​Sareb planea ahora recuperar viviendas y solares para sortear la crisis de la Covid

Movimientos en Sareb. El denominado 'banco malo' tiene una nueva hoja de ruta poco halagüeña, al menos en el corto plazo. La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria da por hecho que las condiciones del mercado harán que las previsiones de recuperabilidad, es decir, las cuantías que se pueden recuperar de lo invertido en su creación, sean cada vez menores. Así lo atestigua su principal accionista, el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), que ostenta una participación del 45,9% en la institución que encabeza Jaime Echegoyen. De hecho, a través de su informe anual, desvela el nuevo plan de negocio que aprobó el consejo de dicha firma a las puertas de la pandemia. Una inversión de 2.200 millones que, por cierto, el FROB da por perdida. 

La nueva hoja de ruta de Sareb consistirá por tanto en mantener la transformación de activos financieros en activos inmobiliarios, es decir, en potenciar las daciones y las ejecuciones de los inmuebles que figuran como garantía de los préstamos o créditos que están bajo su poder. Esta idea de materializar los activos en vez de vender en grandes carteras ya fue esbozada por el propio Echegoyen hace meses, cuando señaló que este tipo de operaciones "no nos compensan".   

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Llevar a cabo esta transformación de activos permitirá contar con un mayor número de viviendas, solares y naves industriales -los tres principales tipos de inmuebles con los que cuenta Sareb-, pero implica la reducción de beneficios en el corto plazo. En cambio, y según su principal accionista, la nueva estrategia que se firmó en marzo pretende la protección del valor de la compañía en el largo plazo en tanto que la recuperación por la vía del colateral resulta "previsiblemente más rentable" que por la de venta de préstamos que, como ya se ha señalado en varias ocasiones, supone ponerlos en el mercado con importantes descuentos. 

Cabe recordar que Sareb heredó los activos de las antiguas cajas de ahorros con problemas tras la crisis a un precio más que elevado. Por ello, y pese a las provisiones que ha ido realizando desde el año 2012, gran parte de ellos siguen sobrevalorados frente al mismo tipo de activos con el que cuenta el sector financiero. Esta diferencia hace que no se pueda poner el mismo precio a sus propiedades que a los de la gran banca, que en los últimos años se ha dedicado a 'limpiar de ladrillo' sus balances. Las entidades financieras han podido aprovechar esta vía para conseguir capital en el mercado y elevar las coberturas, mientras que Sareb tiene cerrado este camino. 

Pero este nuevo plan de negocio de Sareb tuvo que llevar aparejado una actuación del Ejecutivo de Pedro Sánchez para poder salvarse. Solo un día después de que el consejo de administración de la compañía diese luz verde a esta nueva hoja de ruta, el Gobierno lanzó un salvavidas al 'banco malo' para evitar que entrase en causa de disolución por la reducción del patrimonio neto. El Consejo de Ministros aprobó una modificación de la Ley de Reestructuración y Resolución de Entidades de Crédito que permitió a Sareb seguir con la labor que está desarrollando desde 2013 hasta 2027, fecha final de su mandato.

Cero euros. Esa es la cantidad que el máximo accionista de Sareb, el FROB, espera recuperar de su inversión en el denominado 'banco malo'. La institución que preside Jaime Ponce ha dado por perdida a nivel contable la inversión realizada en la firma que capitanea Echegoyen al deteriorar el 100% de su participación. En concreto, el Fondo de Restructuración llevaba años asimilando las pérdidas que podría generar su rescate -por ejemplo, en 2018 se apuntó el deterioro de 382 millones- y en 2019, según indican sus cuentas, se llevó a cabo la última parte. 

En el último ejercicio, el FROB registró provisiones por valor de 168,5 millones de euros, dejando la pérdida en el 100% de la inversión. Según explica esta institución en sus cuentas anuales, esta decisión se tomó al estimar el valor recuperable teniendo en cuenta el nuevo plan de negocio de Sareb "en sus escenarios más conservadores". Con estas perspectivas, Sareb tendrá que hacer frente a un año que, como consecuencia de la irrupción del Covid-19, se plantea movido en el mercado inmobiliario.