Obligado parón navideño

Seat retoma la producción en Cataluña con la crisis de suministros sin resolver

La compañía reanuda su actividad en las plantas de El Prat de Llobregat, Barcelona y Martorell sumida en la incertidumbre por la sexta ola de contagios y con unas expectativas que todavía difieren del nivel de 2019. 

Producción de un vehículo en la planta de Seat en Martorell (Barcelona) SEAT (Foto de ARCHIVO) 01/1/1970
Producción de un vehículo en la planta de Seat en Martorell (Barcelona).
SEAT

Las fábricas de Seat en Martorell, Barcelona y El Prat de Llobregat reabren este lunes sus puertas a los trabajadores tras el largo parón navideño con varios frentes todavía pendientes de solucionar, entre ellos, la falta de chips y la incertidumbre de si será necesario ampliar el ERTE en vigor por el efecto de la sexta ola de la Covid. "Llevamos un ritmo frenético de jornadas de ERTE agotadas. La sexta ola puede llevarnos a cerrar más turnos de los que esperábamos. Es probable que en febrero o marzo tengamos que renegociar el expediente", explica a EFE el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero.

Según sus cálculos, a finales de enero se podrían alcanzar unos 350 turnos de trabajo cerrados en aplicación del actual ERTE (expediente de regulación temporal de empleo), que prevé un total de 430 hasta junio. La suspensión temporal del empleo, ocasionada por la crisis de los semiconductores que afecta a la industria automovilística mundial, se acordó en septiembre de 2021 como instrumento para ayudar a gestionar los parones en la producción.

Pese a la voluntad expresada por la compañía de producir cuantos más coches mejor para responder a la actual demanda en los mercados de los modelos de Seat y Cupra, el panorama no es especialmente optimista para este año recién iniciado. "La sexta ola puede que lleve a cerrar adicionalmente más turnos. Veremos como afecta en Asia, donde se producen los microchips, después del efecto que ha tenido ya ómicron en Europa. Estamos colgados con pinzas", advierte Carnero.

El también dirigente de UGT y miembro del Consejo Supervisor del Grupo Volkswagen lamenta que "2022 no será el año de la recuperación" y augura que "será más o menos igual que 2021" para el grupo alemán, "con una leve mejoría para Seat", que, no obstante, probablemente cerrará otro año "con malos resultados". Seat ha terminado 2021 con algo más de 350.000 coches producidos, después de ensamblar una cifra similar en 2020, y las previsiones iniciales apuntan a un número cercano a los 400.000 también para este 2022, lejos del medio millón de 2019. Las dificultades de abastecimiento ya llevaron a la compañía a adelantar en diciembre el parón de Navidad y más de 11.000 trabajadores iniciaron sus vacaciones el 17 de diciembre, en lugar de hacerlo el día 24. Siguiendo el calendario previsto, válido para una semana, la producción se reactiva con la línea 1 a un turno; y la 2, a dos; mientras que la 3 (la del Audi) no tendrá actividad ninguna.

La compañía automovilística destaca que "se está haciendo todo lo posible" para responder a la alta demanda de modelos por parte concesionarios y clientes, y que el nivel de producción se decide semana a semana en función de la llegada de chips. Como ejemplo de ello, las tres líneas de producción de Martorell trabajaron el pasado 7 de diciembre y no descansaron durante el puente. El número de trabajadores afectados por el ERTE se elevará a unos 3.000 esta semana, según Carnero, aunque la cifra final dependerá en gran parte de las bajas que cause la Covid entre la plantilla, ya que a más enfermos menos operarios en casa por el expediente. Por otra parte, este inicio de año el comité y la dirección deben reanudar las reuniones de negociación del Convenio Colectivo.

Los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) se han propuesto elaborar una plataforma unitaria para llevar a la mesa de negociación una propuesta "realista" y que "toque con los pies en el suelo", según Carnero, en el actual contexto de crisis de la industria mundial de la automoción. Entre otros aspectos, se abordará la paga de beneficios (este 2022 no habrá, ya que en 2021 las pérdidas fueron más altas que las expectativas), y la actualización de los sueldos en base al IPC, lo que supondrá que se abone a los trabajadores una paga importante dada la alta inflación.

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