Nueva ronda de rescates

La SEPI limita el rescate de Siro a solo 90 millones de préstamos participativos

El organismo dependiente del Ministerio de Hacienda hace una excepción con el grupo galletero y articula su ayuda únicamente con instrumentos híbridos de capital. 

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Imagen del edificio central de la SEPI.
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La SEPI vuelve a abrir la puja para rescatar a nuevas empresas. La entidad dependiente del Ministerio de Hacienda ha contactado con los asesores financieros y legales de su pool para informar de que pueden postularse al asesoramiento de firmas en apuros que llamaron a la puerta del Gobierno hace meses. Entre las seleccionadas en esta nueva ronda, destaca la ayuda al grupo galletero Siro, cuyo rescate finalmente será de 90 millones de euros, según las fuentes consultadas por La Información. Pero su particularidad no es el importe, sino la estructura de la ayuda, pues será la única empresa que hasta el momento recibirá el dinero exclusivamente a través de préstamos participativos convertibles en capital, lo que abre la puerta que el Estado se convierta en accionista si no puede hacer frente al pago de sus responsabilidades en el futuro.

La situación de la compañía a cierre de 2020 era delicada. Con un equipo de más de 4.500 personas y una producción de 374.000 toneladas anuales repartida en 15 centros de producción, Grupo Siro firmó en la recta final del año de la pandemia un préstamo sindicado con varios bancos por valor de 311 de millones. El plazo de vencimiento fue a cinco años y se dividió en distintos tramos como consecuencia de la debilidad financiera de la compañía.

De acuerdo a la información depositada en el Registro Mercantil, esta ayuda prohibía a la firma galletera obtener financiación adicional y distribuir dividendos o cualquier tipo de pago en relación con sus acciones -salvo el anual mínimo establecido en los estatutos-. El contrato de financiación sindicada, además, contempla determinadas causas de vencimiento o amortización anticipada obligatoria - parcial o total-: un cambio de control del grupo y el cumplimiento de determinadas ratios financieros.

En paralelo, durante este 2021 la empresa ha dado pasos para eliminar la incertidumbre sobre su futuro. Primero, llegó a un preacuerdo de venta con Bakery Iberian Investments (Grupo Bimbo) para traspasar la fábrica de Medina del Campo (Valladolid) y a otro con el operador italiano Morato para hacer lo propio con una de Burgos. Después, la compañía empezó a peinar el mercado con el objetivo de encontrar un socio industrial que quiera entrar con una participación mínima en el capital. El banco de inversión Alantra había recibido el mandato para llevar a cabo esta última misión.

No hubo más novedades hasta entonces. Solo Luis Ángel López, consejero delegado de la compañía, afirmó en la memoria anual del grupo, publicada a mediados del pasado mes de agosto, haber emprendido cambios en la compañía para mejorar la estructura interna. "Hemos comunicado internamente la nueva organización que nos permitirá ser más ágiles y eficientes en conseguir nuestros objetivos". En concreto, se ha creado la nueva dirección general de negocio, liderada por Rut Aranda, como responsable de la transformación del modelo de negocio y el crecimiento de la firma.

Un año antes, sin esperar el impacto de la pandemia, la compañía con sede en Venta de Baños (Palencia) cerró "un ejercicio de transición" tras la integración con el negocio de Cerealto, según sus propias palabras. Las ventas alcanzaron los 577 millones de euros, frente a los ingresos de 600 millones anotados un año antes. La compañía seguía teniendo en mente el Plan Estratégico para convertirse en el fabricante "líder" de galletas, cereales, pasta y snacks. Ese mismo año, lanzó 223 nuevos productos a nivel mundial con una inversión superior a 11 millones de euros.

Sin préstamo ordinario

La ayuda exclusiva a través de préstamos participativos por parte de la SEPI es una fórmula sin precedentes hasta el momento. Las fuentes consultadas recuerdan que entre los requisitos de cualquier empresa que quiera recibir respaldo del Fondo Estratégico está solicitar, al menos, un 51% de ayudas de capital híbridas, por lo que la petición de Siro se ajusta a las condiciones marcadas. Las mismas voces recuerdan que estos instrumentos tienen pros y contras frente a los préstamos ordinarios. Los puntos a favor son que la ayuda no computa en el balance como deuda y que, además, el acreedor no pide garantías en activos en caso de incumplimiento. El punto negativo es que el dinero recibido es ‘más caro’, pues el interés de devolución parte del 2,5% y se incrementa año a año, mientras que el préstamo ordinario siempre mantiene un interés fijo del 2%.

A diferencia del caso de Siro, tanto los rescates ya contemplados como los que todavía están en marcha se han elaborado con fórmulas mixtas, en las que el equilibrio entre préstamos ordinarios y participativos acostumbra a ser de un 50/50. Por ejemplo, entre las ayudas ya concedidas por haber superado todos los trámites, aparecen tanto la primera (Air Europa, con 75 millones de euros) como la última (Rugui Steel, 25 millones de euros).  Por lo que respecta a los rescates avanzados durante el verano -todavía en evaluación-, Abba Hotels o Ferroatlántica, han seguido el mismo modus operandi.

Asesor para Air Nostrum, Técnicas Reunidas y Áreas

El de Siro no ha sido el único rescate licitado entre los asesores del pool de la SEPI tras el verano. Al grupo palentino se suman la aerolínea Air Nostrum (103 millones de euros), Técnicas Reunidas (290 millones de euros) y el grupo de restauración Áreas (120 millones de euros). Ahora queda por ver quién se postula como gurú para articular estos rescates, ya que el listado de asesores es muy extenso. Aproximadamente comprende 30 firmas de prestigio entre bufetes de abogados y grandes consultoras. Varios de sus componentes han señalado una guerra de precios para poder entrar en el negocio.

Sea como fuere, el movimiento de la SEPI responde a su intención de acelerar los rescates antes de que finalice el año, habida cuenta de que el permiso de la Comisión Europea para hacer valer el fondo de rescate para ayudas golpeadas por la pandemia finaliza este 2021. No obstante, desde el Gobierno ya se ha solicitado una nueva prórroga ante Bruselas, con el fin de poder desatascar el alud de solicitudes recibidas desde marzo del pasado año.

Hasta el momento, la SEPI solo ha dado el visto bueno a siete grupos. Así, esperan el plácet del organismo estatal una treintena de empresas, entre las que abundan todos los sectores golpeados con la crisis sanitaria. Sobresale por encima de cualquiera el turístico, con Room Mate (52 millones de euros), Hotusa (200 millones de euros) o Grupo Wamos (70 millones de euros) a la espera de una resolución. Fuentes de las compañías consultadas por este medio explican que la dirección de SEPI ha transmitido en las últimas semanas que algunas de estas ayudas están al filo de la aprobación, sin que estas palabras se hayan traducido en hechos concretos.

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