En pleno frenazo de la inversión

Las startups se enfrentan a más dudas en la financiación tras la crisis de SVB

La exposición de compañías y fondos al banco estadounidense es muy limitada pero el sector cree que la quiebra añade "más ruido" en la inversión en un mercado ya sacudido durante los últimos meses.

Moody's SVB
La quiebra de SVB vuelve a sacudir el sector de las startups tras meses de reajustes.
XINHUA vía Europa Press

El sector de las startups, tanto en España como en otros mercados más grandes y maduros, ha vivido unos trimestres de importantes ajustes de costes y ralentización en la inversión. Ha sido todo un 'regreso a la normalidad' tras dos años de frenesí de liquidez. La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) no hace más que "añadir mucho ruido". Fondos de inversión y fundadores en España insisten en que la exposición española a la entidad estadounidense es muy limitada, pero advierten de las dudas que puede generar en la financiación durante los próximos meses.

La afección de fondos de inversión españoles y de compañías al banco intervenido es bastante limitada. Algunos de los unicornios españoles como Devo o Fever y compañías como Carto u otras contaban con pequeñas cantidades de dinero depositado, que representaban un porcentaje muy reducido respecto a su posición de liquidez global, según explican diversas fuentes del sector. Varios de los vehículos en los que ha invertido el fondo de fondos de origen español MVB Fund tenían algo de exposición. Sea como sea, la decisión de la Reserva Federal de rescatar a todos los depositantes elimina cualquier riesgo de iliquidez o pérdida de estos fondos. En muchos de los casos, el dinero ya ha sido trasladado a otras entidades financieras.

Salvado el "susto" inicial y teniendo en cuenta que la relación es relativamente lejana, el sector sí que se enfrenta a un nuevo foco de incertidumbre tras meses de frenazo. "Añade mucho ruido a todo. No va a llegar a más, pero genera ruido y es muy mala noticia", explica el gestor de uno de los grandes fondos de capital riesgo español, con varios cientos de millones de euros bajo gestión, que insiste en que se trata de un suceso que va a afectar más "mental y emocionalmente" que desde un punto de vista puramente matemático.

Hay que recordar que el sector hoy vive una ralentización importante en la inversión ante las dudas macroeconómicas y el incremento de los tipos de interés y la inflación. La segunda parte del año 2022, tras la resaca de un 2021 de récord, tuvo un frenazo en la inversión. Según datos de la patronal del capital riesgo, se recortó un 30% el dinero inyectado en estas compañías hasta situarse ligeramente por debajo de los 1.500 millones de euros. El arranque de año no ha sido mejor, no sólo por el parón en los fondos internacionales, sino también el vivido en los nacionales: hasta mediados de marzo se han anunciado algo más de 500 millones en rondas, menos de la mitad de lo registrado un año antes.

La mayoría de los inversores consultados entienden que esta crisis del banco estadounidense introduce más incertidumbre en pleno reajuste -pese a que existe mucho dinero 'parado' sigue habiendo dudas sobre valoraciones-. Esas dudas se acentúan entre los fondos internacionales que son, a la postre, los que han concentrado una porción mayoritaria de la inversión en startups con ADN español. Como asegura la firma de análisis Pitchbook en un informe firmado esta misma semana, muchas gestoras internacionales de capital riesgo utilizaban a SVB como forma para financiarse para participar en rondas de capital antes de recaudar ese dinero de sus accionistas. "La quiebra ejerce más presión sobre un mercado de 'venture capital' que ya estaba tambaleándose por la desaceleración", apuntan. 

La firma de análisis Pitchbook asegura que la quiebra ejerce "más presión sobre un mercado de 'venture capital' que ya estaba tambaleándose por la desaceleración"

"En España tardaremos en ver los efectos, pero llegarán, pues Silicon Valley Bank era un grifo de liquidez significativo para fondos y para compañías", explica otro de los inversores históricos del capital riesgo español, quien insiste en que no va a ser un "cataclismo" pero sí va a afectar al mercado. Ya se han dado casos en los últimos días de operaciones de compraventa de acciones en secundario que han tenido que frenarse porque se iban a hacer por parte de inversores que tenían a SVB entre sus financiadoras para abordar la transacción.

Hay otros inversores que se muestran más optimistas sobre lo que sucederá y creen que el rescate sobre los depósitos lanzado por Estados Unidos permite frenar cualquier efecto contagio. Los próximos meses van a ser claves para determinar si la confianza en el sector se mantiene y si se reactiva la inversión de nuevo o se frena aún más. No hay que olvidar que hoy por hoy existen cantidades muy elevadas de lo que se conoce como 'pólvora seca', es decir, capital listo para invertir en las despensas de los fondos. Mucho de ese dinero sigue parado a la espera de que las gestoras determinen realmente el valor de estos activos y de que se despejen las dudas macroeconómicas.

La confianza en el sector

Una de las grandes patas de negocio de Silicon Valley Bank es 'venture debt', es decir, deuda especializada en compañías tecnológicas en crecimiento. Se trata de un tipo de producto financiero con condiciones específicas para este tipo de compañías. Es una de las opciones alternativas a las que se estaban abrazando las startups, también las españolas, en un escenario de sequía de capital tradicional. Esgrimiendo esta fórmula se evita fijar valoración hasta que el mercado se estabilice en próximos trimestres. Desde Pitchbook insisten en que podría haber un mayor escrutinio de este tipo de transacciones en el medio plazo.

La otra derivada de la situación hay que encontrarla en los accionistas de los fondos de inversión. Es lo que se conoce por su siglas en ingles LP (limited partner). Levantar capital entre socios 'tradicionales' es una tarea complicada en una situación normalizada en el sector. Esta sacudida del SVB no ayuda precisamente a mejorar esa confianza en unos activos con un potencial de revalorización alto, pero también con falta de liquidez. "Y ahora encima, con ruido", explica uno de esos gestores consultados. Hoy un puñado de gestoras españolas están enfrascadas en levantar capital para nuevos vehículos. 

Los problemas de liquidez con SVB se han resuelto tras el rescate a los depósitos ordenado por Estados Unidos. La venta de la división británica a HSBC por 1 libra esterlina ha contribuido a tranquilizar la situación, después de que el nuevo dueño haya confirmado que inyectará 2.000 millones para recapitalizar. El proceso venta de las divisiones de capital riesgo -con 8.800 millones de dólares bajo gestión invertidos en los principales fondos de capital riesgo- y del resto sigue su curso. Mientras tanto, las startups y las gestoras españolas siguen en guardia

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