Telefónica alerta sobre Cataluña un día después de la sentencia del Supremo

  • El grupo eleva ante los inversores la preocupación sobre la inestabilidad catalana y sobre la "elevada fragmentación política y la falta de acuerdos".
Telefónica alerta sobre el conflicto catalán
Telefónica alerta sobre el conflicto catalán
José González

Telefónica vuelve a poner el dedo en la llaga de Cataluña. La operadora española alerta a los mercados de que la inestabilidad política de la región puede impactar de lleno en las condiciones de financiación de la economía española, dado el "calendario exigente de vencimientos" de deuda que hoy tiene sobre la mesa. Este aviso, plasmado en el folleto continuado presentado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), llega sólo un día después de la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo por el procés.

Para la teleco, Cataluña es uno de los tres focos de incertidumbre que hoy existen en España. Insiste en que la "situación política" que se vive en la región, podría tener "impacto" en los mercados financieros. Se refiere al escenario macroeconómico y el repago de la deuda pública pero también a su propia coyuntura. Entre junio de este año y finales del próximo debía hacer frente al pago de 11.000 millones de euros de deuda. Pese a todo, advierten: "La compañía tiene cubiertos esos vencimientos por encima de los próximos doce meses con la caja".

Esta alerta de la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete llega justo después de la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo del pasado lunes y es más incisiva a la que hizo en el último folleto de hace justo un año, donde remarcaba que los acontecimientos recientes contribuían a "reducir la inestabilidad". En aquella ocasión, esta alusión se incluía en el informe de gestión y no en los riesgos del folleto.

A Cataluña, suma otros dos focos de dudas. Uno relacionado con la incertidumbre sobre las políticas económicas que deberán ejecutarse por el Gobierno de España de 2020 en adelante, debido principalmente a la "elevada fragmentación política existente y a la falta de acuerdos en temas clave". Lo hace justo a las puertas de las cuartas elecciones en cuatro años, que tendrán lugar el próximo 10 de noviembre.

Por último, hace una referencia velada a la guerra comercial y cómo esta puede afectar a la economía. España es, en palabras de la propia Telefónica, uno de los países más abiertos al exterior desde el punto de vista comercial. Estar entre las economías del mundo más emisoras y receptoras de capital "hacen que cualquier situación de reversión proteccionista pueda tener implicaciones significativas".

Al margen de España, la operadora también se refiere a uno de sus mercados clave, Reino Unido, y la influencia del Brexit. Señala tres variables que podrían verse seriamente afectadas: inversión, actividad económica y empleo. La situación podría, en su opinión, empeorar dependiendo del resultado final de la salida del Reino Unido de la UE, que podría llevar a un aumento de los conflictos regulatorios y legales. 

Más competencia en Chile, Perú y México

Esos son los riesgos macroeconómicos, pero la compañía también pone el foco en los problemas vinculados al negocio y al incremento de la competencia, ala llegada de ofertas comerciales "agresivas" o la proliferación de tarifas de datos ilimitados. Y pone en la picota a tres mercados: Chile, Perú y México. Los dos últimos han sido objeto de estudio sobre una posible venta en la estrategia lanzada por el propio Álvarez-Pallete para rentabilizar todo el capital empleado.

Otra de las grandes y crecientes preocupaciones que tiene Telefónica tiene que ver con la ciberseguridad. Hoy ya constituye, al contrario que en otros años, un riesgo en sí mismo. Pese a reconocer haber adoptado una serie de medidas para evitar o mitigar estos ataques, la operadora reconoce que la potencial dureza de estos eventos haría que las pólizas de seguro que deben cubrir sus consecuencias -pérdidas de datos, interrupción del servicio...- "no podrían cubrir en su totalidad la pérdida financiera derivada de un evento individual de esta clase".

En cuanto a los riesgos vinculados a la corrupción de directivos y empleados de la empresa, reconoce que hoy coopera con autoridades gubernamentales -y lleva a cabo investigaciones internas- a propósito de solicitudes de información relacionadas con infracciones de las leyes contra la corrupción. Pese a ello, considera que una potencial sanción no afectará a su situación financiera dado su tamaño reducido.

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