Telefónica aterriza en el capital de Sctyl tras zanjar su apuesta por su rival Indra

  • La startup de voto electrónico recompra el 15% de la teleco en la 'joint-venture' que ambos tenían y le paga con acciones. Tendrá menos del 2%.
Scytl y Telefónica
Scytl y Telefónica

Telefónica aterriza en el accionariado del gran rival de Indra. La operadora se ha convertido en socio minoritario de la startup española dedicada al voto electrónico y el recuento electoral Scytl. La reorganización de la 'joint-venture' que ambos levantaron hace casi tres años le ha permitido quedarse con una participación menor del 2%. Este movimiento llega un tiempo después del fugaz paso de la teleco por la compañía presidida por Fernando Abril-Martorell.

Fue a comienzos de 2016 cuando Scytl creó una filial (Open Séneca SL) junto a Telefónica. Perseguían atacar el segmento de las consultas ciudadanas a través de la plataforma Civiciti. La startup aportó un 5% de sus activos y se quedó con el 85% de las acciones. La teleco inyectó 5 millones a través de su división de inversión Ventures y se apropió del 15% de la sociedad.

Los entresijos de la operación

Ahora dos años y medio después, Scytl ha decidido recomprar el 15% de Plataforma Civivicti SL (nuevo nombre de la compañía) a Telefónica. El valor de la compañía ronda los 35 millones de euros. ¿Cómo pagar por esa participación? Lo abonó en acciones. Consecuencia: Telefónica se ha convertido en accionista minoritario de Scytl junto a otros fondos españoles como Nauta Capital y gigantes internacionales como Vulcan, del cofundador de Microsoft, Paul Allen, o Sap Ventures, del gigante del software SAP.

La operación se formalizó a finales del año pasado, según confirman fuentes oficiales de Telefónica. El presidente de Scytl, Pere Vallés, explica a La Información que la operadora se queda con "menos del 2%" de las acciones de una compañía que en la última ronda de financiación de principios de 2017 se valoró en 360 millones de euros.

Y, ¿cómo afecta al movimiento de activos de Scytl con esa filial? La startup decidió enjugar los números rojos durante el año 2016 precisamente apuntándose la creación de la filial -y la entrega a ésta del 5% de sus activos- como una revalorización del fondo de comercio, donde se alojan sus participadas. Vallés apunta a que no hay ningún cambio y seguirá figurando como un activo con un valor de 35 millones de euros en su balance.

El porqué de la recompra hay que encontrarlo en la evolución de este negocio para Scytl. "Por un lado no tenía sentido que una parte del negocio principal estuviese fuera y por otro lado en Telefónica preferían ser accionistas de la compañía principal", incide Vallés, quien insiste en que la operadora ha sido "un socio excelente" durante este tiempo para Civiciti.

Tras la salida de Indra

El aterrizaje de la operadora llega dos años después de que ésta decidiera abandonar su fugaz aventura en el accionariado de Indra, para la que Scytl es su principal rival. La startup le arrebató, en una UTE con Tecnocom, el contrato del recuento de las elecciones de diciembre de 2015 por primera vez en la democracia. 

Telefónica sacó la chequera para comprar acciones de Indra en enero de 2015, bajo la presidencia de César Alierta. Se hizo con el 3,16% del capital social, que se sumaba a otro 3% adicional en opciones que tenía previsto ejecutar en los meses posteriores. En caso de hacerlo, ese 6% lo convertía en uno de los accionistas de referencia de Indra, junto a la propia Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) y Corporación Alba. El siguiente paso fue la salida de Javier Monzón para nombrar a Fernando Abril-Martorell como presidente.

Se barajó la posibilidad de que Telefónica ganara más peso y que, incluso, la Sepi le vendiera parte de su 20% en la compañía de ingeniería. Un año y medio después, Álvarez-Pallete ordenó la venta de las acciones. No se dio a conocer el precio de compra de las acciones... pero sí el de salida. En noviembre de 2016 formalizaba su salida con unos ingresos de 85 millones, tal y como queda reflejado en la memoria anual de la operadora.

Freno a elecciones políticas y subida en privadas

Al margen de Indra, Scytl acaba de cerrar el ejercicio 2018 con un negocio, el de las elecciones políticas, ralentizándose. "Su evolución está siendo más lenta de lo que nos gustaría; los rumores de posibles ataques de hackers en otros países ha generado miedo en los gobiernos", admite Vallés. Creció "a doble dígito bajo" y la adopción de la tecnología del voto electrónico "no ha sido la esperada en mercados nuevos".

Por contra, los comicios privados (sindicatos, partidos, organizaciones, empresas...) y las consultas ciudadanas han compensado parte de ese frenazo. Están creciendo a una velocidad más alta y desde la compañía quieren seguir potenciándolo. De ahí la recompra de la participación que Telefónica atesoraba de la filial. Una recompra que coloca a Telefónica en el accionariado del gran rival de su antiguo aliado.

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