Reemplazo de trenes

Talgo se aferra a Rusia y se expone a las sanciones por la invasión en Ucrania

El fabricante español no ha comunicado su salida del país, a diferencia de otros rivales como Hitachi o Alstom. Allí cuenta con una fábrica de mantenimiento e ingresos por más de 5 millones.

Tren Talgo INGETEAM (Foto de ARCHIVO) 29/6/2021
Un tren Talgo en España.
INGETEAM

Una semana después de que se iniciara el ataque ruso sobre Ucrania y de conocer las sanciones económicas para el invasor, algunas empresas españolas se mantienen en el país pese al largo listado de compañías que anuncian el fin de las relaciones comerciales. El fabricante de trenes y material ferroviario Talgo, a diferencia de muchos de sus rivales, no ha comunicado su salida de la región, en la que está instalada desde hace casi una década. Allí cuenta con una veintena de trabajadores e ingresa cada año cerca de cinco millones de euros.

Las consecuencias de la guerra ya se notan. Russian Railways (RZD), la Renfe rusa, ha comunicado que desde el 10 de marzo los trenes de alta velocidad Strizh, fabricados y mantenidos por Talgo, dejan de operar la ruta Moscú - Nizhny Novgorod, la quinta ciudad más poblada del país. Los sustitutos serán cinco trenes Lastochka, conocido popularmente como “goldondrina” y cuyo fabricante es Siemens. Talgo operaba este servicio desde junio de 2015 y lo calificaba como una de las líneas más importantes del sistema interior de transportes del país.

En la prensa rusa se apunta a que esta decisión podría estar motivada por las sanciones económicas sobre el país a raíz de la invasión sobre Ucrania. Las fuentes consultadas por La Información señalan que la decisión de los ferrocarriles rusos podría deberse a que Talgo ya no garantiza allí el mantenimiento. Contactada en varias ocasiones por este medio, la compañía no ha querido realizar ningún comentario.

La historia de Talgo y Rusia se remonta a 2012. Ese año, la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, asistió a la firma de un acuerdo marco entre Talgo y el instituto ferroviario ruso VNIZht, para el desarrollo de un tren de la compañía española con tecnología propia adaptado a las necesidades climatológicas y tecnológicas rusas. Un año después, la compañía anunciaba que iba a constituir una oficina en Moscú para consolidar su presencia en el país.

La relación institucional ha continuado reforzándose durante los siguientes años. En 2019, José Luis Ábalos visitaba las instalaciones de Talgo en Moscú y destacaba que la presencia del fabricante de trenes español en el mercado ruso era “un ejemplo a seguir”. Y solo un año antes, el presidente de la compañía, Carlos de Palacio, recibía la prestigiosa condecoración Agustín de Betancourt de manos del embajador de la Federación de Rusia en España, Yuri P. Korchagin, en reconocimiento al papel del fabricante en el sistema de transportes ruso.

Las fuentes consultadas explican que los problemas para la compañía podrían escalar si el conflicto bélico afecta a otros dos países cercanos, ambos antiguas repúblicas soviéticas: Uzbekistán y Kazajistán. En Uzbekistán opera desde 2011 el servicio entre las ciudades Taskent, la capital del país, y Samarcanda, la segunda ciudad más habitada, a través de los Talgo 250 que fueron diseñados para circular por ancho de vía ruso. En Kazajistán, la empresa ha recibido su mayor encargo hasta la fecha: 3.000 coches para las próximas décadas. 

Éxodo de empresas

Talgo es una muestra de las empresas que se resisten a abandonar el país. Muchas empresas españolas con elevada exposición han renunciado a continuar operando mientras no se resuelva el problema con Ucrania. Es el caso de Inditex, que tiene allí su segundo mercado -solo por detrás de España-, Tendam o Mango. Sin embargo, Talgo ha optado por guardar silencio, pese a que incluso ha sido interpelada a través de las redes sociales. Hasta hace dos semanas, la compañía declaraba estar operando en el país "sin incidencias".

En todo caso, Talgo defiende que su exposición es muy limitada, ya que la Federación Rusa apenas representa el 1% de todas sus ventas. De acuerdo a la información depositada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la región aportó 5,1 millones de euros en 2021, cifra que mejoró la del ejercicio anterior. La compañía opera a través de la sociedad OOO Talgo, con sede en Moscú y participada al 100% a través de dos sociedades del grupo, Patentes Talgo SLU (87,5%) y Talgo Kazajistán SLU (12,5%). 

Lo cierto es que Talgo también es una rara avis si se observa el movimiento de otros fabricantes de trenes. El francés Alstom anunció la suspensión de sus entregas a Rusia y sus inversiones en el país, aunque no venderá su participación en el constructor local Transmashholding. También anunció su adiós la japonesa Hitachi, que había recibido una solicitud expresa por parte del viceprimer ministro ucraniano, Mykhailo Fedorov.

La alemana Siemens Mobility, por su parte, afirmó estar "gravemente preocupada por el ataque militar ruso a Ucrania, que es una clara violación del derecho internacional" y la suiza Stadler declaró al medio especializado Railway Gazette International que actualmente no tiene ningún pedido de Rusia en su cartera, por lo que no esperaba "ningún impago".

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