Espera 120 millones

Tebas renuncia a la exclusiva del fútbol en los bares ante la ausencia de ofertas

LaLiga comercializará los derechos de retransmisión de la hostelería entre todos los operadores. Mediapro era el que tenía ese paquete exclusivo adjudicado en 2018.

Javier Tebas en el congreso World Football Summit.
Javier Tebas en el congreso World Football Summit.
WFS/ Europa Press

LaLiga tendrá que comercializar los derechos de retransmisión de la competición en bares y establecimientos hosteleros sin régimen de exclusividad. La patronal de los clubes se ha visto obligada a ello después se que haya quedado desierto el concurso, que hace más de tres años ganó Mediapro. Pese a esta decisión, el organismo presidido por Javier Tebas espera unos ingresos medios por cada una de las cinco temporadas de 120 millones de euros. Este movimiento se produce después de adjudicar a Telefónica y Dazn por casi 5.000 millones de euros los derechos para emitir los partidos en los hogares.

Este jueves finalizaba el procedimiento de solicitud de ofertas del Lote 8 de la subasta de derechos, en el que se incluía la retransmisión en establecimientos públicos, bares y restaurantes. En las últimas cuatro semanas ha estado abierto el proceso sin que se haya recibido ninguna oferta. Esto obliga a plantear el procedimiento 'no exclusivo', es decir, todos los operadores -telecos, grupos audiovisuales o empresas de streaming- pagarán por los partidos, previsiblemente, menos debido a que no lo harán en solitario.

Pese a esa reducción del precio al no ser una emisión en exclusiva, LaLiga confía en que la nueva modalidad "maximice" el alcance, generando una mayor competencia y facilitar llegar a más establecimientos públicos. Aún no han hecho pública la forma en la que saldrá a subasta. Esto se decidirá y se hará publico en los próximos días.

Con este lote se juega en torno a un 10% de los ingresos por derechos de retransmisión. Aun con ese régimen de no exclusividad y la reducción de los precios unitarios para cada operador, defienden que registrarán un ingreso medio de 120 millones de euros, lo que supondrá una mejora de los ingresos en el periodo 2019/2020 a 2021/2022. Mediapro era el 'dueño' hasta esta temporada de este lote por unos 120 millones. Pero esa mejora vendría porque en el verano de 2020 se renegociaron a la baja los términos después del estallido de la pandemia y el efecto en la hostelería.

Ya hace unos meses, LaLiga logró la adjudicación de los derechos de retransmisión para las próximas 5 temporadas en el segmento residencial con muy poca deflación. En total, 4.950 millones de euros comprometidos por Telefónica -que se queda con el 55% de los partidos disputados- y el gigante del streaming Dazn -que controlará el 44%-. Ambos ya llegaron a un acuerdo para que la teleco española tenga acceso al contenido que no tenía en exclusiva abonando 280 millones por temporada.

Los derechos son un arma económica importante en un año en el que no se recuperarán los niveles 'pre-covid' en las cuentas de los clubes de fútbol. LaLiga pronosticaba recientemente que las pérdidas netas de los equipos rozarán los 300 millones de euros en el periodo 2021-2022 debido a que los ingresos siguen estancados por la caída en el castigado mercado de compraventa de jugadores.

Dazn y Orange siguen negociando

El paquete de los bares no ha sido una excepción y la duración se ha fijado en cinco años. Esto ha sido ampliamente criticado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en varios de los informes sobre las sucesivas subastas que han tenido lugar en los últimos meses. El organismo regulador ha insistido en que la decisión de ampliar los plazos reduce la competencia. Sin embargo, LaLiga ha mantenido esa decisión pues el pronunciamiento de la entidad presidida por Cani Fernández no es vinculante.

Mientras tanto, Orange y Dazn continúan con las conversaciones para que la operadora francesa pueda tener acceso a los partidos de la plataforma. Aún no se ha llegado a un acuerdo y los plazos están apurándose, pues la finalización de las conversaciones en cualquier sentido no podría irse más allá de principios del mes de mayo. Los galos ya utilizaron su poder de compra a Telefónica en el mercado mayorista para tratar de reducir el precio exigido por los británicos.

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