Los tambores del final del vehículo de combustión fósil en un par de décadas está moviendo al mercado del motor más rápido de lo esperado. El presidente de Skoda, Bernhard Maier, ha anunciado que la marca checa invertirá de aquí a 2022 unos 2.000 millones de euros en movilidad eléctrica y servicios de movilidad. El anuncio lo ha hecho en la presentación del nuevo compacto Scala, que llegará en la primera mitad de 2019.
Según ha explicado, es la inversión "más alta" de la historia de Skoda. Ese dinero se destinará a nuevos productos, a compras, a calidad y al lanzamiento de nuevos vehículos, ha señalado sin entrar en detalles. Al respecto, y según informa Efe, ha dicho que la previsión para 2025 de Skoda es lanzar al mercado 10 vehículos electrificados, de los que cinco serán 100% eléctricos y otros cinco híbridos enchufables (PHEV).
Dentro de la Estrategia 2025 también se quieren proponer nuevas soluciones de movilidad y de digitalización, ha recordado. El objetivo final es que Skoda se convierta en una marca global, ha destacado Bernhard Maier.
Este anuncio de Skoda se suma ya a otras marcas, como Opel España recientemente, que ya empiezan a dar pasos más definitivos hacia nuevos modelos alejados del tradicional combustible fósil (diésel o gasolina). No se trata solo de que España haya anunciado, en su anteproyecto de la Ley del Clima, el fin de la fabricación de estos coches para el año 2040 (y la prohibición de circular a partir de 2050), es que toda la Unión Europea avanza hacia ese escenario.
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