Las grandes telecos temen a un quinto operador en plena guerra de descuentos

  • Se muestran preocupados por la OPA de Zegona sobre Euskaltel y su intención de utilizar la marca Virgin para operar en el resto de España.
Francisco Arteche, consejero delegado de Euskaltel
Francisco Arteche, consejero delegado de Euskaltel

Octubre de 2016. Orange pactaba con Másmóvil la venta mayorista del acceso a su fibra óptica. El competidor móvil, construido a base de adquisiciones y a golpe de talonario, se hacía mayor… y con capacidad para hacer paquetes convergentes y competir de tú a tú con los gigantes. Desde el último trimestre de ese ejercicio hasta hoy, el sector de las telecos se ha calentado con niveles de portabilidad (y agresividad comercial) nunca vistos en los últimos años.

En plena guerra de precios, los grandes actores muestran su temor a la creación de un quinto operador a nivel nacional con Zegona (tras su consolidación como máximo accionista tras la OPA parcial lanzada) que genere una lucha aún más encarnizada en un momento clave, con la inversión de 5G en el horizonte.

La idea de Zegona, grupo británico levantado por ex ejecutivos de la operadora móvil Virgin Mobile (del grupo fundado por Richard Branson), es usar la marca Virgin a través de Euskaltel para crecer en otras regiones de España (hoy sólo presente en los mercados del norte del país), apoyándose en acuerdos mayoristas de compartición de red, como ya hiciera Másmóvil. Y es justo eso lo que hace temblar al resto de telecos, al intensificar aún más una guerra comercial que el fútbol no ha hecho más que despertar.

“El escenario se puede poner muy complicado si finalmente se crea un quinto operador nacional”, asegura un alto directivo de uno de los grandes operadores en España que prefiere mantenerse en el anonimato. Es el sentir del resto de las compañías del sector, que han ido manifestándose a favor de una consolidación, como ya ocurriera en el año 2014 y 2015 con la compra de Jazztel y Ono.

Temor de las grandes telecos

“Con este nivel de competitividad salvaje, corremos el riesgo de que no podamos seguir con el mismo tipo de inversión en los próximos años en España”. Son las palabras del consejero delegado y presidente de Vodafone en España, Antonio Coimbra, tras la presentación este martes de uno de los resultados más complicados desde que accedió al cargo en 2012. Y apostillaba: “Es un error pensar que cuantos más competidores, mejor”.

Esa misma corriente de pensamiento es la que ha expresado también la propia Orange, cuyo CEO en España, Laurent Paillassot, ha incidido en la necesidad de una consolidación que, por otra parte, no es vista con buenos ojos por el regulador europeo. En febrero, antes de que se abriera la puerta a la expansión de Euskaltel con la marca Virgin en todo el territorio nacional, el directivo galo lo dejaba claro: “Hoy hay cinco operadores en España [contando a Euskaltel] y sí… podemos tener cuatro; hay espacio para más consolidación”.

“En el segmento minorista vemos con satisfacción el impacto que está teniendo el cuarto operador y la aparición de segundas marcas del resto de operadores”, aseguraba el pasado mes de abril José María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el regulador español del sector de las telecomunicaciones. Él ve con buenos ojos que las portabilidades hayan alcanzado su récord histórico en estos dos últimos años. “De cara al futuro es importante mantener las condiciones para que la competencia siga ejerciendo disciplina sobre los precios y estímulo a la calidad y diversidad de oferta”, apostillaba.

La realidad es que, según esa visión que respalda la confirmación de un cuarto operador al margen de Telefónica, Orange y Vodafone, hay espacio para una potencial adquisición del quinto operador en España. Másmóvil ha sido siempre una de las señaladas como potencial compradora, pero no es la única. Hoy en bolsa, la operadora de origen vasco tiene una valoración en bolsa de más de 1.300 millones de euros.

Muchas piezas aún por encajar en ese nuevo puzzle en la operación de Zegona en Euskaltel. Pero mientras se trabaja en ello, desde las grandes telecos muestran su preocupación por un escenario con mayor temperatura comercial en un contexto con una fuerte competencia. Hoy la guerra de tarifas, reavivada por el fútbol y la pelea por los clientes de Vodafone, ha impactado en las cuentas de las tres grandes con caídas o estancamientos de los ingresos durante el último trimestre del año.

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