El Supremo confirma que las peticiones masivas de licencias VTC son legales

  • El Alto Tribunal otorga 200 autorizaciones a uno de los gigantes del sector al entender que no hay limitación en la normativa a las reclamaciones.
Cabify se la juega en Latinoamérica.
Cabify se la juega en Latinoamérica.
EFE

Desde 200 a 300 y hasta 400. Algunos de los gigantes del sector de las autorizaciones de vehículo con conductor (VTC), utilizadas por plataformas como Uber y Cabify y principal enemigo del taxi, solicitaron en el pasado grandes paquetes de licencias a la administración que ahora están siendo concedidos por el Tribunal Supremo. ¿Es legal? El Alto Tribunal lo ha estudiado y concluye que la ley no pone trabas a las solicitudes masivas.

Entre 2009 y 2015, particulares y empresas acudieron a las autonomías para solicitar licencias VTC. Se aprovechaban de la liberalización que acarreó la llamada ‘ley ómnibus’, con la que el límite de una de estas autorizaciones por cada 30 de taxi quedaba sin efecto jurídico. Las primeras respuestas eran negativas pero llegaron los recursos judiciales. El Tribunal Supremo ha ido confirmando una por una todas las concesiones hasta el año 2015, cuando el Gobierno de Rajoy frenó la sangría con la aprobación de un nuevo reglamento por decreto-ley.

Entre esas solicitudes a la administración no han sido pocas las que contenían paquetes de hasta 400 licencias. Hasta ahora, el Tribunal Supremo sólo se había pronunciado sobre si era o no legal la concesión, pero no en la cantidad de estas autorizaciones. Hasta que la Federación Sindical del Taxi de Valencia puso el argumento encima de la mesa: “El acto impugnado tuvo por objeto una masiva solicitud de autorizaciones formulada por una sola mercantil, lo que excede aparentemente los límites normales del ejercicio del derecho a obtener el título habilitante”.

Lo hizo en sendos recursos para tratar de frenar la concesión de un paquete de 200 y otro de 50 a Ares Capital, la empresa histórica del sector que fue vendida por 140 millones de euros a un fondo de inversión. La organización defendía que las autorizaciones de transporte se conceden de forma individual “y con la finalidad de que sea el solicitante quien desarrolle tal actividad”, tal y como queda reflejado en la sentencia a la que ha tenido acceso La Información.

Ahora, el Tribunal Supremo ha decidido sobre uno de esos recursos. Y el resultado: es legal esta petición y no hay ningún impedimento jurídico para ello. Ni en el artículo 47 ni en el 48 de la Ley de Transportes de 2013 se contempla ningún tipo de restricción del número de solicitudes bien por un particular o por una sociedad mercantil. El Supremo admite que en el planteamiento subyace “la problemática de la transmisibilidad de dichas licencias”. Pero entiende que las consideraciones sobre el destino y la finalidad de las licencias “no presentan relevancia”.

De esta forma, el Alto Tribunal da luz verde a la concesión de otras 200 licencias para Ares Capital en Valencia. Estas autorizaciones serán explotadas por Moove Cars, uno de los ‘amos’ del sector liderado por el fondo King Street y con un consejo en el que se encuentran caras visibles de la empresa española como Jaime Castellanos, expresidente del antiguo Grupo Recoletos y hoy presidente de Lazard, Manuel Puga, exdirectivo de Adif, o Rafael García-Tapia, procedente de Corpfin Capital.

9.000 licencias más pendientes

Estas licencias forman parte de la última hornada de sentencias del Tribunal Supremo. El aluvión ha sido muy llamativo. En enero de 2015 había, según los datos del Minsterio de Fomento, 3.474 autorizaciones registradas formalmente. Dos años más tarde, esa cifra ascendía a 5.285. Desde el arranque de 2017 hasta hoy prácticamente se han duplicado hasta superar en agosto la barrera de las 10.000. El ministro del ramo confirmó ayer en sede parlamentaria que esperan la llegada de otras 9.000 por vía judicial.

Mientras estas estas sentencias se van sucediendo, los grandes grupos gestores de flotas siguen sacando la chequera para hacerse con el mayor número de licencias. Auro New Transport, antigua Gesstaxi y liderada por el exjefe del taxi, José Antonio Parrondo, ha adquirido siete sociedades desde finales del año pasado. Y Vector Ronda Teleport, la compañía de Cabify y el exdueño de Pepepehone Rosauro Varo, han comprado seis desde febrero. De esta forma, la inmensa mayoría de los coches serán controlados por estos gigantes.

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