El sector automovilístico no atraviesa su mejor momento. El problema de los semiconductores y la escasez de chips se ha convertido en una pesadilla para compañías como Seat, que estiman en 100.000 unidades menos la cantidad de coches que dejarán de producir a finales de año debido a las circunstancias. Así lo ha reconocido el presidente del comité de Seat y miembro del Consejo de Supervisión del Grupo Volkswagen, Matías Carnero, en una entrevista a EFE, en la que cifra en 80.000 la reducción de unidades con respecto al ejercicio pasado por estas fechas.
Carnero repasa los retos que afronta la compañía con sede en Martorell (Barcelona), como la transición hacia el coche eléctrico o los obstáculos que encuentra en el camino, como la falta de chips -que afecta a toda la industria automovilística- y el lento despegue del mercado de eléctricos. Así, alerta del impacto que tendrá en el empleo "la tormenta perfecta" que se cierne sobre la firma de automoción y pide ayuda a Gobierno y Generalitat para frenar la pérdida de puestos de trabajo. Además, el representante de los trabajadores de Seat recela de los planes del Grupo Volkswagen, al que pertenece la marca, después de que el consejero delegado del consorcio, Herbert Diess, planteara hace unas semanas que la transición eléctrica podría costar unos 30.000 empleos. Aunque da por hecho que la mayoría de estos empleos se eliminarían en Alemania, Carnero ha advertido de que la transición al coche eléctrico tendrá "sí o sí" un coste de empleo también en España y, en concreto, en Seat, que da trabajo en la actualidad a unas 15.000 personas. "Tenemos sobre nosotros una tormenta perfecta que puede servir para justificar la reducción de empleo en Seat", advierte.
Ante este escenario, pide a la ministra de Industria, Reyes Maroto, que el PERTE del automóvil sirva para "garantizar la transición no traumática" de una industria que dejará de fabricar coches de combustión para dedicarse a los eléctricos, que requieren menos horas de producción. A pocas semanas de que el Gobierno dé luz verde a la convocatoria de las ayudas del PERTE, a las que aspira el Grupo Volkswagen para electrificar sus plantas en España, Carnero traslada a la ministra la necesidad de que se pueda arrancar un compromiso al consorcio de una garantía de empleo.
El presidente del comité de empresa de Seat insta también al Govern a "ponerse las pilas" para ayudar en la transformación de la industria del automóvil, y le pide, en concreto, "coherencia y responsabilidad política". "Hay que evitar que vuelva a ocurrir lo mismo que con Nissan", la multinacional nipona que, tras años de bajadas de producción, cesará su producción en Cataluña a partir del próximo 31 de diciembre. Además de lanzar este SOS a las administraciones públicas, Carnero reclama al Grupo Volkswagen la adjudicación a Seat de una segunda plataforma para fabricar vehículos eléctricos (ya cuenta con una) al considerar que es la única vía para aumentar volumen de producción a medio plazo y garantizar gran parte del empleo actual. "Con una única plataforma y sólo tres modelos eléctricos -Cupra, Skoda y Volkswagen- es probable que no lleguemos a producir 500.000 unidades al año a partir de 2025 en Martorell. Necesitamos una segunda plataforma para fabricar más", afirma.
Además, el miembro del Consejo de Supervisión del Grupo Volkswagen destaca la necesidad de poder dar garantías de empleo a partir de 2025 en centros como el de El Prat, especializado en motores manuales y pequeños, y en la planta de Volkswagen en Navarra. Critica a la dirección del consorcio alemán por "poner palos en las ruedas" del crecimiento de Cupra al no considerarla como una "prioridad" en la gestión del día a día, pese a ser una marca joven que está en plena expansión. Cabe recordar que el déficit de chips ha obligado a Seat a aplicar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) hasta junio de 2022, provoca además que los clientes de la marca tengan que esperar ahora entre 4 o 5 meses para conseguir un automóvil.
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