Sin fecha oficial

Scytl se resiste y luchará contra Indra por el concurso de las elecciones catalanas

  • La compañía tecnológica busca superar los problemas técnicos vividos en las primarias de Ciudadanos y el preconcurso de acreedores.
Interior tramita de urgencia el contrato para el escrutinio y elegirá entre Indra y el consorcio Scytl-Tecnocom
Interior tramita de urgencia el contrato para el escrutinio y elegirá entre Indra y el consorcio Scytl-Tecnocom
EUROPA PRESS

Scytl atraviesa un momento muy delicado de salud. La compañía tecnológica catalana está al borde del concurso de acreedores, acuciada por una deuda millonaria. Pese a todo, se resiste y acudirá a la licitación pública para encargarse de todo el escrutinio de las elecciones al Parlamento de Cataluña. Lo hará después de que se haya ausentado del mismo proceso para los comicios gallegos, de los que se encargará su archirrival Indra.

El año 2020 será electoral a nivel autonómico. El detonante fue la decisión de Quim Torra de adelantar los comicios en Cataluña ante la fuerte división del equipo de gobierno de coalición de Junts per Catalunya y ERC. Las otras dos comunidades a las que le tocaba votar para elegir sus parlamentos regionales eran Galicia y País Vasco. Ambas las fijaron para el 5 de abril. Tres comicios en un año. Y eso supone también tres contratos para el escrutinio y el envío de los datos de cada uno de ellos. El Gobierno de Nuñez Feijóo en la Xunta ya ha mostrado sus cartas: da a Indra el contrato por casi un millón de euros, con impuestos incluidos. No se trata de grandes cantidades, pero sí se trata de demostraciones de fuerza en la pelea por un sector con muy pocos jugadores.

Este año de urnas en el norte de España le llega a Scytl en un momento especialmente delicado en lo económico. La compañía está inmersa desde finales de diciembre en un preconcurso de acreedores con el que busca llegar a un nuevo acuerdo de refinanciación de su deuda. Una deuda que entre proveedores, entidades de crédito y administraciones públicas supera los 76 millones de euros. En el marco de este proceso busca no sólo ampliar el plazo de amortización, sino también alguna inyección de capital 'in extremis' de sus socios actuales -entre los que se encuentran grandes fondos de Silicon Valley o el vehículo español Nauta Capital- o de otros fondos de inversión internacionales.

A esas duras dificultades económicas hay que añadirle los problemas técnicos vividos en el último año y medio en algunos de los comicios a los que se ha enfrentado. El último, y quizá más destacado, es el de la votación a través de internet para elegir compromisarios para  la Asamblea del próximo mes de marzo de Ciudadanos y para las primaras para elegir candidatos en Galicia y País Vasco. Los fallos informáticos en el proceso desembocaron en un caos que obligó a paralizarlo. La propia compañía asumió la responsabilidad de los desaciertos, que habían causado ralentización para acceder al portal de votación, y lo achacó a un "error humano".

Pese a todo, no se dan por vencidos. Según confirman fuentes conocedoras, su intención es acudir al concurso que la Generalitat de Cataluña inicie para elegir el proveedor que se haga cargo del escrutinio de los votos. No hay fecha aún elegida por el Govern, pues aún no se han aprobado los presupuestos de la comunidad. Las mismas fuentes insisten en que una situación de preconcurso o concurso no sería un impedimento legal para acudir a la licitación. Hay que recordar que Indra se llevó este contrato en las pasadas votaciones, en diciembre de 2017, por 1,17 millones de euros, tras ganar a la propia Scytl y a Ibermática. Ésta última es la que ha ganado de manera sistemática los concursos en el País Vasco, por lo que la tecnológica catalana no tiene previsto acudir allí.

¿Por qué no acudieron a las gallegas? Fuentes conocedoras explican que, precisamente, Indra es un fijo en este contrato y descartaron su participación en el proceso. Es llamativo que su socio tecnológico, la firma Vector, ha tenido que acudir de la mano de Odec, la compañía con sede en Valencia y que dio su apoyo tecnológico a la catalana en los últimos años.

Negociaciones 'in extremis'

Las negociaciones para refinanciar la deuda siguen su curso. Y no lo van a tener sencillo. La razón es, básicamente, porque ya hubo un intento infructuoso en el último trimestre de 2019, según queda reflejado en las cuentas recién presentadas, después de que la tecnológica pidiera árnica al Registro Mercantil para retrasarlas al máximo. El acuerdo, que se daba por hecho, finalmente no se firmó y fue lo que le empujó a iniciar el preconcurso. Incluso había condiciones fijadas: 30% de la deuda con entidades financieras se amortizaría en 14 cuotas, con una carencia a 21 meses; un 40% diferido a cinco años, y el restante 30% se convertía en un préstamo participativo.

En esas cuentas, que sólo se refieren a la sociedad matriz de 'software' y que no incluyen las cifras de otras muchas filiales internacionales que no tienen obligación de consolidar, Scytl declara un volumen de ingresos de apenas 6 millones de euros, pero con unas pérdidas de 8,8 millones, debido a unos gastos de personal de más de 10 millones. La alta dirección se bajó el sueldo de 825.000 a 600.000 euros. La plantilla total se recortó más de un 20%.

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