Telefónica pone en alerta a los sindicatos al plantear la movilidad de sus empleados

Álvarez-Pallete durante la junta de accionistas
Álvarez-Pallete durante la junta de accionistas
José González

Telefónica ha puesto sus cartas sobre la mesa para la negociación del nuevo convenio colectivo de sus 25.000 empleados en España. Y con este primer movimiento ha puesto en alerta a los sindicatos. Una de las medidas encendieron todas las alarmas en el comité de empresa es la movilidad geográfica. La teleco busca optimizar el reparto de los trabajadores en zonas con menos demanda. Una medida que representa una de las líneas rojas de las organizaciones. "El primer planteamiento de la empresa no es malo, sino peor", explican desde CCOO.

Esta semana han arrancado los primeros contactos tras la celebración de las elecciones sindicales, en las que UGT y CCOO lograron cinco delegados cada uno. Este martes hubo una primera reunión, en la que Telefónica planteó las líneas maestras. Lo primero tiene que ver con la plantilla: se muestran cómodos con la cifra actual de trabajadores, sin descartar ninguna medida de reducción. Hay que recordar que el anterior plan de prejubilaciones (PSI), con el que se ha adelgazado el equipo local en 6.300 empleados, se propuso en mitad de las conversaciones en 2015.

Pero la medida que ha soliviantado a los sindicatos es la de la movilidad geográfica. No es un planteamiento nuevo en el seno de la compañía, pues como aseguraban desde las organizaciones, lleva sobre la mesa desde hace más de diez convenios. Pero, en esta ocasión, la empresa lo ha puesto como pilar clave de su particular 'revolución' en la plantilla. Quieren reorganizar la plantilla para corregir desequilibrios especialmente en zonas con menor actividad y localidades más pequeñas.

Tanto CCOO como UGT, que conforman el núcleo duro del comité de empresa de las tres filiales con las que Telefónica opera en España, han alzado la voz para señalar que esa es una de las principales líneas rojas. "Es una línea roja; el primer planteamiento de la empresa no está mal, sino peor", explican desde CCOO, que tenían entre sus objetivos de mantener "garantías históricas" entre las que se encontraban la no segregación ni la movilidad geográfica forzosa.

No quieren abrir la puerta a esta reorganización. En el pasado se han aplicado algunos traslados obligados desde pequeñas localidades a capitales de provincia. Y no quieren que esto se convierta en algo masivo en los próximos años en España. "En esta negociación del convenio va a ser clave la deslocalización y el teletrabajo", explicaba hace unas semanas uno de los representantes de UGT en el comité, José Ramón Sánchez Martín.

La justificación de la compañía se centra, según explican los sindicatos, en dos factores: la virtualización y digitalización de las redes y el desmantelamiento en el próximo lustro de las centrales de cobre, que deberán ser sustituidas por fibra óptica. Ambas circunstancias harán que haya una mayor centralización del trabajo y una menor demanda de mano de obra en pequeñas localidades. Desde Telefónica no han querido marcar su posición en estos primeros pasos. Fuentes oficiales de la operadora declinaron hacer ninguna declaración a preguntas de este medio.

Poner patas arriba la plantilla

Con este planteamiento la operadora presidida por José María Álvarez-Pallete no sólo quiere asegurarse esa 'arma' de la movilidad geográfica, sino también la funcional. Es decir, poder modificar el área de trabajo de los empleados para reconvertirlos y destinarlos a otras tareas. A esto suma la intención de crear una clasificación profesional nueva. "Es darle la vuelta entera a casi todo en la plantilla y todo se justifica con la nueva realidad y la digitalización, que requiere un nuevo sistema modernizado", reconoce González.

Esta propuesta hace saltar por los aires toda la organización laboral de Telefónica en España, construida en base al convenio que ahora deben renovar y que entró en vigor en 2016. Esa dificultad para fijar las condiciones que regulen todas estas medidas hacen, según explican desde el comité, que los plazos sean muy complicados de cumplir. Este año 2019 ya se encuentran en 'ultraactividad', pues el anterior pacto estaba vigente hasta diciembre del pasado año.

Hoy jueves se celebrará la segunda reunión en la que los sindicatos mostrarán su disconformidad con el planteamiento de la empresa y pondrán encima de la mesa los pilares de su propuesta. Desde CCOO insisten en dos medidas: garantías históricas de empleo y ampliar a Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones de Informática y Comunicaciones las condiciones de trabajo que tienen los empleados de la filial corporativa, Telefónica de España. 

Junto con todos estos puntos, también se analizará el destino de los 160 empleados que superan la edad de jubilación de 65 años. Telefónica adelantó en esta primera reunión que estaría dispuesta a pactar su salida de la compañía. Sin embargo, se trata de una cifra muy pequeña respecto a los 25.000 empleados que conforman la plantilla de la operadora en España.

Esta es la primera semana de lo que va a ser un verdadero 'tira y afloja' entre la empresa y los sindicatos. Las primera cartas ofrecidas por la operadora han sorprendido (y enfadado) a los representantes de los trabajadores. Pero aún queda mucho por negociar. Este ha sido sólo el principio.

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