Telefónica hace caja: vende dos de sus cuatro aviones por más de 17 millones

  • La 'teleco' coloca dos de las aeronaves que tenía en venta desde hace años. Finalmente, en 2017 los vendió a una firma austríaca y a Antonio Banderas.
Aviones Telefónica
Aviones Telefónica

Telefónica hace caja con sus aviones. La firma de telecomunicaciones española ha vendido dos de las cuatro aeronaves con las que contaba para los viajes de su cúpula. Con sendas operaciones, firmadas a lo largo del pasado ejercicio tras años con el cartel de ‘se vende’ colgado, logra unos ingresos de 17 millones de euros. Una empresa del actor español Antonio Banderas y otra austríaca son los compradores.

La ‘teleco’ presidida por José María Álvarez-Pallete era una de las compañías del Ibex con una flota más amplia de jets privados. Hasta ahora contaba con cuatro aviones, que eran gestionados por la sociedad Lotca Servicios Integrales SL, controlada al 100% por Telefónica. En 2012, la empresa inició un plan para tratar de reducir esa cantidad a la mitad y, por tanto, recortar los costes que le supone anualmente el mantenimiento y el esfuerzo financiero para tenerlos en el activo con deterioros continuos. No lo ha conseguido hasta cinco años después.

Una venta a una empresa austríaca

El último que ‘colocó’ es uno de los modelos G-550, con espacio para hasta 19 pasajeros (y la capacidad de volar 12.500 kilómetros y 12 horas sin necesidad de efectuar una escala) y fabricado por la compañía Gulfstream. En 2014 se puso a la venta, para retirarlo un año más tarde “pues el acuerdo de venta firmado no se llevó a cabo”. En 2016 volvió a colgar el cartel de ‘se vende’. Y en septiembre de 2017, según la memoria recién presentada de Lotca Servicios en el Registro, lo 'entregó' por 15,5 millones de dólares (13 millones de euros al cambio de esa fecha).

El comprador es la sociedad austríaca Ecitation GMBH. ¿Y el precio? El precio final ha sido inferior al que se fijó en un primer momento. En 2014, cuando estuvo por primera vez a la venta, tenía un valor de 21,2 millones. El continuo deterioro de una aeronave como esta es la clave.

El más pequeño, para Antonio Banderas

La otra venta ha supuesto un enorme esfuerzo de años de gestiones. La teleco firmaba en 2012 con una empresa un contrato para la puesta en el mercado de un avión Gulfstream G200, que hoy ya no se comercializa y que tenía una capacidad de 8 pasajeros y un alcance sin escalas de 6.300 kilómetros. El valor neto en ese momento era de 7,8 millones de euros, lo que ya suponía un recorte considerable de 1,3 millones “para equipararlo al precio de venta que aeronaves similares están alcanzando en el mercado de segunda mano”.

¿El comprador? La sociedad es desconocida: Alce 2005 SL. Pero detrás de ese nombre se encuentra Francisco Javier Domínguez Bandera, hermano del conocido actor malagueño Antonio Banderas. Es quien gestiona su patrimonio. La compañía se rascó el bolsillo y pagó 4,3 millones de dólares, que al cambio de esa fecha supone unos 4 millones de euros.

El G-650 de Telefónica, arrendado a Gestair.
Imagen de un G-650, el modelo de Telefónica arrendado a Gestair. / Gulfstream

Con todo, Telefónica mantiene otros dos aviones en su particular flota. Tras las diferentes ventas que se han ido produciendo y algunas renovaciones, se queda con dos aeronaves: otra del modelo G-550, además del vendido a la empresa austríaca, y uno del G-650. Este último, uno de los más avanzados de los fabricados por la empresa Gulfstream y con espacio también para 19 pasajeros y un alcance máximo de casi 13.000 kilómetros sin escalas con dos sistemas de comunicaciones satelitales multicanales, fue encargado en el año 2008. Su adquisición supuso un desembolso de la ‘teleco’ de 51,6 millones de euros.

Sanción de 2 millones de Hacienda

Al margen de las dos operaciones de venta, Telefónica ha sido obligada por el Tribunal Supremo a pagar más de 3 millones de euros a Hacienda después de una inspección que tuvo lugar hace ahora una década por la compra de uno de los aviones, según confirma en su memoria.

El caso viene del año 2007. La Dependencia Regional de Aduanas e Impuestos Especiales de Madrid inició una investigación sobre el Impuesto Especial Sobre Determinados Medios de Transporte de los ejercicios entre 2003 y 2006. ¿El resultado? Una deuda a ingresar de 2,5 millones de euros. La razón: la explotación del avión la hacía Telefónica, aunque fuera mediante un arrendamiento a la sociedad Gestair. Por tanto, no podía tener una exención fiscal para estos gastos.

La sociedad Lotca Servicios cerró el año 2017 con unos ingresos de 6,1 millones de euros -del alquiler de ese avión- con unas pérdidas netas de 14,3 millones.

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