Sin nombre del sustituto

El Gobierno cesa a Abril-Martorell en Indra en pleno ajuste de la plantilla

La salida del presidente ejecutivo, que acumula seis años en el cargo, se produce después de diferentes discrepancias con el Gobierno.

Fernando Abril-Martorell
Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra.
Europa Press

El Gobierno ha decidido cesar a Fernando Abril-Martorell como presidente de Indra, en pleno ajuste de plantilla tras los dos expedientes de regulación de empleo aprobados a principios de este año. El directivo se marchará seis años después de su aterrizaje en el puesto y con serias discrepancias con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El movimiento no ha sido sencillo, según explican fuentes conocedoras, por un claro enfrentamiento con el Gobierno. El ejecutivo se ha resistido a salir hasta el final. Indra tiene a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) como máximo accionista con un 18 % de las participaciones de la compañía, con dos miembros en el consejo de administración. Estos dos representantes son Miguel Sebastián, exministro de Industria, y Antonio Cuevas, ambos nombrados a finales de enero de 2019 seis meses después de la llegada de Pedro Sánchez.

La decisión ha sido comunicada a cierre de mercado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a través de un hecho relevante en el que se confirma que la Sepi ha trasladado su voluntad de promover un relevo de Abril-Martorell, cuyo mandato finaliza este año, así como su "deseo de dar inicio a una nueva etapa". Asimismo, se ha acordado retrasar hasta el 30 de junio de 2021 (estaba prevista para el día 24) la fecha de la celebración de la Junta General donde se formalizará la nueva incorporación. Según explican fuentes sindicales a La Información, el consejo de administración se reunió ayer por la tarde y esta mañana ha reanudado el encuentro. Aún no se ha tomado ninguna decisión.

Tras los ERE

El relevo se va a producir en pleno ajuste de la plantilla después de que el propio Abril-Martorell apostara por sendos expedientes de regulación de empleo (ERE) que generaron malestar en el Gobierno. Uno de esos ERE, el del área de Defensa, se acabó retirando, para sustituirlo por un plan de bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas. En total, la compañía ha aflorado unos costes de más de 85 millones de euros, entre las indemnizaciones por despidos y las prejubilaciones.

Este recorte de personal -que se produjo cinco años y medio después de otro ERE que afectó a 1.750 trabajadores en 2015- no fue bien visto por parte del Gobierno. Tampoco lo fue la decisión de ejecutar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para hasta 10.000 empleados en marzo del año 2020, en el arranque de la pandemia del coronavirus. Se puso sobre la mesa por parte del presidente ejecutivo recortes de salarios de hasta el 25%. La presión de los sindicatos y del Gobierno llevaron a la compañía a dar marcha atrás y retirar la oferta.

También hubo tensión en la junta general de accionistas del pasado año. Se frustró la llegada 'in extremis' de Rosa María García Piñero como nueva consejera. La Sepi vetó este nombramiento, pues García Piñero ocupaba el puesto de responsable de sostenibilidad de la Fundación de Alcoa. El Ejecutivo ha vivido en este tiempo un duro enfrentamiento con la multinacional estadounidense por su decisión de cerrar sus plantas en Galicia y Asturias.

Abril-Martorell aterrizó en enero de 2015 después de la salida de Javier Monzón. Antes había ocupado el puesto de consejero delegado del Grupo Prisa. Entre el año 2005 y 2011 fue CEO de Credit Suisse en España y Portugal. A principio de la década de los 2000 fue también director general del grupo Telefónica después de haber pasado por el puesto de director financiero.

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