Los bufetes de abogados especializados en litigar contra la banca, como los conocidos Arriaga, Rosales o Triviño, ya se están frotando las manos con la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que devuelve la pelota a los tribunales españoles para que sean estos los que tomen la decisión sobre la supuesta abusividad que esconde la referenciación de las hipotecas al IRPH.
Y es que la sentencia que se ha hecho pública este martes establece que los casos deberán ser juzgados uno a uno, por lo que deja fuera la posibilidad de que se presenten demandas colectivas para las entidades. Este es el caldo de cultivo perfecto para este tipo de negocios que ya han actuado en otras ocasiones similares y que le han servido para llegar a posicionarse donde están hoy.
En mayo de 2013 el Tribunal Supremo dictó una sentencia histórica. El Alto Tribunal declaraba entonces abusivas las cláusulas suelo que fijaban en las hipotecas. Empezaba una batalla legal de clientes contra entidades financieras. Esta resolución marcó un antes y un después en el sector de la banca y en el de los bufetes de abogados. Lo mismo ocurrió con el caso del impuesto de Actos Jurídicos Documentados en noviembre de 2018.
Estas sentencias fueron las que les lanzaron a la fama, pero no las primeras con las que operaron. Antes de las cláusulas suelo, se afanaron con las preferentes. Incluso antes de constituir uno de los bufetes más importantes en este sentido, Arriaga Asociados, Jesús María Arriaga se volcó en este tipo de productos bancarios. El modelo de los despachos de abogados fue mutando y dejó de ser el que se conocía hasta entonces.
Las claves del éxito están claras y pasan por la publicidad a gran escala que han desarrollado en los últimos años. Todo el mundo recuerda la imagen de exguardameta de la selección Iker Casillas en la pequeña pantalla, el logo de Bufete Rosales sobre la franja roja de la camiseta del Rayo Vallecano o los diferentes dominios en internet que utiliza Triviño abogados en función de la causa por la que se les busque.
La otra gran pata del negocio es la forma en la que se llevan a cabo los trabajos por parte de las compañías, como si de una cadena de montaje de tratase. Un proceso sistematizado de gestión de demandas con un objetivo concreto: cuantas más, mejor. Así, la estrategia va desde la captación de los clientes hasta los recursos, pasando por las vistas orales, todo engrasado como una máquina.
Estos despachos tienen claro que la negociación con las entidades bancarias no es la solución. De hecho, así lo refleja en su web la última citada, "al igual que con las Cláusulas Suelo, la negociación con el banco para la devolución de dichas cantidades no es la mejor opción. Debemos ser cautelosos a la hora de firmar nuevamente documentos", confirman. Pese a ello, muchos clientes están optando por negociar, tal y como se puede ver en los propios balances de los bancos en los que las cuantías de préstamos referenciados al IRPH han ido reduciéndose a lo largo de los últimos meses.
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