Una potencial investigación posterior

Telefónica consigue la 'luz verde' de Competencia para la compra de Oi

El regulador ha autorizado la operación en una votación muy ajustada en la que ha habido un empate, con un voto de calidad del presidente. La operadora invertirá casi 900 millones de euros.

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EFE

El regulador de la Competencia de Brasil ha autorizado con una votación muy reñida la operación de compra de los activos móviles de Oi en el país latinoamericano por Telefónica, Carlos Slim (Claro) y la antigua Telecom Italia. Se ha producido un empate a tres votos entre los consejeros, que ha sido resuelto por el voto de calidad del presidente. Se ejecutarán 'remedios' para compensar la reducción de competidores, que fueron negociados en los últimos meses. También se ha decidido que se trasladará la investigación del Ministerio Fiscal al propio organismo para el inicio de una investigación administrativa que analizará si hubo una potencial práctica anticompetitiva en la negociación del consorcio de los tres grupos.

Durante las últimas semanas ha habido un debate intenso entre los diferentes consejeros, abogados y equipos legales de todos los participantes, incluidos los rivales de Telefónica y sus socios. La discusión radicaba en los efectos que tendría esta compra de los activos móviles de Oi en el mercado brasileño de telecomunicaciones. Hay que tener en cuenta que los tres compradores ya controlan más del 80% del mercado de líneas móviles, al que se sumaría el 16% de la adquirida.

La clave que ha decantado el voto del presidente del organismo ha sido la situación económica de Oi, en concurso de acreedores desde el año 2016. Según ha asegurado en su alegato final, la no aprobación de esta operación liderada por la operadora española podría haber llevado a la compañía a la quiebra, afectando a millones de clientes. Esta posición fue refutada por algunos de los consejeros que han votado en contra. 

Esta decisión llega después de que el representante de la Fiscalía de Brasil en el regulador de la competencia, Waldir Alves, firmara la pasada semana un demoledor informe en el que llegaba a la conclusión de que existían indicios claros de una acción concertada en la constitución del consorcio. A esto hay que sumar también una práctica de lo que se conoce como 'gun jumping', es decir, la falta de notificación al organismo público de la constitución de esta alianza para su autorización previa antes de lanzar una oferta formal.

Estas duras acusaciones del Ministerio Público no van a caer en saco roto, después de las fuertes presiones de los últimos días. Según aseguró el presidente del organismo en su intervención este miércoles, se ha enviado al área técnica de la entidad una solicitud para iniciar un proceso de investigación administrativa sobre todos estos puntos. Este proceso no es vinculante, por lo que su resultado no afectará a la decisión.

Una operación clave de Telefónica

El valor total de la oferta es de 16.500 millones de reales brasileños (aproximadamente 2.684 millones de euros), incluidos 756 millones de reales brasileños correspondientes a los servicios transitorios que prestará el Grupo Oi a los compradores por un periodo de hasta 12 meses, tal y como explica Telefónica en un hecho relevante ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

La transacción era realmente importante para Telefónica, pues no sólo se produce en uno de sus cuatro mercados prioritarios, sino también porque es una de las más destacadas que aún tiene abiertas después del cierre de otras grandes como la venta de las torres de telefonía de Telxius a American Tower o la fusión del negocio británico con Virgin Media. Con el movimiento, al que la española destinará algo menos de 900 millones de euros y que le permite hacerse con 10,5 millones de clientes y 43 'megahercios' del espectro radioeléctrico, resulta clave para ganar tamaño en una plaza en la que Telefónica concentra el 16% de sus ingresos.

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