Conflicto tarifario

Las aerolíneas se revuelven contra Aena y plantan batalla por las tarifas de 2023

Las patronales IATA y ALA junto a Ryanair enmiendan ante Competencia la propuesta que Aena aprobó en julio. El gestor aeroportuario, que ya se impuso en 2022, ha presentado alegaciones este mes de octubre.

Maurici Lucena
Maurici Lucena, presidente de Aena
CONTACTO vía Europa Press

Nuevo frente en el horizonte por las tarifas aeroportuarias. Si para las de este 2022 Aena tuvo que defender su propuesta ante la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), las del próximo año también prometen dar guerra. El gestor aeroportuario acaba de realizar alegaciones hace apenas 15 días ante la sala de supervisión regulatoria, después de que la patronal internacional IATA, la nacional ALA y la low cost Ryanair presentaran enmiendas a finales de septiembre a la propuesta que Aena aprobó en consejo de administración en julio, en la que se plantea una subida de tasas tras los tres años de pandemia.

Así lo afirma la propia compañía en su informe trimestral, en el que explica en qué punto está su propuesta de subida de tasas para el próximo ejercicio. El Consejo de Administración de Aena, en su reunión celebrada el 26 de julio, aprobó una propuesta tarifaria aplicable a partir del 1 de marzo de 2023 en la que el ingreso máximo anual ajustado por pasajero (IMAAJ) sea de 10,01 euros, lo que supone un ligero aumento (0,7%) respecto al IMAAJ de este año. Aena afirma que esta nueva propuesta es consecuencia de los ajustes que el Dora establece en relación con los incentivos por el desempeño de los niveles de calidad, la ejecución de inversiones o el nivel de tráfico al cierre de 2021, entre otros.

La última palabra, de nuevo, la tendrá la CNMC, que el pasado mes de febrero fijó el IMAAJ de 2022 en 9,95 euros. Se espera que el regulador vuelva a pronunciarse de nuevo durante el primer trimestre del próximo año. La decisión de este año supuso una rebaja tarifaria del 3,17% respecto a 2021 y dejó más contenta a Aena que a las aerolíneas. Pese a que para los gestores aeroportuarios nunca es positivo que las tarifas a cobrar a las aerolíneas sean bajas, sí es cierto que al mismo tiempo ganan competitividad frente a otros aeropuertos europeos

Las aerolíneas, en cambio, consideraban que era necesario un recorte todavía mayor de estas tasas. En su opinión, la reducción tarifaria podría haber sido más severa (-10,99%) si no se le hubiese permitido a Aena recuperar los gastos incurridos durante la pandemia (las medidas y controles sanitarios por el coronavirus realizados en los aeropuertos, principalmente) a costa de las compañías aéreas. Estos costes ascendieron a 59 millones de euros en 2020 y 81 millones de euros en los primeros nueve meses de 2021.

Tanto el ajuste de 2022 como el que se materialice el próximo año están enmarcados en el segundo Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) de Aena. Este documento, que supone el marco de entendimiento general entre compañías aéreas y el gestor de la infraestructura, prevé entre 2022 y 2026 una inversión de la compañía semipública de 2.250 millones de euros en los aeropuertos de su red y una congelación en la senda tarifaria respecto al primer Dora. 

Salto al contencioso

Sobre las quejas formalizadas por Ryanair e IATA ante Competencia el pasado año, la sala de supervisión regulatoria decidió desestimar el caso y dar directamente la razón a Aena. Los costes Covid-19 "han sido debidamente supervisados por la CNMC y, contrariamente a lo alegado por Ryanair, únicamente incluyen gastos permitidos por la normativa específica. Por ejemplo, solo se han imputado los medios telemáticos relacionados con la provisión de los servicios aeroportuarios básicos, no el teletrabajo en general", explicaba el regulador en su resolución.

Al margen del rechazo a asumir los gastos de la Covid, la patronal de las aerolíneas también enmendó que Competencia premiase a Aena aprobándole los incentivos de calidad (satisfacción de los viajeros, limpieza...), una variable que se tiene en cuenta a la hora de calcular la fórmula del IMAAJ y que técnicamente se conoce como parámetro B. IATA justificaba su postura en "la situación de excepcionalidad" de la pandemia.

Pese a que las decisiones de Competencia son vinculantes, algunas aerolíneas se han revuelto y han abierto la vía judicial en el Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional para poder retrotraer el proceso al agotarse la ventana administrativa. Tal es el caso de Emirates, Lufthansa y Ryanair, que anunciaron recursos contenciosos administrativos frente a la resolución de la CNMC del pasado 17 de febrero. En el caso de las dos primeras, Aena explica en su reporte trimestral que no tiene constancia de que se "hayan formalizado sus demandas".

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