Una fuerte inversión

Las telecos preparan sus ofertas ante la subasta de 5G bajo el 'síndrome Huawei'

  • El nuevo Gobierno mantiene la puja para el mes de marzo y la entrega del espectro a las operadoras entre los meses de mayo y junio.
5G Necotium
5G Necotium
EFE

Arranca un año clave para las telecos. No es el de la consolidación del sector, pese a las repetidas reivindicaciones de los grandes operadores para que Europa abra la mano. Pero sí es el de la subasta de espectro radioeléctrico para las redes ultrarrápidas 5G en el mercado español. El nuevo Gobierno liderado por Pedro Sánchez mantiene sus planes de llevar a cabo la puja en el entorno de marzo, para luego completar todo el proceso entre mayo y junio. Todo será bajo la alargada sombra de las presiones de Estados Unidos por Huawei.

Nadia Calviño será la próxima vicepresidenta económica. Es una de las pocas certezas de los nombramientos de ministros en el nuevo gobierno de PSOE y Podemos. De su departamento dependerá la Secretaría de Estado de Agenda Digital, hoy ocupada en funciones por Francisco Polo. Los nombramientos se producirán en las dos próximas semanas. Pero sea ratificado el antiguo responsable de Change.org para España o no, la hoja de ruta del Ejecutivo debe seguir adelante para cumplir con el calendario del segundo dividendo digital.

Este proceso no es más que la liberalización de la banda de frecuencias de 700 Mhz, especialmente indicada para las conexiones 5G. Hasta ahora estaba ocupada por los principales canales de la Televisión Digital Terrestre (TDT). El plan es que estas frecuencias estén libres antes del 30 de junio, como así exigía la Unión Europea, para lo que ya se ha iniciado una oleada de cambios en todas las ciudades de España. Ese es el paso previo necesario. Ya en febrero se 'apagarán' las frecuencias en Aragón y el País Vasco, además de algunas provincias en Andalucía, Galicia, Castilla La Mancha y Castilla y León.

El segundo paso es la subasta y entrega de esos bloques de frecuencias dentro de la banda de 700 Mhz entre las operadoras de telecomunicaciones españolas que deberán sacar la chequera. Y, según confirman desde el Ministerio de Economía, el plan es mantener el calendario que se había fijado en un primer momento: la subasta debería suceder en el entorno del próximo mes de marzo. Durará varias semanas -la que tuvo lugar en junio en Alemania se alargó durante casi dos meses- y debería estar lista en abril. El objetivo es que entre mayo y junio se completen todos los trámites burocráticos consiguientes para formalizar la entrega de todos esos activos para que se puedan planificar los primeros despliegues.

Las operadoras ya se preparan para poner sobre la mesa cientos de millones de euros. O, al menos, para asegurarlos. Los pagos serán fraccionados y flexibilizados. Así lo exigían las compañías, que también pedían al Ejecutivo que no hubiera un afán recaudatorio, para evitar que se disparara la inversión. Cada compañía prepara la estrategia a seguir, con Másmóvil casi como un convidado de piedra. Acudirá a la subasta pero sus necesidades de espectro propio son menores después de haber pactado con Orange el acuerdo de compartición de redes, que incluye también el 5G y que le permitirá reducir los desembolsos. En el caso de Alemania, donde el precio de la puja se disparó, su homólogo, Drillich, tuvo un papel clave. "Su oferta continua causó daños de 4.000 millones en toda la industria", se quejaban varias fuentes del sector en aquel mes de junio.

¿Cuánto dinero les costará a las telecos comprar los derechos de explotación de este espectro radioeléctrico público? La cantidad es hoy una incógnita, pues no se han publicado aún las condiciones de la subasta por parte del Ejecutivo, pero todo indica que será de cuatro cifras. La anterior subasta, que tuvo lugar en 2018, supuso una recaudación para las arcas del Estado de 438 millones de euros (cuatro veces el precio de salida), junto los intereses del aplazamiento del pago y la tasa por reserva de espectro. Entre todos sumaron algo más de 1.400 millones. Sólo duró seis jornadas: Vodafone pagó 198 millones; Orange, 132 millones, y Telefónica, 107.

La sombra de la china Huawei

Todo este proceso se completará bajo la sombra del incremento de las presiones de Estados Unidos a países y compañías para hacer el vacío a Huawei y no contratar con el gigante chino el despliegue de sus futuras redes 5G. No sólo ha sucedido en España -Telefónica ha anunciado su intención de eliminar progresivamente la huella de los asiáticos en la parte más sensible de sus futuras redes-, sino también en otros países europeos, como Alemania, donde hay una pugna política entre los principales partidos ante la posibilidad de una prohibición alegando problemas de seguridad nacional. 

Desde el Gobierno de España, la posición sobre la compañía china y un posible veto no ha cambiado. Fuentes oficiales de la Secretaría de Estado de Agenda Digital insisten en que su prioridad máxima es "garantizar la seguridad y la privacidad de las redes, así como la preservación de los derechos de consumidores y, por supuesto todos aquellos aspectos relacionados con la seguridad nacional". Y se limitan a insistir en que se debe buscar el "impulso a la innovación, la experimentación y el emprendimiento que permitan a nuestro país competir en igualdad de condiciones en la nueva era digital".

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