Nuevo caballero blanco

Las telecos abrazan al comisario Breton como aliado en su pelea en Bruselas

Telefónica y el resto se agarran al exCEO de Orange como su salvador, no sólo en el pago de las redes sino en la ola de fusiones frente a Vestager. Pero el político quiere esquivar una guerra con los gigantes tech.

Thierry Breton
Thierry Breton
Agencia EFE

Thierry Breton el caballero blanco de las operadoras de telecomunicaciones en los duros y fríos despachos de Bruselas. Habla su mismo idioma y defiende unas tesis cercanas a las suyas. El que fuera consejero delegado de Orange a principios de los 2000 se ha convertido en la gran esperanza de este sector. Las grandes compañías, entre ellas las tres principales que operan en España, se han abrazado al comisario de Mercado Interior como su gran valedor en esta particular batalla regulatoria para reducir la presión y mejorar los retornos económicos en la industria. Y lo han escenificado en el Mobile World Congress (MWC).

Este lunes, el político francés se reunió con los ‘primeros espadas’ de los grandes nombres de este mercado, incluido Álvarez-Pallete, dando por hecho que empujará por cambiar algunas de las arcaicas ‘reglas del juego’ actuales. Su enfoque es mucho más pragmático que el de su homóloga de Competencia, Margrethe Vestager. Su objetivo último es que Europa (y, por ende, España) no pierda la carrera por el despliegue de infraestructuras, aunque para eso haya que cambiar la regulación y hacer que otras compañías paguen para financiar los despliegues.

En algunas de las reuniones que mantuvo ayer con las operadoras de telecomunicaciones, según explican fuentes conocedoras, se plantearon dos puntos muy claros. Uno era el que todo el mundo esperaba: la compartición de costes de despliegue y mantenimiento de redes entre operadoras y compañías como Netflix, Amazon o Google como grandes consumidores de datos. “Necesitaremos encontrar un modelo de financiación para las gigantescas inversiones que se necesitan que respete y preserve la libertad de elección del usuario y la libertad de ofrecer servicios en un campo de juego justo y competitivo”, apuntó en su presentación inaugural del Mobile.

El otro asunto que ha tratado en esas reuniones es el de la unificación de espectro radioeléctrico en el mercado europeo. Esta es condición ‘sine qua non’ para conseguir que haya una verdadera ola de compras y fusiones de operadores grandes en el continente europeo, pues la existencia de reglas y activos muy diferentes entre los mercados hace que las sinergias de las potenciales transacciones sean limitadas. Breton, que además insiste en que es necesario eliminar potenciales obstáculos para esas uniones, entiende que no se está aprovechando realmente el potencial que tiene el territorio europeo con 440 millones de ciudadanos.

Ambas han sido cuestiones con las que se ha desgañitado el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en su ofensiva regulatoria. Tanto para el ejecutivo español, como para algunos de sus homólogos en Europa, Breton es alguien que habla su mismo idioma. Es ingeniero eléctrico e informático y no sólo ha sido consejero delegado de la antigua France Telecom, sino también en la consultora tecnológica Atos. Es sensible a las cuestiones que preocupan a las operadoras, como el de la ‘reglas del juego’ o el de la reducción de competidores. Y su papel de ‘poli bueno’ frente a Vestager ha conquistado a un sector que busca una referencia clara en Bruselas para que 2023, como ha prometido Telefónica a sus inversores, se convierta en el año de los cambios regulatorios relevantes.

Breton huye de cualquier guerra con las tecnológicas y busca su colaboración, como también lo ha hecho ahora el propio presidente de Telefónica

Las operadoras de telecomunicaciones han vivido una suerte de ‘guerra fría’ con Bruselas desde hace años. Las duras exigencias regulatorias y la decisión de frenar cualquier operación de fusión relevante que redujera la dura competencia desatada en la última década pesaban como una losa. Vestager ha ejercido una cierta mano dura con el sector, al que ha sometido a unas reglas que implicaban que hubiera, por norma general, cuatro compañías con red en cada uno de los mercados. Por contraposición, Breton -que no le tembló la mano a la hora de aprobar regulaciones duras contra las empresas tecnológicas- tiene en su cabeza la necesidad de cumplir con los despliegues de infraestructura necesarios de cara al horizonte 2030. Y entiende que exprimiendo más a las operadoras no es la mejor manera.

Esta mayor sensibilidad no quiere que sea interpretada como que ha elegido un bando. “Esto no es si el interés de una parte prevalece sobre la otra”, admitió en su discurso. No busca la confrontación y lamenta que la consulta haya sido descrita por muchos analistas del mercado como una batalla entre las grandes operadoras y los gigantes tecnológicos. “Una elección binaria entre aquellos que proveen redes hoy y aquellos que las alimentan con tráfico. Esto no es cómo vemos nosotros las cosas”, apuntó. Da a entender que si no tiene la colaboración de los Netflix, Amazon o Google, va a ser muy difícil generar dinámicas que realmente remen en la dirección de avanzar en redes ultrarrápidas en el próximo lustro. 

Y es justo lo que también está haciendo el propio Álvarez-Pallete durante este Mobile World Congress. El de las telecos es un equilibrio muy complicado, pues con una mano exige dureza contra los que cargan sus ‘autopistas’ de información de tráfico. Con la otra colabora con ellos porque son dueños de una parte relevante de la arquitectura actual de internet y la nube. Por eso el presidente ejecutivo rebajó un par de grados la temperatura en sus palabras frente a lo que dijo justo hace unos días en la presentación de resultados anuales de la compañía. La conclusión: “Necesitamos colaboración”.

Calviño se suma

En este juego de alianzas, Telefónica y el resto cuentan también con un aliado algo menos esperado: el Gobierno español. La vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, les volvió a hacer un guiño defendiendo la idoneidad de ese pago por el uso de las redes y metió prisa a Breton y el resto de la Comisión Europea para que tuviera lista la consulta pública y así bajo la presidencia española de la Unión Europea -que tendrá lugar en el segundo semestre de este año- se pudiera acelerar al máximo la legislación de esa ‘contribución justa’.

La batalla del pago por las redes es muy antigua. Ya a finales de la década de los 2000 se empezó a plantear por algunas compañías. Hoy, quince años después, empieza a tomar forma en Bruselas. Las telecos, con Telefónica como cabeza más visible, quieren tener una referencia clara después de años con una relación tensa con Vestager. Breton es uno de los elegidos y el Mobile World Congress de 2023 ha servido para escenificarlo. Queda por ver si realmente esa mayor sensibilidad se traduce en algo más.

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