Telefónica se lanza a rentabilizar la fibra en España. La operadora de telecomunicaciones ha anunciado hoy la creación de lo que se conoce como FibreCo, es decir, una empresa especializada en la gestión de esta infraestructura de conectividad. Se centrará en zonas rurales, con baja densidad de población. Y aspira a alcanzar un total de 5 millones de hogares. El objetivo con este tipo de transacciones, que el grupo ya ha probado en otros mercados como el alemán o el latinoamericano, es introducir a un inversor externo para cristalizar ese valor y también compartir las inversiones futuras.
En los últimos trimestres, tanto la responsable financiera, Laura Abasolo, como el consejero delegado, Ángel Vilá, han repetido una y otra vez ante los analistas la "opcionalidad" que le daba al grupo el activo de la fibra en España, la más extensa en toda Europa. Sin embargo, descartaron en un primer momento la venta parcial de este activo con la entrada de un inversor externo que adquiriera una participación minoritaria. A finales de 2021 sí que se intensificaron las gestiones. Ahora plantean una fórmula ya utilizada en otros países, aunque limitada a estas zonas rurales y descartando, al menos por ahora, abordar una venta parcial de toda la fibra en España.
Vilá se encargará de ofrecer más datos a los analistas en la presentación de los resultados del año fiscal 2021. Sólo ha avanzado que esta 'FibreCo', nombre con el que se conoce este tipo de compañías especializadas en gestión de fibra, estará focalizada en áreas de baja densidad. Y que busca superar los 5 millones de unidades inmobiliarias en los próximos tres años, tanto de las ya construidas como de las nuevas que se vayan a desplegar con fondos europeos y subsidios. Hay que tener en cuenta que la operadora en España hoy cuenta con 26,9 millones en total. Es decir, se trataría de en torno al 20% de las que hoy tiene desplegadas.
Como ha sucedido en otras ocasiones, Telefónica abrirá esta sociedad a una participación minoritaria "importante" a posibles inversores, tal y como reconoce en el hecho relevante de hoy. No perderá el control sobre la sociedad. El objetivo es exprimir el valor de estos activos, que se ha disparado en los últimos dos años ante el 'boom' inversor de los fondos de infraestructuras en todo el mundo.
Esta nueva sociedad se gestionará a través de Telefónica Infra, la división de infraestructuras en la que están alojadas las participaciones de la operadora en las 'joint ventures' creadas con socios financieros en otros países para la gestión de la fibra además del cable submarino de Telxius. Lo lógico es que esté en marcha a lo largo de este año 2022, aunque no ha aportado más calendario, ni potenciales plusvalías.
"Hemos estado analizando las diferentes opciones y se estaba entre algo muy grande o algo muy enfocado y nos hemos decantado por lo segundo", ha explicado el consejero delegado, Ángel Vilá, quien ha apuntado que la mitad de esos 5 millones de unidades inmobiliarias se aportarán a la nueva compañía por Telefónica, pues ya están construidas (lo que se conoce como 'brownfield'). Y la otra mitad serán unidades que se desplegarán con la ayuda del nuevo socio. Aún no se han mantenido negociaciones y se iniciará un proceso formal ahora.
Desde la teleco insisten en que, dado que se incorporará con esas unidades ya desplegadas, contará con generación de caja propia que permitirá al socio que llegue poder apalancarse. El vehículo seguirá consolidando dentro del grupo Telefónica. Una parte de las acciones en manos de la compañía presidida por Álvarez-Pallete estarán en Telefónica España y otra en la división de infraestructuras Infra.
Otros casos
La propia Telefónica ha creado varias 'joint ventures' de fibra en el pasado, aunque con fines algo diferentes. Por ejemplo, en el año 2020 se alcanzó un acuerdo con el grupo asegurador Allianz para crear una alianza en Alemania en la que cada uno ostenta el 50% con un modelo de co-control para convertirse en un operador mayorista neutral y desplegar redes locales en zonas rurales y semirrurales del país con baja cobertura.
En territorio latinoamericano se han creado alianzas muy similares, aunque con la pérdida de control en algunos casos. Es lo sucedido en Colombia, donde vendió la mayoría de una sociedad conjunta con KKR donde controlaba el 60% -recibió 176 millones de euros a cambio-. La valoración implícita era de un múltiplo de unas 20 veces el resultado bruto de explotación (Ebitda), reflejando claramente el afán inversor en este tipo de compañías de cara al futuro.
En los últimos tres años se ha vivido un auténtico 'boom' inversor con la fibra óptica en España, creando diferentes operadores neutros e incrementando la competencia para Telefónica, gran dominador en esta infraestructura y arrendador como operador mayorista regulado. Se encuentra el caso de Lyntia, antigua Ufinet (surgida de la unión de Gas Natural y Unión Fenosa) que controla la gestora Antin Infraestructure Partners y que trabaja en su venta por más de 3.000 millones de euros. El otro gran nombre es Onivia, que surge de la venta de 940.000 unidades inmobiliarias desplegadas por parte de Másmóvil y adquiridas por las gestoras especializadas Macquiarie Capital, Aberdeen Standard Investments y Daiwa Corporate Investmenta.
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