En el 50% de sus tiendas

El semáforo de Lidl para prevenir los contagios que podría salvar la hostelería

La cadena estrena una novedosa tecnología para controlar el aforo; un sistema que podría evitar las denuncias que suceden en bares y discotecas.

Lidl control aforo.
El semáforo de Lidl para prevenir los contagios que podría salvar la hostelería.
Lidl

El control del aforo en los supermercados es una de las principales medidas de prevención sanitaria durante la nueva normalidad. De hecho, se trata de uno de los primeros sistemas implementados desde que comenzó el estado de alarma a mediados de marzo. Por eso no sorprende que también sea uno de los campos en los que más se está invirtiendo en innovación en estos momentos. Como en el caso de Lidl, que acaba de estrenar un semáforo automatizado para evitar las aglomeraciones en sus tiendas; un sistema que, en última instancia, podría servir para que los bares, restaurantes y locales de ocio nocturno puedan cumplir con las actuales limitaciones de aforo.

El beneficio sería doble: por un lado, por el evidente incremento de la seguridad en materia de prevención sanitaria que supondría; por otro, evitaría las multas que ya se empiezan a pedir para quienes incumplen la normativa de aforo en la hostelería y en el ocio nocturno. Solo el pasado fin de semana, la Policía Municipal de Madrid denunciaba a cuatro locales de copas en la popular zona de Huertas por dejar bailar en la pista -algo totalmente prohibido- y por no hacer cumplir la distancia social de 1,5 metros que exige la normativa.

En este sentido, la tecnología se ha convertido en una de las mejores aliadas en la lucha contra la expansión del coronavirus, tal y como apuntaba hace unas semanas Rebeca Cordero, profesora titular de Sociología Aplicada en Universidad Europea de Madrid y miembro del grupo de investigación Problemáticas Sociales. Algo muy necesario en estos tiempos de rebrotes, que esta semana han disparado el número de nuevos casos en toda España, especialmente por culpa del ocio nocturno. De hecho, los jóvenes ya se han convertido en el espectro poblacional más afectado por esta segunda ola de contagios, en la que ya se ven prácticamente los mismos niveles que durante el estado de alarma.

Para Cordero, no es casual que este incremento esté relacionado con la conducta de los jóvenes en bares de copas y discotecas. Por eso, considera que tecnologías del día a día, como las 'apps', deberían convertirse en el principal método de control de aforo. "Ahora, las relaciones afectivo-sexuales son distintas: la gente llega ligada de casa. En una sala, puedes saber incluso quién te ha dado un 'like'", señala Cordero, que considera que la facilidad para encontrar pareja en una discoteca que ofrecen las aplicaciones de móvil puede "tener una labor preventiva" para el contacto físico: si no hace falta acercarse a varios grupos dentro de una misma sala, el riesgo de exposición a un posible contagio es mucho menor.

Una medida esencial para el comercio

Sobre esa base tecnológica, y considerando que en buena parte de España los locales de ocio nocturno -y también la hostelería- tienen problemas para controlar el aforo, el novedoso sistema de Lidl podría ser la clave. En especial, porque es potencialmente escalable a cualquier comercio: mediante una pantalla situada en la entrada, el sistema avisa a través de un 'semáforo' cuándo es posible acceder a la tienda. Lo mejor es que el sistema informático calcula de forma automática el número de personas recomendado para que se mantengan los preceptivos 1,5 metros de distancia en un local determinado, tomando como referencia la superficie de la tienda.

El sistema de Lidl, por el momento se instalará en un total de 300 establecimientos en toda España (que suponen el 50% del total). En concreto, los que registran un mayor número de consumidores diarios. Pero no es exclusivo de nuestro país: el semáforo de Lidl también se ha implantado ya en otros países en los que opera la cadena de supermercados, como Alemania, Portugal o Francia. En cualquier caso, lo cierto es que España se ha convertido una prioridad para Lidl debido a la especial incidencia del coronavirus. 

De hecho, desde que se decretó el estado de alarma en España hasta la actualidad, Lidl ha invertido más de 23 millones de euros en todo tipo de medidas relacionadas con la seguridad y prevención sanitaria, para garantizar que se cumple la normativa referente a las distancias de seguridad y para incrementar la protección individual, tanto de empleados como de clientes. En este sentido, en los últimos meses Lidl ha distribuido más de 150.000 litros de gel desinfectante e instalado 6.500 mamparas de protección en la línea de cajas, además de reforzar sus protocolos de higiene. 

Ahora, además, trata de automatizar un proceso que no solo es más certero que el ojo humano, sino que además ahorra el coste de tener a uno o varios empleados controlando el aforo. Un sistema tan ingenioso y simple como el que controla los sitios libres en los aparcamientos de los centros comerciales y que podría convertirse en una medida esencial para la nueva normalidad, no solo en los supermercados, sino también en bares, restaurantes, discotecas y cualquier otro comercio físico.

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