El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, sigue esta semana desglosando su receta económica. Si hace unos días advertía de que los empleados públicos también debían formar parte del pacto de rentas, ahora se verá las caras con algunos de los mayores representantes de las empresas estatales. Lo hará en una charla informativa prevista para este lunes en el propio BdE, donde asistirán empresas del universo SEPI y la presidenta del holding estatal que depende del Ministerio de Hacienda, Belén Gualda.
Las fuentes consultadas indican que por parte de las compañías públicas asistirán a la reunión sus respectivos presidentes. La SEPI tiene bajo su paraguas a compañías con muy altas cifras de empleo, como son Correos, Tragsa, Navantia o Enusa. De acuerdo a datos oficiales, solo contando las tres primeras compañías públicas se suman más de 74.500 puestos de trabajo. Y parte de ellas tienen activados planes de contratación significativos para aumentar su plantilla en los próximos meses.
La reunión llega apenas días después de distintas polémicas con ministerios del Gobierno, especialmente con Trabajo, tras su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital en el Congreso de los Diputados. Allí, De Cos expuso sus principales guías y perspectivas del ciclo económico y no dejó pasar por alto los retos y desafíos que tiene el país. Fue por eso que, entre otros aspectos, recordó que la guerra en Ucrania dispararía el gasto público y que es necesario que los funcionarios se comprometan también a un pacto de rentas ante la difícil situación que está por llegar.
Aunque no fueron esas dos declaraciones las que enfadaron al Ejecutivo. El gobernador evitó posicionarse firmemente sobre la reforma laboral y advirtió de que, en todo caso, habría que analizarla en sus múltiples dimensiones llegado el momento. "Existe literatura que apunta a que una mayor limitación de la temporalidad incrementaría la productividad empresarial, pero a costa de un mayor desempleo", dijo.
Estas palabras fueron suficientes para recibir pocos días después la réplica de la ministra de Trabajo. Yolanda Díaz mostró su rechazo y afirmó que De Cos "vierte opiniones sobre asuntos que no son de su competencia". La también vicepresidenta se atrevió a afirmar que De Cos no hablaba con datos. "El 92% del nuevo empleo se ha creado en el sector privado y por empresas privadas", aseguró Díaz para negar que fuese el sector público quien estuviese impulsando los datos de afiliación a la Seguridad Social.
El papel del sector público detrás de los últimos datos de empleo es un tema que marca la agenda. CEIM, la organización de empresarios de Madrid, indicaba esta semana que la nómina de la Administración Pública no deja de crecer e hizo un llamamiento a un cambio de rumbo en la política laboral. En su opinión, la clave está en "que el sector público deje de recaudar cada vez más, evalúe la eficiencia del gasto y dé más oxígeno al sector privado, verdadera fuente de empleo productivo".
Escrivá se suma
Una poco antes del roce con Díaz, De Cos ya había protagonizado otro choque con el Ministerio de Seguridad Social. El Gobernador advertía de que la reforma de las pensiones era insuficiente ante el inminente retiro de los baby boom, por lo que solo cabía esperar a que la deuda pública se siga elevando sobre el PIB. "Hacer frente a los incrementos del gasto en pensiones que se derivarán del envejecimiento poblacional requerirá de nuevas actuaciones en los ingresos, en los gastos o en ambos", expuso el BdE en su informe anual.
Este análisis tampoco lo encajó bien el titular del ministerio, José Luis Escrivà, quien afirmó que tras estas palabras no habría "ningún elemento nuevo que le haga cambiar de idea sobre la sostenibilidad del sistema". El también ministro de Migraciones ya ha reprochado en anteriores ocasiones a De Cos sus valoraciones. Recordada fue la respuesta a la crítica sobre las previsiones macroeconómicas del Gobierno para diseñar los PGE. El gobernador puso en tela de juicio el aumento en el salario de los empleados públicos y Escrivá respondió que prefería escuchar por parte del BdE sus previsiones en política monetaria.
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