Fin de curso con el consejo

Telefónica cambia el chip y se sitúa en  'modo compra' con Latam en el foco       

La venta del 45% de la fibra rural a Vauban y Crédit Agriole es el último movimiento de tres años frenéticos. Las potenciales transacciones en Hispam, junto con la compra de TalkTalk en UK, son pasos en esta fase.

José María Álvarez Pallete
José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica.
CONTACTO vía Europa Press

Telefónica quiere cambiar el 'chip'. Tres años frenéticos de ventas milmillonarias dan paso a una nueva etapa compradora. La colocación por algo más de 1.000 millones de euros del 45% de la fibra rural en España es la culminación de un plan de enajenaciones. Ahora, la negociación de la compra en Reino Unido del operador fijo TalkTalk y potenciales transacciones en Latinoamérica, donde se busca dar un impulso tras frenar el drenaje de recursos con más deuda en moneda local, son los signos de este giro en la estrategia. El grupo reúne hoy al consejo de administración para dar luz verde a los resultados correspondientes al primer semestre y poner broche a este 'curso vendedor'.

Noviembre de 2019. Después de un verano negro para la acción, la teleco lanzaba un plan de acción. Era el comienzo de la carrera de ventas. La primera fue la fusión del negocio británico con Liberty Media que permitió ingresar 6.500 millones de 'dividendo'. Luego llegó la 'joint venture' con Allianz en Alemania para exprimir parte de su red de fibra en zonas rurales, que fue modelo para el resto de operaciones similares que se suscribieron en Brasil (con CDPQ) o en Colombia (KKR). Y finalmente se pactó la venta del paquete de mejores torres de telefonía, en manos de Telxius, a American Tower por 7.700 millones. En esta carrera se ha descartado 'malvender' activos en Latinoamérica o de redes como el cable submarino. Ha servido para intentar demostrar algo que se venía defendiendo en el sector de las telecomunicaciones: las partes (los activos y redes) valen más que el todo (el holding a través de su cotización).

El objetivo era aligerar el balance, especialmente cargado de deuda financiera tras años de expansión. Entre aquel mes de noviembre de 2019 hasta el pasado mes de marzo, último con datos disponibles, la deuda neta financiera ha pasado de 37.800 a 27.450 millones de euros. Eso sí, a cambio el perímetro se ha empequeñecido (se decidió precisamente por el pasivo no consolidar el 50% de la fusionada en Reino Unido). Entre enero y marzo de este año se registraron 9.400 millones de euros frente a los 11.900 millones del mismo periodo de 2019. Este fuerte recorte de la deuda y el éxito de estas transacciones le valieron a la cúpula directiva para repartirse un bonus extraordinario de más de 22 millones.

Con todo esto bajo el brazo, la operadora española busca cambiar el 'chip' y colocarse en posición compradora después de más de dos años y medio de maratón de ventas, según explican fuentes del sector. Latinoamérica es una de las áreas clave. En aquel noviembre de 2019 se dejó fuera de las geografías prioritarias (España, Alemania, Brasil y Reino Unido). Se ejecutó un 'spin off' y se intentó completar la venta de mercados concretos. Pese a los esfuerzos con Argentina o Colombia, sólo se logró 'entregar' Centroamérica, aunque con dificultad y en varias fases. La caída en las valoraciones era uno de los motivos. Ahora se busca potenciar este área reagrupándola y no se descarta poner en marcha alguna adquisición para ganar tamaño o para participar en la consolidación de estos mercados.

 Abasolo defendió que buscan maximizar el valor de Latam "vía crecimiento y  transacciones corporativas". Ahora no se descarta un reagrupamiento de los negocios en toda la región

La situación macroeconómica en la región latinoamericana se ha mantenido bajo control. La denominación de deuda en moneda local, para estar más protegido ante los vaivenes de las divisas, ha tenido un efecto importante en la cuenta de resultados del grupo en la zona. La responsable financiera del grupo y gran artífice de todos estos cambios, Laura Abasolo, dejó claro en la última presentación de resultados que tras esta estabilización da más "opcionalidad". "Hispam ya no está consumiendo recursos de gestión y financieros y creo que eso nos da una buena opcionalidad; seguimos comprometidos a modular la exposición a la región, pero mientras estamos creando las condiciones para maximizar su valor vía crecimiento, consolidación y potenciales transacciones corporativas", apuntó.

Al margen de Latinoamérica, otro de los movimientos relevantes más allá de la compra oportunista de los activos de Oi en Brasil, es el de TalkTalk. Habida cuenta del proceso de venta en el que está inmerso el operador fijo británico, Virgin Media O2, la joint venture con Liberty, mantiene conversaciones con sus dueños para la adquisición en una oferta inicial de unos 3.000 millones de libras (unos 3.500 millones de euros). Esta incorporación le permitiría ganar tamaño y, sobre todo, acelerar la expansión de la infraestructura fija que se había diseñado por el grupo.

La otra área donde se ha percibido este giro es en la división tecnológica (Telefónica Tech) donde ha ejecutado dos adquisiciones relevantes en lo que va de año y que ahora toca digerir e integrar todos los equipos. Una de ellas fue en Reino Unido, con la incorporación de Incremental por 209 millones de euros. La otra el pasado mes de mayo tras sumar a la alemana BE-Terna. Ambas están especializadas en servicios de Microsoft. Se analizan más transacciones para reforzar otra áreas de cara al futuro a medio plazo, aunque de menor tamaño.

Con todo este balance de curso la compañía reúne al consejo de administración que hará las veces de broche final a este curso y para aprobar las cuentas de resultados del segundo trimestre del año. Las acciones llegan un 15% por encima del nivel con el que arrancó este año. El consenso del mercado esperan que se registren unos ingresos de prácticamente 9.600 millones de euros, con un resultado bruto (Oibda) de 3.040 millones y un beneficio neto de 366 millones. Estas últimas cifras no son comparables con las del año pasado, pues en este último se incluían lo obtenido precisamente en operaciones corporativas como la fusión con Liberty en Reino Unido . La deuda neta se situaría, según el promedio de las previsiones de analistas, ligeramente por debajo de los 29.000 millones.

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