Estructura en Suecia

Spotify recorta sus ingresos en España y paga apenas 89.000 euros de Sociedades

  • La plataforma sólo gestiona desde España su negocio publicitario que cayó un 17% en 2018. Las cuotas de los suscriptores las factura desde Suecia.
Daniel Ek, Spotify
Daniel Ek, Spotify
Getty / Emprendedores

Un negocio menguante y unos impuestos, también reducidos. Desde que el gigante del streaming  Spotify trasladara toda la facturación de sus suscriptores a Suecia, su país natal, la filial española no ha hecho más que reducirse. Su cometido: vender publicidad. Los ingresos cayeron hasta dejarlos por debajo de los 10 millones de euros, mientras que el Impuesto de Sociedades efectivo abonado apenas alcanzó los 89.000. Ya en 2016 se tuvo que ver las caras con Hacienda.

Spotify opera en España prácticamente desde que se fundó a nivel global, en febrero de 2008. Desde el principio ha operado sin grandes estructuras fiscales como otros gigantes tecnológicos. Los 11 euros de las suscripciones mensuales a su plataforma de música en internet eran facturados desde España. Aunque para poder hacerlo debía pasar por caja y abonar los 'royalties' por explotar esos derechos de propiedad, radicados en Suecia.

En el décimo año completo de actividad, el negocio declarado en España sigue reduciéndose. En concreto, los ingresos se han caído un 17% hasta los 9,9 millones de euros. Esta cifra sólo se refiere a los servicios publicitarios, es decir, al cobro a empresas por anunciarse en su plataforma. ¿Y las suscripciones? Eso cambió en 2016.

Los pagos mensuales por acceder a su servicio premium de streaming se facturan desde Suecia desde ese año 2016. Y eso 'vació' la filial española, que se quedó con una quinta parte de los ingresos, pues se llegaron a superar los 50 millones facturados desde España. ¿Era por un motivo fiscal? La empresa siempre alegó que era por un motivo de eficiencia al centralizar todas las transacciones desde su matriz. E insistió en que seguían pagando el IVA a través de la ventanilla única.

Con esta nueva estructura, mucho más reducida, la empresa ha cerrado el año 2018 con un Impuesto de Sociedades efectivo de apenas 89.500 euros, un 30% menos que el año anterior. Ahí no se incluyen ni los 69.000 euros de sanciones y multas -que no precisa en la memoria- ni los 183.000 de pagos de 'stock options' a su equipo. En los últimos tres ejercicios suma unos tributos, que gravan los beneficios, de casi 340.000 euros. ¿La razón? Buena parte de sus ingresos se van a pagar esos royalties a otras empresas del grupo que tienen los derechos para poder distribuir la publicidad en la plataforma en España.

Esas sanciones y multas que excluyen del cálculo de la base imponible se sumarían a los 148.000 euros que Hacienda le exigió en 2015. El origen hay que encontrarlo en una inspección parcial del IS de los ejercicios entre 2009 y 2012. El resultado: el pago, de conformidad y con intereses, de 148.000 euros, según reza en la memoria anual. La causa es el ajuste en la contabilización de los gastos en tipos de cambio y en los préstamos entre empresas del propio grupo.

Las cifras de Spotify

¿Cuántos usuarios tiene en España? Es una cifra desconocida, pues no ofrece datos desagregados por mercados. Al final del tercer trimestre de 2019, últimos datos disponibles, contaba con 113 millones de usuarios de pago (y 135 millones de su servicio gratuito) a nivel global. Sus ingresos totales en los nueve primeros meses fueron de 4.750 millones, con crecimientos superiores al 25% y con unos incipientes beneficios operativos.

Desde abril de 2018, Spotify es una empresa cotizada. En esa fecha se estrenó en la bolsa de Nueva York (Estados Unidos) con un formato de 'listing' (sin emitir y vender acciones nuevas) que revolucionó el mercado de las startups respaldas por capital riesgo. Hoy su capitalización bursátil es de 26.000 millones de dólares y se encuentra ligeramente por debajo del precio de cotización de su arranque

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