La crisis del petróleo acecha a las familias y amenaza al Gobierno en plena campaña

  • Los contratos de futuros recogen importantes subidas por los incidentes registrados en Arabia Saudí y en las centrales nucleares francesas.
Gráfico gas, electricidad, petróleo.
Gráfico gas, electricidad, petróleo.

Se acabó lo que se daba. Se ha roto la calma en los mercados de la energía y el otoño puede ser caliente en lo que se refiere a los precios del petróleo, del gas y de la electricidad. Los ataques a las refinerías de Arabia Saudí, que produce el 10% del petróleo mundial, han llevado el temor al mercado, con subidas del crudo de referencia en Europa (brent) de hasta el 10,5% para las entregas de noviembre. No se registraba una subida de tal magnitud desde el año 1991, con la guerra del Golfo. No es sólo el petróleo. La tensión también ha llegado a los futuros de gas y de la electricidad por los problemas detectados en las centrales nucleares francesas, según muestran los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (Omip). La crisis amenaza los bolsillos de los consumidores y es una sombra ominosa para un Gobierno en funciones que encara una nueva campaña electoral.

En el mercado de la electricidad, la cuerda se empezó a tensar la pasada semana, con subidas del MWh que oscilaron entre un 10% para el cuarto trimestre de 2019 y un 5% para el año 2020. El precio al contado del MWh se sitúa en estos momentos en torno a los 47 euros MWh, pero supera los 58 euros para el cuarto trimestre. Se acabó lo que se daba. Y lo que se daba era un escenario de precios bajos, con el MWh de electricidad a mitad de precio que en 2018.

El primer calambrazo serio a los precios eléctrico vino de la compañía estatal francesa EDF. En un escueto comunicado, la compañía dio cuenta de "una desviación de las normas técnicas que rigen la fabricación de componentes de reactores nucleares". La traducción: hay fallos en las centrales que podrían obligar a parar los reactores. Ya sucedió en 2016. EDF se vio forzada a detener 21 de sus 58 reactores por defectos que afectaban a los generadores de vapor.

Parones y subidas

Aquel parón provocó una subida del 40% en los precios de la luz en Francia, del 30% en Alemania y del 6% en España. Francia exporta energía, pero el cierre de nucleares puede convertir el país en importador neto, con el consiguiente tirón de precios en otros mercados. Expertos como Jorge Morales de Labra, director de Próxima Energía, sostiene que, pese a la subida de precios en el mercado eléctrico en los últimos días "no hay lugar para el alarmismo". Porque se parte de un nivel de precios eléctricos muy bajo y porque materias primas como el gas natural están todavía en niveles mínimos. Eso sí, la inquietud y los movimientos bruscos a corto plazo revelan, en opinión de Morales de Labra "la dependencia extrema del país" en materia energética.

El director de mercados y clientes de Naturgy, José Luis Gil, también cree que la agitación puede ser algo momentáneo. Según explica, aunque el petróleo se utiliza como un índice de referencia para otras materias primas, el uso de medias semestrales para fijar los precios del gas permitirá amortiguar las subidas de estos días. Más aún. Aunque los contratos de futuros sí muestran subidas importantes, en el caso del gas se debe más a que sobra y se ofrece con rebajas que a subidas reales de cotización.

Para saber si las subidas son un sólo espasmo por el 5% de la producción de crudo que se ha ido al garete tras los ataques a las refinería saudíes o el comienzo de algo más serio hará falta tiempo. La clave, señalan fuentes del negocio petrolero, es cuánto tiempo puede tardar Arabia Saudí en recuperar la producción de las dos principales refinerías del país. Los expertos señalan que el plazo puede ser de semanas o meses más que de días.

Prima de riesgo

Rubén González (Gesternova) cree que, pese a todo, el impacto de la inestabilidad en el mercado del crudo en la factura energética de los consumidores será limitado. A medio plazo, apunta, puede haber un mayor impacto por el aumento de la prima de riesgo en los contratos de crudo, pero nada alarmante. En su opinión, el mercado eléctrico ha descontado ya los problemas en las nucleares francesas mientras que el mercado del gas tampoco sufrirá grandes oscilaciones al mantenerse un estado de ligera sobreoferta durante los dos próximos años. 

En todo caso, el  gas también nota la agitación del mercado mundial. Los contratos de futuros han dado un brinco desde los 12,86 euros MWh hasta los 16,07 euros de las entregas en octubre. Una subida por encima del 20% que, si se mantuviera en el tiempo, sí podría tener un impacto notable en la factura energética.

Las empresas más directamente afectadas por las subidas -transportistas, autocares, aerolíneas- cruzan los dedos para que la agitación sólo sea temporal. España es un país muy dependiente en energía. Importa el 73% de la energía primaria que consume y el petróleo constituye la principal fuente -el 43% del total-.

Esa dependencia tiene un alto coste. El pasado año, con un récord de compras, el país pagó 40.332 millones en el total de productos energéticos incluyendo también gas, carbón y electricidad. La balanza comercial energética, deficitaria, se compensa -o se compensaba- con la venta de productos refinados al exterior.

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