Crispación de la plantilla

Los sindicatos piden sitio en la mesa de Economía contra la exclusión financiera

Se sienten ignorados tras enviar una carta al Ministerio, al Banco de España y a las patronales. Tras casi una semana desde que la remitieron, no han recibido ninguna respuesta. 

El impulsor de la campaña "Soy mayor, no idiota" junto a Nadia Calviño
El impulsor de la campaña "Soy mayor, no idiota" junto a Nadia Calviño, ministra de Economía.
EFE

La representación sindical siente que se le está dando la espalda en la elaboración del protocolo para la exclusión financiera del colectivo de mayor edad. CCOO y UGT han enviado sendas misivas al Banco de España, a las patronales bancarias AEB, CECA, UNACC y ASEMEC y al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital rogándoles formar parte de los ámbitos que se articulen para abordar los reglamentos estratégicos necesarios para reforzar el compromiso social, sostenible y empático del sector. Ha pasado alrededor de una semana y ninguno ha obtenido contestación de las partes, según han confirmado fuentes sindicales a La Información. 

Preguntados por si han recibido la carta, el Banco de España asegura que las personas que están coordinando este tema no tienen ninguna noticia de la misma. La cartera económica dirigida por Nadia Calviño tampoco es consciente de las peticiones sindicales, pues desde el Ministerio entienden que su función, junto al Tesoro, ha sido la de entablar los contactos con las patronales bancarias y recoger las inquietudes de los defensores de los perjudicados por la industria financiera. Las asociaciones bancarias guardan silencio o confirman desconocer estas demandas

El frente sindical insiste en que dada su condición de representante de la plantilla es quien mejor conoce a los clientes, indicando que están preocupados por lo que está ocurriendo a raíz de la denuncia del valenciano de 78 años Carlos San Juan en una campaña denominada 'Soy mayor, no soy idiota'. Los portavoces de los trabajadores cuentan con absoluta voluntad para colaborar en las tareas de estudio y preparación de los protocolos que hay previstos. "Queremos que se nos escuche, tenemos mil ideas y sabemos exactamente lo que se necesita. No queremos entorpecer, solo trabajar de forma constructiva", indican desde CCOO.

La ocultación por parte de las patronales está generando crispación porque UGT y CC.OO aseguran que son ellos quienes saben exactamente y mejor lo que el cliente necesita 

El conocimiento de las necesidades de los clientes lo tienen de primera mano porque son ellos quienes sufren y se enfrentan diariamente a las quejas, exigencias y, en ocasiones, hasta insultos, de personas que visitan las sucursales enfadadas por la falta de medios cuando en la plantilla no está el origen del problema, sino en las decisiones estratégicos de la cúpula. El silencio por parte de los que están negociando el documento no está haciendo otra cosa más que elevar la crispación. Se sienten ignorados, sobre todo después de conocer que existe un borrador remitido hace unos días al Ministerio y al que no han podido acceder por el momento.

Las patronales han remitido un primer documento con medidas generales al Ejecutivo con las que atajar el problema que la precipitada digitalización bancaria, espoleada por la crisis del coronavirus, ha generado entre la población menos familiarizada con las nuevas tecnologías, fundamentalmente entre los clientes de mayor edad. Los canales online han acabado convirtiéndose en los predominantes en la esfera financiera, pero hay personas que no logran habituarse a la nueva era e incluso otras a las que les resulta cada vez más difícil adecuarse a medida que van perdiendo capacidades cognitivas. 

Menos plantilla para más carga administrativa y comercial

Para CCOO y UGT, el principal problema que ven es que no existe una plantilla con el tamaño suficiente como para dar servicio a todo el mundo. Hay centros que tienen en sus bases a una media de 5.000 clientes y en torno a la mitad, unos 2.500, se calcula que acuden a la sucursal al menos una vez al mes. Si se tiene en cuenta el fuerte recorte de plantilla efectuado durante el último ejercicio entre los principales bancos españoles -a excepción de Bankinter, que por el momento no ha aplicado ningún Expediente de Regulación de Empleo (ERE)-, resulta prácticamente imposible cumplir ahora con una atención personal durante más horas al día a la vez que se gestiona la consecución de los objetivos comerciales unido a una enorme presión por parte de la alta dirección que "solo piensa en números, beneficios, cifras y otras paramétricas".

De forma paralela a los trabajos a nivel sectorial, algunos grupos bancarios se han anticipado con iniciativas propias, como BBVA, Banco Santander, Abanca, Bankinter o Banco Sabadell, que a partir de esta semana y las siguientes ampliarán durante toda la mañana el horario de caja en centenares de oficinas. La formación para crear un equipo de especialistas de atención al cliente sénior o la adaptación de cajeros automáticos son otros de los planes de los bancos, a los que se une CaixaBank. Una trabajadora de una de las grandes entidades ha explicado a este medio que algunas de las directrices individuales que las direcciones han trasladado a las plantillas no tienen fundamento en el entorno actual. "Me encantaría atender como lo hacía hace veinte años, pero ya no se puede. La relación que la gente tenía con las cajas de ahorros es impensable", ha indicado.

"Entiendo perfectamente a las personas mayores, pero la relación que la gente tenía con las cajas de ahorros hace veinte años es ahora impensable"

Esta trabajadora entiende plenamente a las personas mayores, pero también insiste en que la presión comercial a la que están sometidos previsiblemente no bajará a pesar de que se les obligue a estar en caja durante más horas. "Ampliar el horario no es la solución si se tiene que seguir atendiendo a las mismas personas o a incluso más, siendo nosotros cada vez menos", ha apostillado, a lo que se añade que precisamente en las distintas olas de despidos la mayor parte de empleados afectados han sido los que tienen un perfil administrativo. También recuerda que, aunque lo habitual hasta ahora era cerrar este servicio de atención presencial en torno a las 11 horas, durante toda la tarde están disponibles al teléfono. Habitualmente, cada cliente tiene asignado a un gestor que le ayuda en sus operaciones, pero cree que el problema es que esta vía ya no se valora porque las personas se "han acostumbrado" a ella. 

"Está muy bien volver a poder gestionar a la clientela de forma presencial, pero hace falta gente", dicen desde otro banco. El mayor problema con el que se están viendo las plantillas durante estos días es que las medidas que llegan desde arriba para atender a las personas mayores se están dando como órdenes sin redistribución de tareas. "No hay ninguna organización, solo llegan directrices. Agradecemos que exista un plan de choque, pero hay que pensar cómo se va a hacer y cómo se va a gestionar", ha precisado un representante sindical. Para algunos trabajadores, la situación en el cada día es "un sinvivir" e incluso algunos compañeros, asegura, están llegando a enfermar y a generar problemas psicosociales como ansiedad o estrés por el incremento cada vez más fuerte de la carga de trabajo. 

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