Telefónica quiere acelerar los trámites para rentabilizar su particular 'joya' tecnológica. Después de dos meses de cierto parón por el coronavirus, la dirección de la compañía ha retomado los contactos con los empleados para apuntalar definitivamente la organización antes de dar entrada a nuevos socios. La nueva división de servicios digitales como 'big data' o ciberseguridad para empresas contará con unos 600 trabajadores radicados en España y varios cientos de las diferentes filiales extranjeras, según explican fuentes conocedoras. Pese a este intento por acortar plazos, los retrasos en los trámites en el Registro Mercantil podrían afectar a la reorganización societaria y de activos que implica el levantamiento de este nuevo holding 'independiente'.
Cuando el presidente del grupo, José María Álvarez-Pallete, presentó en noviembre su plan de acción, colocó como uno de sus grandes activos todos estos servicios digitales avanzados. En las cinco grandes medidas incluyó esa: dar entidad propia a esta división, con el objetivo de abrirse a otros socios industriales o a fondos para así poder rentabilizarlo y hacerlo crecer. "Su gran potencial de futuro servirá, además, para seguir atrayendo nuevo talento tecnológico y posibles socios", aseguró el primer ejecutivo, quien insistió en que cada uno de los tres negocios de Tech suponen "unicornios en sí mismos". Es decir, compañías de base tecnológica que valen más de 1.000 millones de euros.
Esta decisión implica cambios importantes en la estructura. Básicamente hoy todos estos servicios se ofrecen por empleados que pertenecen a diferentes filiales y unidades de negocio. Ahora, con esta estructura será el 'holding' Telefónica Tech quien controle directamente ese negocio y también todos los empleados. Este último aspecto es determinante para darle forma y durante los dos últimos meses ha habido una cierta ralentización de las gestiones, también por las restricciones para las gestiones mercantiles en las empresas. Por eso, en la última quincena ha habido un llamamiento para agilizar todos los trámites.
Y dicho y hecho. Según ha podido saber La Información, se ha contactado con empleados de las filiales especializadas (Telefónica I+D, Telefónica Digital España o Telefónica Ingeniería y Seguridad) y con las tres grandes españolas (Telefónica de España, Móviles y Soluciones). El fin es completar cuanto antes todas las transferencias de equipos al nuevo holding. Unas transferencias delicadas en el caso de las tres principales, pues deberán mantener las condiciones que ya tenían anteriormente en base al convenio colectivo general, tal y como se comprometió la dirección. ¿Y el resto? Deberá haber una negociación con los empleados.
Cambios societarios, algo más retrasados
En paralelo, quedan por finiquitar todos los cambios societarios. Antes de que estallara la crisis del coronavirus y las restricciones por el confinamiento, el grupo español llevó a cabo algunas gestiones importantes. Por un lado, la creación de la sociedad Toxa Telco Holding, que contaba con dos administradores claves para Tech: su consejero delegado, José Cerdán, y el 'número 2', Antonio Martí. Aún no queda claro qué negocio acogerá esta filial. Por otra parte, también se aprobó a mediados de febrero la constitución de la filial de ciberseguridad, que se basa en una escisión de la histórica filial Telefónica Ingeniería de Seguridad.
Por último y más importante, la empresa dio luz verde el 20 de marzo, justo antes de que se decretara el confinamiento, a la creación de la sociedad que hará las veces de holding de Tech. Surge de otra filial histórica del grupo Comet Compañía Española de Tecnología, constituida a mediados de los 80. En esa fecha se transformó a una sociedad de responsabilidad limitada y cambió su denominación por Telefónica Tech SL. ¿Y quién se ha quedado al frente? Salieron los anteriores administradores y se incorporó José Cerdán, uno de los directivos que, claramente, sale reforzado de esta 'Nueva Telefónica'. En este nuevo cometido estará acompañado de Pedro Pablo Pérez, Gonzalo Martín-Villa y Hugo de los Santos, para dirigir las áreas de ciberseguridad, Internet de las Cosas/Big Data y nube, respectivamente.
Pese a todo aún quedan trabajos relacionados con lo que se conoce como 'carve out', es decir, el proceso para llevar a cabo la escisión de todos los activos, ingresos, costes vinculados para alojarlos en este nuevo holding, según ha podido saber La Información. Todas estas tareas implican también trámites jurídicos y societarios para los que los plazos están prácticamente suspendidos. Y es por eso que la filial de ciberseguridad, que empezó antes con toda la reorganización, va algo más adelantada que las otras dos. Este parón afectará, con toda probabilidad, a los plazos previstos en un principio.
Con todo, la maquinaria sigue trabajando en busca de uno o varios socios para que se haga con una participación minoritaria en la división. A principios de años se contrató a Morgan Stanley para ese rastreo del mercado. Y, según confirmaron diversas fuentes, los trabajos con diferentes fondos y proveedores de servicios tecnológicos han continuado, aunque aún no han fructificado en un acuerdo. Lo ideal para la cúpula de la teleco es poder ofrecer avances significativos o, incluso, un primer acuerdo el próximo 12 de junio, en el marco de la junta general de accionistas. Sin embargo, el reto de completar toda la reorganización societaria hace muy complicado que eso suceda, según reconocen diversas fuentes.
Más de 460 millones de ingresos
El primer trimestre de este año es el primero en el que la compañía ha ofrecido un reporte individual para esta división tecnológica. Entre enero y marzo, la operadora ingresó un total de 462 millones de euros por estos servicios avanzados, lo que supone un crecimiento de casi el 20% respecto al año anterior mientras que las ventas globales a empresas se estancaron. El plan de la operadora es seguir manteniendo el control sobre la división, pese a la entrada de un socio externo. Quieren seguir consolidándolo en el grupo, para apuntarse todas esas ventas y esos activos, a diferencia de la 'joint-venture' acordada con Liberty Global en Reino Unido, que se hará con una modalidad en la que no se incorporará al balance de todo el grupo (ni el activo ni el pasivo) y sólo se participará de los beneficios netos y también de los dividendos.
Con el objetivo de hacer atractiva la división Tech ante potenciales inversores, Álvarez-Pallete y su equipo han impuesto objetivos de crecimiento bastante ambiciosos. Con estas tres patas de negocio pretende sumar 2.000 millones de euros más de ingresos adicionales entre 2019 y 2022, según admitió en la presentación de la 'Nueva Telefónica' y reafirmó en el balance anual del pasado ejercicio. Es decir, se trataría de arrancar unos 660 millones más cada año de media. En el año 2019, justo el último antes de que entre en vigor ese previsión, apenas se sumaron casi 300 millones entre las tres. "Entre las implicaciones de la pandemia se observa la necesidad de incrementar el teletrabajo y el acceso en remoto a la información por internet", defendía la empresa en el último informe de resultados, donde insistía en las consecuencias: la necesidad de implantar más soluciones de ciberseguridad ante los ciberataques, y la contratación de más capacidad para mover capacidades a la nube y acelerar su digitalización".
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