Averigua la tasa turística de tu destino estival (y el truco para no pagar doble)

  • Las tasas por viajar a distintas capitales europeas se han incrementado este año. En España, solo Cataluña y Baleares tienen este impuesto que crece. 
Fotografía de la Praça do Comércio en Lisboa.
Fotografía de la Praça do Comércio en Lisboa.
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Hacer una ruta con parada en distintos establecimientos por el vecino Portugal este verano 2019 puede presentarse molesta si no se toma una sencilla precaución: pedir una factura de la tasa turística al abonarla en el hotel. Y es que al ser cantidades pequeñas (en Portugal son dos euros, frente al euros de 2018) es algo que solemos hacer en efectivo y al final. Y sin ese resguardo tendremos que abonar ese plus cada vez que pernoctemos en un establecimiento. 

Pero no solo el país luso ha incrementado su tasa turística por noche de pernoctación un cien por cien de cara a este verano. Hay cerca de 150 ciudades de 21 países que han hecho modificaciones para quienes deseen alojarse en un hotel o en un piso turístico. Uno de esos países es España, donde por ahora hay solo dos comunidades que imponen un gravamen por dormir cada noche (camping incluido): Baleares y Cataluña.

Madrid y Munich, libres de tasas

El buscador de viajes Liligo.com ha actualizado este 2019 su análisis de las tasas turísticas con lo que hay que pagar al pasar por recepción. En la mayoría de las ciudades se trata de tasa fija por noche y persona, mientras que en otras ciudades como Berlín, Viena o Ámsterdam se concibe como un porcentaje aplicado al total de la factura del alojamiento. En este contexto general de aumento de tasas turísticas en Europa, destaca el singular caso de Madrid y Múnich, unas ciudades que, por el momento, están libres de tasas. Pero, ¿dónde se paga más? 

La lista de destinos españoles con las tasas turísticas más elevadas está encabezada por las Islas Baleares. Palma de Mallorca, Menorca e Ibiza ocupan los tres primeros puestos con tasas que varían entre los 1 y 4 euros. Les siguen las ciudades catalanas de Barcelona (entre 1,10 y 2,25 euros) y Gerona (entre 0,50 y 2,25 euros). Unos números que sitúan a Baleares y Cataluña como dos de las regiones con las tasas turísticas más elevadas de Europa. 

Todo esto teniendo en cuenta que las tasas solo operan en Baleares y Barcelona. Ojo. Y es que las islas Pitiusas, tras haber duplicado las tasas turísticas el 1 de enero de 2018, mantiene sus precios. Así, Mallorca, Ibiza, Formentera y Menorca presentan tasas de 4 euros por persona y noche en los hoteles de cinco estrellas, de 3 euros para los de cuatro y de 2 euros para los de dos y tres estrellas. Alojamientos como hostales, residencias o casas rurales están gravados con 2 euros. Los más baratos son los campings y pensiones: 1 euro por persona.

El caso de Sevilla

Pero en nuestro país hay posibles nuevas incorporaciones. Se trata de Sevilla.  El alcalde socialista de Sevilla, Juan Espadas, solicitará al Gobierno central una modificación de la Ley de Haciendas Locales para que las ciudades puedan implantarla de manera autónoma, porque, de momento, están sujetas a lo que dicte el ejecutivo regional. El regidor se muestra seguro de la utilidad de este gravamen, que reportaría alrededor de siete millones de euros al año, según sus cálculos.

Sevilla debate si imponer la tasa turística.
Sevilla debate si imponer la tasa turística. / EFE.

En una entrevista con 'ABC' admitió con claridad que está "a la espera de que haya Gobierno de nuevo para volver a plantear que una ciudad turística como Sevilla pueda tener tributos propios ligados a esta actividad". Insistió en que el modelo que tiene en mente es el de Lisboa, que empezó a aplicar en 2016 una tasa de un euro por persona y día hasta un máximo de siete, a excepción de los menores de trece años.

Italia, el país son más gravámenes

A nivel internacional, Liligo.com detalla que Italia sigue siendo la campeona de las tasas turísticas en el continente, con gravámenes que oscilan entre los 1 y los 5 euros, dependiendo de la ciudad. En el caso de Alemania y Holanda, nos encontramos también frente a países caros, sobre todo si se quiere viajar a sus capitales (especialmente porque en ellas rige la modalidad de tasa turística que grava un porcentaje del coste total del alojamiento). A este respecto, resulta llamativo el caso de Holanda, que en el último año ha aumentado este porcentaje de un 5% a un 7% para pernoctar en Ámsterdam. 

Especial atención merece también el caso francés, que en el último año ha aumentado sustancialmente sus tasas al alojamiento turístico. Por ejemplo, el incremento de las tasas turísticas en París con respecto al año pasado ha sido de un nada despreciable 12%. En Lyon, el impuesto se ha encarecido sustancialmente para hoteles de cinco estrellas: nada más y nada menos que hasta un 49%. Aunque probablemente el caso más llamativo sea el de Niza, ciudad en la que, con respecto a 2018, la tasa turística se ha cuadruplicado.

Pero, ¿para qué sirve esta tasa? En teoría es un tributo que grava el impacto medioambiental causado por el turista, con el fin de que su recaudación contribuya a mejorar las infraestructuras y el desarrollo del sector. Utilizadas en ocasiones como supuesto medio disuasorio en el intento por frenar el turismo masivo, la imposición de este gravamen está generalmente en manos de las autoridades locales y regionales. Son éstas las que deciden si cobran la tasa al turista que pernocta en sus alojamientos y si varían los importes de la misma cada año. Ahora solo queda analizar si lo recaudado por los consistorios de Barcelona y Baleares se revierte en lo pactado. 

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