Los detalles del acuerdo

La SEPI subirá los intereses del rescate a Hotusa cuando regrese a beneficios

El holding de Hacienda se reserva la posibilidad de ingresar más con la devolución de la ayuda de la hotelera al calor de la recuperación del turismo. El último año siguió en pérdidas pese a mejorar ventas.

Hotusa
Amancio López, presidente y dueño de Hotusa.
EFE

Fue el mayor rescate a una compañía hotelera. Los 241 millones que la SEPI otorgó a la cadena Hotusa a través de su Fondo de Solvencia para empresas estratégicas volverán a las arcas del Estado y con más intereses de los previstos. En la letra pequeña del acuerdo, el holding de Hacienda se ha reservado la posibilidad de que la compañía de Amancio López incremente sus intereses frente al Estado en el momento en el que la empresa cambie los números rojos por los negros. Y no solo eso: durante el periodo de devolución, la compañía no podrá modificar su accionariado ni tampoco seguir incrementando su deuda en exceso.

Son algunas de las condiciones establecidas en el contrato que supuso la mayor financiación para una hotelera del total de las seis rescatadas por la SEPI (Soho, Hesperia, Serhs, Abba y Abades) y la cuarta mayor ayuda de todas en términos de volumen del fondo, solo por detrás de la aerolínea Air Europa (475 millones de euros), la agencia Ávoris (320 millones) y la siderúrgica Celsa (550 millones de euros). No obstante, el holding de Hacienda que preside Belén Gualda ha querido fijar cláusulas de devolución ventajosas durante el calendario de amortizaciones fijado, que se extenderá hasta los ejercicios 2027 y 2028, según una información reciente remitida a inversores por parte de la hotelera.

Los requisitos serán distintos para la financiación participativa (190 millones) y para la ordinaria (51 millones), empezando por los plazos de amortización. El primer tramo tendrá un calendario de vencimiento de seis años y en el segundo será de siete. En ambos casos se trata de financiación bullet, por lo que el grueso de la devolución no llegará hasta la fecha final de vencimiento.

Los intereses de pagos fijados también son distintos. La financiación ordinaria se presta a un interés del 2,5% fijo, si bien la participativa tiene incrementos no lineales en el tiempo que alcanzan el 7%. A ello se suma que esta parte puede aumentar en otro 1% en el momento que la compañía vuelva beneficios. Esta última condición apunta directamente a un encarecimiento de la deuda para 2022, pues en las perspectivas de la compañía -antes de la guerra de Ucrania- estaba dejar las pérdidas este mismo ejercicio.

 Las razones para pensarlo son sencillas. Ante el fin de cualquier restricción a la movilidad y con una demanda embalsada tras dos ejercicios, este verano el sector turístico esperaba cifras récord que desafían, incluso, los elevados niveles de inflación. El arranque de año ha sido positivo, como recoge el barómetro de Cushman & Wakefield, que marca que los hoteles españoles han registrado una ocupación media del 51% hasta marzo, doblando la registrada durante el mismo periodo en 2021. Este incremento ha permitido subir el precio medio y también los ingresos por habitación disponible.

Hotusa ha respaldado el rescate con garantías hipotecarias de más de 30 millones de euros

Para el primer año de la concesión de la ayuda, el aumento de los intereses no ha aplicado. Hotusa cerró 2021 con casi 48 millones de pérdidas, pese a que pudo aumentar considerablemente sus ingresos (pasó de ingresar 309 millones a 490). El resultado operativo de la compañía también fue negativo en aproximadamente 27 millones de euros, si bien se redujo enormemente frente al cosechado durante el primer año de la pandemia. La mejor noticia para la hotelera fue que empezó a generar caja positiva desde el primer semestre del año, según reconoció el propio Amancio López.

Al margen de los intereses, la SEPI ha impuesto otras condiciones a la hotelera del empresario gallego. Una de las más significativas ha sido el  compromiso de 33 millones en garantías hipotecarias para responder ante una posible no devolución del préstamo. En el sentido contrario, se ha fijado la posibilidad de una amortización anticipada -siempre voluntaria- en el caso de que la hotelera mejore su rendimiento. También se han fijado límites a nuevas inversiones y a seguir incrementando el pasivo.

Más requisitos

Hotusa tendrá que sumar a todas estas líneas rojas las habituales fijadas por el fondo de solvencia en la orden ministerial que regula su funcionamiento. Estas limitaciones impiden principalmente repartir dividendos mientras no se haya amortizado la ayuda al 100% o comprar más del 12% de una empresa competidora durante el mismo periodo. También se impide un aumento de la retribución de la cúpula directiva, aunque solo durante los tres primeros años tras la recepción de fondos públicos. 

Aunque la SEPI guarda bajo llave los detalles de los rescates públicos -Transparencia le ha afeado su actitud en varias ocasiones-, algunas firmas rescatadas sí han trasladado al mercado los términos del acuerdo. Antes que Hotusa, la siderúrgica de los Villar Mir, Ferroatlántica, publicó ante la CNMV estadounidense (SEC) el acuerdo íntegro que firmó para poder recibir 34,5 millones de rescate público. Entre las condiciones se fijaron compromisos de inversión en energías renovables e incluso un derecho de tanteo ante una posible venta sobre las minas que tiene el grupo en Galicia.

Si bien muchos han aceptado, otros no han cedido ante la negociación con la SEPI o, en el menos malo de los casos, solo han tenido fricciones. Sonado fue el expediente de Celsa, en el que se imponía el carácter preferente al crédito de la empresa pública frente a sus acreedores antiguos. Esa misma condición se quiso aplicar al rescate de Naviera Armas, que finalmente no tuvo lugar. Otra imposición llamativa que se ha reservado la SEPI es la capacidad de tutelar la entrada de un socio industrial en Duro Felguera o, incluso, el cargo de consejero delegado en Air Europa.

Mostrar comentarios