El 'Airbnb español' aflora sus cifras antes de irrumpir los fondos de Silicon Valley

  • En 2017 perdió 8 millones de euros, con la mayor parte de las operaciones de su plataforma inmobiliaria centradas en el mercado español.
Spotahome acelera, a costa de las pérdidas.
Spotahome acelera, a costa de las pérdidas.
Spotahome

Fue el año previo al aterrizaje de uno de los grandes fondos de inversión de Silicon Valley y de los fundadores de gigantes Uber y Dropbox. Y la startup española Spotahome desvela ahora que su plataforma inmobiliaria online generó 3,5 millones de euros de ingresos durante el ejercicio 2017. Para conseguirlo, los gastos se elevaron hasta los 11 millones de euros, lo que multiplicó por más de dos sus pérdidas.

La compañía, cuya matriz se sitúa en Reino Unido con el objetivo de lograr los primeros inversores, se fundó en 2013. Su negocio: la comisión cobrada tanto a inquilinos de pisos como a los propietarios que los alquilan a través de su plataforma de arrendamiento de media y larga estancia, donde se completa toda la transacción (no se queda en el mero ‘tablón de anuncios’ como gigantes de clasificados).

En 2017 logró atraer 13,5 millones de capital con Seaya Ventures, el fondo español inversor de Glovo y Cabify y liderado por Beatriz González -hija de Francisco González, presidente de BBVA-, y Passion Capital, un fondo londinense, como cabezas visibles. Y ahora, la compañía desvela los números económicos de ese ejercicio: los ingresos casi se triplicaron hasta los 3,5 millones de euros (frente a los 1,3 millones de un año antes), mientras que los números rojos crecieron hasta los 7,9 millones. De ese negocio, el mercado español representaba una parte mayoritaria, mientras que Italia, Bélgica o Reino Unido quedaban aún lejos.

¿Cómo es el funcionamiento económico? Spotahome cobra las comisiones de intermediación y el primer mes de alquiler en el momento de la realización de la transacción, generándose una cuenta a pagar al arrendador que a cierre de ejercicio suponía 1,3 millones de euros. Tanto la liquidación de ese pago como el reconocimiento del ingreso por esa comisión se registra “tras las primeras 48 horas de la entrada del inquilino en la vivienda”.

Los números rojos

La razón de esas significativas pérdidas hay que encontrarla en el incremento de los costes. Los gastos de personal y otros vinculados a su actividad se multiplicaron casi por tres hasta los 11,5 millones. En esos últimos desembolsos se incluyen los pagos a los ‘revisadores’ (‘home-checkers’ en su argot), autónomos que deben visitar cada casa que se alquila en la plataforma para hacer las fotografías y hacerse con toda la información (se multiplican por tres los servicios de estos autónomos hasta los 1,5 millones).

“Esta situación es previsible que se mantenga en próximos ejercicios, en los que será necesaria la inyección de aportaciones adicionales, con el fin de cumplir el plan de negocio”, apunta en su memoria, recién presentada en el Registro Mercantil. Ya ese ejercicio, la matriz británica -que es la que gestiona todo el patrimonio y los fondos- inyectó 6,5 millones durante el ejercicio e hizo lo propio con 10 millones el pasado mes de junio de 2018. Con este último pago se atienden las necesidades de capital, según queda reflejado en su memoria, para los próximos 12 meses siguientes.

¿Quiénes controlan hoy sus acciones?

La matriz, cuyos resultados han sido presentados en el registro mercantil británico en los últimos días, contaba a cierre del ejercicio con un efectivo en el banco de 7,3 millones de euros. Este año 2018 se ha incrementado de manera ostensible después de haber cerrado la ‘megarronda’ de inversión de 40 millones de euros -que valoró la empresa en más de 135 millones de euros, según el servicio de datos Dealroom- en la que irrumpió el fondo de capital riesgo de Silicon Valley Kleiner Perkins (inversor inicial de compañías como Amazon, Facebook, Google o Twitter) y los creadores de Uber, Travis Kalanick, y Dropbox, Drew Houston, entre otros.

Esa operación firmada aún no ha sido comunicada oficialmente al registro mercantil británico. Y, por tanto, se desconoce el efecto que ha tenido en el accionariado. La startup repartía su accionariado antes de esa ronda, principalmente, entre Passion Capital (20%), Seaya Ventures (14%) y los fundadores, que suman casi un tercio. ¿Y el resto? Despunta Francisco González, presidente de BBVA, con un 2,2% de la compañía a través de su sociedad Belegar Inversiones.

Mostrar comentarios