S&P rebajó un escalón en 2020

Telefónica blinda el rating al recortar deuda con 1.300 millones de Hacienda

La operadora destinará buena parte de la histórica devolución a bajar el pasivo neto, que creció ligeramente en el tercer trimestre debido al dividendo, los planes de prejubilación o las divisas.

Telefónica busca blindar el rating con la reducción de deuda a través de la devolución fiscal.
Telefónica busca blindar el rating con la reducción de deuda a través de la devolución fiscal.
L.I.

Telefónica no quiere fisuras en el 'rating' ni en el compromiso de reducir la deuda financiera. La operadora de telecomunicaciones confirma que buena parte de los 1.300 millones de euros que recibirá de la Agencia Tributaria en concepto de devolución fiscal se destinará a recortar el pasivo del grupo. El desembolso se va a contabilizar en este cuarto trimestre del año y tendrá efecto en las cuentas que se presenten en el arranque de 2023. El último retoque de las agencias fue el de S&P que recortó un escalón su calificación crediticia por el deterioro del negocio, marcado por la pandemia del coronavirus y los problemas con las divisas latinoamericanas.

Los 1.300 millones de euros vienen de uno de los litigios vinculados a la controvertida inspección fiscal correspondiente a los ejercicios comprendidos entre 2008 y 2011 del Impuesto de Sociedades. Estaban en juego los criterios de utilización de bases imponibles negativas (pérdidas) y deducciones fiscales mantenidos por Telefónica. Se dividió en dos partes. La primera llegó al Tribunal Supremo en 2018 y le dio la razón a la teleco (702 millones con 200 de interese de demora). La segunda se confirmó por el Alto Tribunal en octubre. Son 790 millones de la liquidación indebida y 526 millones de intereses. 

Esa inyección de dinero, que se completa este último trimestre del año, será como agua de mayo para el grupo presidido por José María Álvarez-Pallete, debido a que ya ha culminado buena parte de las operaciones corporativas que le permitían ingresar cantidades millonarias por la venta de activos. Las dos más relevantes que han podido reducir el abultado pasivo son la 'joint venture' con Liberty Global en Reino Unido y la 'entrega' de sus torres en Europa y Latinoamérica de Telxius a American Tower. Ambas se produjeron entre 2020 y 2021.

Tal y como reconoce la empresa a sus inversores, este reembolso de impuestos irá destinado principalmente a reducir deuda. "Tendrá reflejo durante el cuarto trimestre tanto en el flujo de caja, a través menores impuestos y pago de intereses, y en la reducción de deuda neta", aseguraba en la última presentación ante analistas. En total, según las estimaciones que han hecho públicas, el pasivo neto se situaría en los 26.700 millones (teniendo en cuenta este dinero procedente de la Agencia Tributaria y otras operaciones) frente a los 28.900 millones con los que se cerró septiembre.

Esos casi 29.000 millones de euros representaban una ligera subida en el tercer trimestre del año de algo más de 100 millones de euros, a pesar de la positiva generación de caja de 1.125 millones de euros. La razón hay que encontrarla en mayores inversiones financieras netas, la retribución al accionista, los pagos de los planes de prejubilaciones y otros factores como el mayor valor en euros de la deuda neta en otras divisas. En el mismo periodo de 2019 se situaba por encima de los 38.000 millones. Las operaciones de O2 y Telxius fueron claves.

Ante un momento de incertidumbre por los tipos de interés, la teleco quiere proteger un rating que se mantiene sin cambios en Moody´s y Fitch desde 2016 y en S&P desde 2020

Ambas transacciones implicaban una reducción del perímetro y del tamaño de la empresa y, por ende, del resultado bruto de explotación (Ebitda). En 2019, la ratio de este Ebitda sobre deuda era de 2,46 veces. En septiembre de 2022 era de 2,79. Si se contabilizara precisamente la devolución de Hacienda y el resto de operaciones 'post-cierre' del tercer trimestre esa ratio se situaría en 2,52. En un momento en el que la elevación de los tipos de interés generan cierta inquietud, la compañía busca mantener estable el 'rating'. El de Moody´s y Fitch se mantiene sin modificación desde 2016. El de S&P se recortó un escalón en el mes de noviembre de 2020 básicamente por el golpe de la pandemia de la Covid.

Mientras tanto, desde el departamento financiero dirigido por Laura Abasolo también se batalla por gestionar la deuda en un momento como el actual. Una de las claves y por la que fue preguntada por analistas en la última presentación tiene que ver con los híbridos. Los bonos híbridos son, como reconocía la ejecutiva, "más caros" que la deuda ordinaria. Tienen un componente del 50% de deuda y del 50% del capital, lo que mejora la fotografía precisamente de cara a las agencias de calificación. El coste es del 3,56% y se ha reducido mucho en los últimos años.

La teleco ha defendido en las últimas ocasiones frente a los grandes inversores su posición financiera frente a un incremento progresivo de los tipos. Abasolo insiste en que la deuda a tipo fijo representa prácticamente tres cuartas partes del total, con una edad media de 13 años. La posición de liquidez del grupo a cierre del último trimestre era de algo más de 22.000 millones, lo que les permitía cubrir los vencimientos financieros de los próximos tres años. Con las compras de los activos de Oi en Brasil y de dos startups tecnológicas en Reino Unido y Alemania (Be-Terna e Increméntalas) ya completadas, buscan rebajar más la deuda con la  nueva devolución fiscal.

Mostrar comentarios