El gigante tecnológico japonés Softbank logra soltar lastre con la venta de su participación en la estadounidense T-Mobile. La operación por la que se ha desprendido de prácticamente todo el capital que poseía en la operadora le generará una ganancia de unos 600.000 millones de yenes (4.978 millones de euros). El conglomerado japonés era hasta ahora segundo mayor accionista de la firma con un 24%, tan solo por detrás de la alemana Deutsche Telekom (dueña de un 43%).
Softbank comunicó el pasado 23 de junio su intención de desprenderse inicialmente de 198 millones de acciones de T-Mobile, mediante operaciones públicas y privadas, y de ofrecer además 101 millones de acciones más a su matriz, Deutsche Telekom.
El grupo nipón ha informado a través de en un comunicado que la venta de esos 198 millones de acciones quedó completada el viernes pasado, pero aún está pendiente de cerrar la oferta hecha a Deutsche Telekom, que estará vigente hasta el 22 de junio de 2024.
Aun así, sin tener en cuenta el resultado de esta última oferta, Softbank anuncio que en el trimestre actual anotará en sus cuentas una ganancia de los mencionados 600.000 millones de yenes. Softbank mantenía cerca del 24% en T-Mobile, pero si ambas operaciones se completan como prevé el grupo nipón se quedará con un remanente del 0,4%.
Sólo con la venta de los 108 millones de acciones Softbank ingresará cerca de 21.000 millones de dólares, y si se completa la operación con Deutsche Telekom el total de su salida de T-Mobile generará para el consorcio nipón unos ingresos de 41.000 millones de dólares.
Softbank anunció que utilizará esos ingresos para reducir deuda y la recompra de acciones. El pasado 18 de mayo Softbank anunció que había cerrado su ejercicio fiscal con las peores pérdidas desde que fue fundado el consorcio, en 1981, y que ascendían a 13.000 millones de dólares. El motivo, el agujero que le ha generado el mal desempeño de su fondo de capital riesgo Vision Fund, presente en WeWork y Uber.
Las pérdidas registradas por el megafondo ascendían a 16.647 millones de dólares incluyendo Uber (cerró marzo con pérdidas de 2.940 millones de dólares, su mayor pérdida en los últimos tres trimestres) y la propia WeWork, así como los efectos de la crisis generada por la Covid-19.
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