15.000 millones de valor

Telefónica estudia vender parte de su red de fibra en España a un inversor

La operadora analiza la entrada de un socio con la que hacer líquida parte del activo e invertir en un mayor crecimiento en el futuro, tras la fuerte reducción de deuda ejecutada en los dos últimos años.

Álvarez Pallete Telefónica
Álvarez Pallete, presidente de Telefónica.
Europa Press

Telefónica estudia opciones para dar entrada a un socio inversor en su red de fibra en España. La operadora analiza la venta de una participación minoritaria en la que es 'la joya de la corona' de sus infraestructuras de conectividad. Con esta transacción, cuya planificación se encontraría en una fase muy inicial, podría ganar liquidez para invertir en crecimiento, después de la fuerte reducción de deuda ejecutada en los dos últimos años con la colocación de sus torres de telecomunicaciones a ATC y la fusión de su negocio británico con Virgin.

Los primeros contactos, desvelados por Bloomberg, ya se están produciendo por lo que la firma de la operación podría tener lugar a lo largo del próximo año 2022. Las valoraciones que se están manejando, según apunta la agencia estadounidense, rondarían los 15.000 millones de euros, por lo que la entrada con una participación minoritaria podría reportar una liquidez muy significativa. Desde el grupo declinan hacer cualquier comentario.

Desde hace varios años, la venta de parte de la fibra en España ha estado sobre la mesa. Ya el pasado mes de noviembre, el consejero delegado del grupo, Ángel Vilá, aseguró ante los analistas que esta infraestructura es "una herramienta muy valiosa que nos da muchas opciones". Sin embargo, en el siguiente encuentro para presentar resultados el 'número 2' aseguró que se trataba de un "activo estratégico que, probablemente, no esté reflejado en nuestra valoración y que nos podría dar una opcionalidad". La traducción: "Lo  que se debe esperar es que continuemos explorando formas eficientes de implementar fibra". En estos activos, la teleco ha invertido varios miles de millones desde que se iniciaran las primeras instalaciones en el año 2012.

Esta transacción sería diferente respecto a las que se han ido cerrando en países como Chile o Alemania y la que se está negociando en Reino Unido. En esos mercados, Telefónica busca un socio financiero o industrial para que no sólo inyecte liquidez en su balance, sino para que se reparta el esfuerzo para el despliegue. A cambio, el fondo o el grupo industrial participa de una rentabilidad garantizada durante décadas con una infraestructura clave para la conectividad futura -el 5G también necesita de la fibra para su 'transporte'-. En el caso español, la extensión está bastante avanzada y apenas quedaría un 25% de los hogares. Por tanto, el fin último es 'cristalizar' ese valor para reinvertirlo en otros negocios.

"Es una situación bastante diferente; en el mercado español no tenemos la penetración insuficiente que tenemos en otros mercados", aseguraba Vilá. Hoy el grupo presidido por Álvarez-Pallete cuenta con acuerdos mayoristas regulados con operadores como Másmóvil (y la recién adquirida Euskaltel) o la rumana Digi, que pagan por el alquiler de esa infraestructura para ofrecérsela a sus clientes finales.

Con las operaciones de Telxius y O2 en Reino Unido, Telefónica ha tratado de poner fin a las desinversiones importantes de infraestructuras para adelgazar el importante endeudamiento de la empresa. Con esas dos se recortó el pasivo neto en 8.400 millones de euros. Por tanto, todo apunta a que lo recibido por la participación minoritario en la fibra, en caso de que finalmente las negociaciones lleguen a buen puerto, iría destinado principalmente al crecimiento del negocio. Ya el pasado verano anunció la primera gran adquisición -más allá de los activos de móvil de Oi en Brasil- como fue la compra de Cancom, firma especializada en la nube, por casi 400 millones.

Las ventas de activos

Todos estos movimientos llegan desde el convencimiento del equipo directivo de Telefónica de que los activos de la operadora por separado son mucho más valiosos que el 'precio' que le pone el mercado al grupo a través de la cotización de las acciones. En este sentido, ante los analistas han vuelto a defender que cuenta con un balance de más de 100.000 millones de euros, lo que le da una capacidad 'extra' a la empresa de generar caja a través de la venta a terceros.

En esta estrategia, se ha ralentizado la negociación para la venta del cable submarino que aún está bajo el paraguas de Telxius, tras la enajenación de las torres a American Tower. La operadora analizó las primeras aproximaciones antes del verano de algunos de los grandes fondos de inversión especializados en infraestructuras, aunque aún no se ha tomado una decisión final. Se plantearon valoraciones cercanas a los 1.500 millones.

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