En mercados afectados

Telefónica y A3 admiten en Bruselas que su 'plan Seattle' supera cuotas del 30%

  • Los dos grupos presentan ahora ante la Comisión Europea su 'joint venture' para producir y distribuir contenido, tras ocho meses de conversaciones.
Telefónica Atresmedia
Telefónica Atresmedia

Es conocido internamente como el 'Proyecto Seattle'. Y ahora llega a las manos de las autoridades europeas de la Competencia. La 'joint venture' de Telefónica y Atresmedia para la producción y distribución audiovisual toma forma tras meses de intensas conversaciones. En la memoria entregada en Bruselas, dentro del proceso de autorización de la fusión aprobada hace ocho meses, ambos grupos admiten que controlan conjuntamente cuotas superiores al 30% en, al menos, dos de los segmentos de mercado en los que operarán de la mano.

Tanto la teleco española como el grupo de comunicación, dueño de Antena 3 y La Sexta, pactaron el pasado mes de septiembre la creación de una nueva compañía participada por ambas partes al 50%. El objetivo que perseguían no era que ganar tamaño en el mercado y poder ofrecer sus servicios de producción y de distribución a nivel internacional, tanto a plataformas como Netflix como a operadores 'tradicionales'. Ese acuerdo de intenciones ha cristalizado ahora en este proyecto enviado a Bruselas.

En el documento entregado al regulador europeo, consultado por La Información, ambas compañías admiten que cuentan con una presencia conjunta relevante en "los dos únicos mercados que podrían considerarse como afectados" por esta operación de unión de ambos. Por un lado está el mercado de producción por encargo de contenidos. Y, por otro, el de la prestación minorista de servicios audiovisuales. Aseguran que cuentan con una cuota conjunta que supera esa barrera del 30%. Por tanto, se trataría de una posición significativa. En el informe anual del año 2019 de Atresmedia aseguraba: "A raíz de esta alianza, Atresmedia Studios -filial con la que se llevará a cabo esta fusión- se convierte en una de las principales factorías de contenidos de España".

Los entresijos del acuerdo

Esa producción por encargo de contenidos audiovisuales de lengua española sería el cometido principal de la sociedad comercializadora que ambas compañías tienen previsto crear en este 'Proyecto Seattle'. Esa sociedad será, por tanto, la principal y estará controlada al 50% por ambos. Se encargará de desarrollar "arcos argumentales" de películas y series con el objetivo de captar clientes que le encarguen la producción. Además se dedicaría a la distribución a modo de agente comercial y mayoritariamente fuera de España.

Esa sociedad no es la única que se creará. Ambos constituirán otra nueva, también con un reparto accionarial al 50%, que se dedicará directamente a la producción de series y películas en lengua española. Pero lo hará en exclusividad. Es decir, no existe ninguna posibilidad de que esta filial parte servicios de forma directa a ningún otro posible cliente. Eso sí, parte de los encargos que reciba irán destinados "a un cliente tercero" captado por la comercializadora.

Los mercados afectados obvios son los de la producción (y distribución) audiovisual y los de la prestación minorista de servicios audiovisuales -cada uno cuenta con sus propios canales en abierto y plataformas cerradas en España-. Y en estos, según admiten, superarían ese tercio de participación en los ingresos totales. Hay que recordar que Telefónica hoy controla el 56% de todos los abonados de televisión de pago (algo más de 4 millones) tras la compra del 100% de DTS (Canal+) en el año 2015, según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Esa adquisición llevó al regulador a exigir una serie de medidas para tratar de paliar la posición dominante de la operadora en este terreno. 

Pero esos dos no son los únicos mercados que 'toca' este acuerdo entre los grupos liderados por Silvio González y Emilio Gayo. Tal y como reconocen a la Comisión Europea, hay otros. También se encuentra la licencia de derechos de emisión de contenidos televisivos ya pre-producidos, donde su presencia es "insignificante" y sólo se concentrará fuera de España. También operan en otros segmentos relacionados como la comercialización mayorista de canales -en el caso de Telefónica, vinculados al fútbol-, o la publicidad en televisión.

Meses de negociaciones

Ahora queda por ver qué sucede con la autoridad de la Competencia europea. Pero lo que queda claro es que han sido meses intensos de conversaciones y negociaciones entre ambos. El acuerdo de intenciones entre ambos grupos fue comunicado el pasado 20 de septiembre. Ambos hicieron público ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pacto entre ambos. Pero no fue hasta el pasado viernes cuando se notificó el proyecto de fusión a Bruselas, tal y como reza en la comunicación oficial. En total han sido ocho meses de preparativos para tenerlo todo a punto, con el objetivo de lograr la 'luz verde' regulatoria. Hay que tener en cuenta que en este periodo se ha producido un auténtico cerrojazo durante los dos primeros meses de la pandemia del coronavirus, desde que a mediados de marzo se iniciara el confinamiento total de la población.

En esas negociaciones, tal y como adelantó La Información, se trabajó por los equipos jurídicos de ambas partes un pacto de accionistas que fuera lo más igualitario posible y que permitiera incluir una especie de 'derecho de tanteo': si es Telefónica quien no aprueba el desarrollo conjunto de una producción, Atresmedia puede acogerlo y llevarlo a cabo de manera directa con sus propios medios al margen de la 'joint venture'. Es una manera de protegerse de cara a posibles conflictos de interés en el futuro. También debatieron el reparto de los empleados y de los activos o las posibles causas para disolver la alianza.

Tanto la teleco como el grupo de medios son dos grandes actores de la escena audiovisual (y publicitaria) en España. No es fácil conocer los números concretos de ingresos que sumarían entre ambos. La filial Telefónica Audiovisual Digital, que será la que participe en esta unión, generó unos ingresos de 1.760 millones de euros durante el ejercicio 2018 -último disponible en el Registro- por la venta de contenidos a otras empresas del grupo, que son las que las distribuyen a través de los paquetes convergentes que incluyen la televisión de pago. A estos había que sumar 42,8 millones por publicidad. En el caso de Atresmedia, valoraba en más de 53 millones de euros sus programas de producción propia y en curso en ese ejercicio.

El grupo dueño de Antena 3 y La Sexta reorganizó en 2019 sus filiales, incluyendo Atresmedia Cine en Atresmedia Studios, la filial que concentra toda la producción propia. De sus entrañas han salido proyectos como las series 'La casa de papel', 'Vis a Vis' o 'Velvet' y películas como 'La isla mínima' o 'El Reino'. En el caso de Telefónica, ha ido invirtiendo más de 100 millones de euros en cada uno de los últimos años con la creación de series propias, como 'La Peste' o 'Arde Madrid'.

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