entidad tiene la intención de acelerar su renegociación para testar la posibilidad de renovarlos en otras condiciones.

Según las fuentes consultadas, la intención de Echegoyen no es prescindir de los 'servicer' sino ordenar mejor la gestión de los activos del banco malo, dejando a éstos la gestión de lo que constituye su 'expertise' y asumiendo en la estructura de Sareb aquellos servicios que se pueden prestar de un forma más eficiente y más barata de manera centralizada.

El equipo de Sareb toma los mandos

¿Cómo cambiará este movimiento la relación de Sareb con los 'servicer'? En principio, el planteamiento de la sociedad es dejar en manos de las gestoras la búsqueda de compradores para la cartera de préstamos y una buena parte de la cartera de inmuebles que ya gestionan hoy.

A partir de ese perímetro básico, Sareb retomaría el control sobre determinados servicios más especializados como el mantenimiento de los activos o la gestión de los trámites administrativos o judiciales, que los 'servicers' venían subcontratando con terceros bajo comisión y que el banco malo entiende que puede gestionar o subcontratar de manera directa, sin pagar la factura de los intermediarios.

El plan de Sareb prevé también asumir la gestión de las grandes carteras de activos provenientes de gigantes como Martinsa Fadesa, cuya colocación en el mercado entienden que pueden conducir de forma directa una vez que han consolidado el despliegue de su red territorial; y la de los activos singulares que tiene en su balance, tras el caso de éxito de la operación de restauración del complejo hotelero Hacienda del Álamo en Murcia cuya gestión se adjudicó al Grupo Avintia y que operará bajo la emblemática enseña de Sheraton.

En esta nueva etapa, la sociedad participada por las principales entidades financieras y por el Estado -a través del Frob- planea también centralizar toda su oferta inmobiliaria en su portal para que no aparezca disgregada en los portales de los diferentes 'servicers' que le prestan servicio, y ya ha iniciado la búsqueda de socios para asumir el desarrollo de su cartera de suelo desde la fase de la gestión urbanística para obtener las licencias necesarias para ponerlos en el mercado hasta la fase de promoción de esos terrenos para construir nueva vivienda.

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