Ensamblaje de furgonetas

Las sanciones llevan a Stellantis al cierre de su planta de coches en Rusia

El grupo automovilístico explicó que con esa suspensión de la actividad en la factoría de Kaluga garantiza "el respeto total del conjunto de las sanciones cruzadas" y también protege a sus empleados.

Citroen fábrica Stellantis
Citroen fábrica Stellantis
Europa Press

Desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania el pasado 24 de febrero cientos de empresas han anunciado la suspensión de su actividad, bien por manifestar su apoyo a Ucrania, bien por no poder continuar con la producción. Este último es el caso de la empresa automovilística Stellantis, la cual ha anunciado este martes el cese de producción en la única fábrica de producción de vehículos que tiene en Rusia, especializada en el ensamblaje de furgonetas.

La empresa ha tomado esta decisión ante el efecto de las sanciones y las dificultades para aprovisionarse de piezas. En el comunicado el grupo automovilístico explicó que esta suspensión de la producción en la fábrica situada en Kaluga pretende garantizar "el respeto total del conjunto de las sanciones cruzadas" y también proteger a sus empleados.  Así mismo, insistió en que condena la violencia y apoya "cualquier acción que permita restablecer la paz", en una alusión directa a la invasión rusa de Ucrania.

El anuncio de Stellantis demuestra como a través de las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional están poniendo en jaque a la economía rusa. El sector automovilístico es uno de los más afectados, el 15 de abril, 11 del total de las 14 fábricas internacionales anunciaban la detención temporal de sus líneas de producción, lo que implica una situación amenazante para miles de puestos de trabajo. Un impacto considerable teniendo en cuenta que genera de modo directo e indirecto más de 3,5 millones de empleos, según datos de 2018 del Ministerio de Industria y Comercio de Rusia. 

Aún así, ninguna de las empresas automotrices extranjeras con presencia en Rusia ha anunciado su salida total del mercado y solo la checa Skoda vinculó directamente el cese de la producción al conflicto en Ucrania. La mayoría explica la suspensión en sus operaciones con la ruptura de las cadenas logísticas a consecuencia de las sanciones.

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