Las operadoras de telecomunicaciones tratan de sostener su negocio de venta de móviles en España. En un momento de frenazo en este mercado, Telefónica, Vodafone y Orange han amortiguado durante el segundo trimestre la caída libre vivida en el arranque del año. Los ingresos por este concepto cayeron, según sus propias cifras, en torno al 4%, muy por debajo del descenso de más del 12% que marcó el primer trimestre.
Durante años, la venta de móviles se convirtió en una actividad muy lucrativa para las grandes operadores. No sólo porque se esgrimieron como un argumento comercial para la venta de productos vinculados a las telecomunicaciones, también porque fue una vía de ingresos significativa. La eliminación generalizada de las subvenciones a los terminales de hace más de un lustro implicó una ralentización que se ha acentuado con el frenazo global en este segmento por la menor tasa de cambio de dispositivos por parte de los clientes.
El arranque de 2019 fue un drama para las operadoras en este capítulo. Entre enero y marzo, los ingresos procedentes por esta distribución de 'smartphones' cayeron por encima del 12% (más de 300 millones de euros), según las cifras que hacen públicas todas las compañías en sus diferentes cuentas de resultados. En este sentido, en Vodafone se contabiliza el capítulo 'Otros ingresos', en el que mayoritariamente se incluyen estas ventas. La empresa no ha precisado la cifra concreta.
Compañías como la francesa Orange lo justificaron en ese frenazo del sector y, sobre todo, en la elección mayoritaria por parte de sus clientes en España de móviles de bajo y medio coste. Ante el desplome, las compañías han logrado mejorar algo las cifras. En total, durante el segundo trimestre de este año, la caída ha sido de algo más del 4%, con 345 millones de euros.
Vodafone es la que peor parada sale con un descenso por encima del 9% de ese capítulo de 'Otros ingresos'. La operadora británica ha tratado de impulsar las ventas de los tres principales dispositivos móviles 5G para sus primeras ofertas con estas conexiones ultrarrápidas que se lanzaron oficialmente a mediados del mes de junio: Samsung Galaxy S10, LG V50 ThinQ y Xiaomi Mi Mix 3.
Telefónica está en el lado opuesto y, pese a que este capítulo representa unos ingresos testimoniales para su negocio en España, ha mantenido estables las ventas (89 millones de euros). Orange cae ligeramente, después de haber vivido un desplome del 17% en los primeros tres meses. En el caso de la compañía gala, el peso es mayor y supone más de uno de cada diez euros que entran en su caja.
Las cifras a nivel global
Este comportamiento de las operadoras se ha dado en un contexto de ligera caída en ventas a nivel global. Según las cifras hechas públicas la pasada semana por la consultora Gartner, las ventas de móviles en todo el mundo cayeron un 1,7% durante el trimestre acabado en junio, con una demanda de teléfonos móviles de alta gama ralentizada. Pese al veto de Estados Unidos, Huawei elevó sus cifras un 16,5% frente a un desplome del 13% en el caso de Apple. ¿La razón? Las ventas disparadas en su mercado de origen, China.
En Europa el comportamiento fue muy diferente. Las ventas en las principales plazas europeas -España, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido- se desplomaron un 40% en el mes de junio -tras conocerse los efectos del veto del Ejecutivo de Donald Trump-, según las cifras de Kantar.
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