A 15.030 millones a septiembre

El rejonazo de la Covid-19 y la caída de los precios dispara las pérdidas de Shell

La segunda mayor petrolera del mundo en términos de ingresos tan solo por detrás de la china Sinopec (datos a cierre de 2019) redujo un 47,6% sus ingresos hasta septiembre a los 116.180 millones de euros

Complejo industrial de Shell.
Complejo industrial de Shell.

La tormenta perfecta ha golpeado al sector energético y más concretamente al del petróleo. Royal Dutch Shell, la segunda mayor petrolera del mundo en términos de ingresos tan solo por detrás de la china Sinopec (datos a cierre de 2019), ha sufrido unas pérdidas atribuidas de 17.666 millones de dólares (15.030 millones de euros) en los nueve meses del año. Unos números rojos que contrastan con los beneficios de 14.878 millones de dólares (12.658 millones de euros) que el gigante anglo neerlandés obtuvo en el mismo periodo del año anterior. Pese a ello, la compañía consigue avanzar un 2,52% en Londres, si bien sus títulos se hunden desde enero más del 61,5% hasta los 10,07 euros.

Los ingresos de la petrolera alcanzaron en el periodo en 136.554 millones de dólares (116.180 millones de euros), lo que supone una caída del 47,6% interanual, según Shell, que publica sus resultados en dólares porque es la divisa en que cotiza el oro negro. En un comunicado remitido a la Bolsa de Londres, la firma capitaneada por Ben van Beurden asegura que de enero a septiembre sus números rojos antes de impuestos ascendieron a 22.842 millones de dólares (19.433 millones de euros), frente a unos beneficios antes de impuestos de 22.695 millones de dólares (19.308 millones de euros) en los nueve meses de 2019.

Las compras de Shell alcanzaron los 88.582 millones de dólares (75.365 millones de euros) en los nueve meses, un 53,9% menos que en el mismo periodo de 2019, en tanto que los gastos de producción fueron de 17.299 millones de dólares (14.717 millones de euros) en los nueve meses, un 9,8% inferiores a los del ejercicio anterior. Los gastos totales alcanzaron los 161.009 millones de dólares (136.986 millones de euros), una cantidad que también mengua en relación al año previo, en concreto, un 34,1%.

La empresa incide en que las pérdidas reflejan el descenso de los precios del petróleo, a raíz de la caída de la demanda por la pandemia de la Covid-19, que afectó sobre todo al sector aéreo y que paralizó casi al completo los desplazamientos en medio de los cierres a la actividad para atajar la extensión del virus entre el primer y el segundo trimestre. Un panorama sombrío al que también se ha referido esta mañana la española Repsol. Shell ha anunciado, no obstante, su intención de abonar un dividendo para el tercer trimestre de 16,65 dólares (14,1 céntimos).

De cara al último trimestre del año, la petrolera admite que hay una "significativa incertidumbre" en las condiciones macroeconómicas por la pandemia, que se traducirá en un impacto negativo en la demanda de petróleo, gas y productos derivados. La compañía informó de que en el tercer periodo del año completó la venta de su puesto de gas Appalachia en Estados Unido por valor de 541 millones de dólares (460 millones de euros), que fue abonado totalmente en efectivo. El propio Ben van Beurden ha asegurado que el flujo de efectivo permitirá el crecimiento de la empresa y ha resaltado igualmente que debe seguir fortaleciendo su posición financiera mientras hace su transformación hacia un negocio de emisiones cero.

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