Tras la prórroga del convenio

Telefónica negociará en octubre con los sindicatos la subida salarial en España

La operadora deberá pactar el incremento de más de 18.000 empleados en pleno debate sobre el 'pacto de rentas' y la posibilidad de incluir cláusulas de salvaguardas.

El presidente de Telefónica España, Emilio Gayo
El presidente de Telefónica España, Emilio Gayo
EFE

Telefónica dejará pasar el verano para afrontar una delicada negociación con los sindicatos. La operadora de telecomunicaciones española se sentará con las organizaciones sociales en octubre para pactar la subida salarial para los más de 18.000 empleados que conforman el núcleo duro de su plantilla bajo las tres principales filiales. Lo hace en pleno debate sobre el llamado 'pacto de rentas' y la posibilidad de acordar incrementos por debajo de un IPC que en los últimos meses ha estado completamente desbocado por la evolución de la energía. El grupo ya ha pactado con empleados de otras filiales relevantes pagas extra compensatorias.

Hace algo más de seis meses, y tras una negociación algo más dura de lo habitual, la operadora y los sindicatos pactaron antes de la pasada Navidad una nueva ampliación del convenio colectivo hasta finales de 2023, con la inclusión de un nuevo plan de bajas (PSI) para algo más de 2.000 empleados. Tras ese pacto, fijaba que a finales de este año se debía hacer el examen del poder adquisitivo para reajustar los salarios al alza. No se planteaba una fecha concreta, pero según explican fuentes sindicales se maneja la fecha del mes de octubre para sentarse.

Esto va a permitir a Telefónica tener algo más de tiempo y margen para confirmar tendencias y si las medidas ejecutadas por el Gobierno pueden tener efecto para una potencial reducción. Hay que tener en cuenta que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó este mismo miércoles el dato definitivo correspondiente al mes de junio, cuando subió un 1,9% sobre el mes anterior y disparó su tasa interanual hasta el 10,2%, su nivel más alto desde abril de 1985. La razón: la subida de precios de los carburantes, la electricidad o la cesta de la compra.

Hay una cláusula concreta en el convenio para fijar esa subida salarial. Si al final del año el IPC acumulado desde 2019 fuera superior a los incrementos pactados por convenio para ese periodo, ambas partes se comprometen a revisar las tasas salariales con efectos a partir del 1 de enero de 2023 "para garantizar que no se produzca pérdida del poder adquisitivo". La inflación acumulada de 2022 fue de más del 6%, según datos del INE. El incremento salarial pactado desde 2019 fue del 1,5%. Esto implicaría un ajuste al alza significativo, con un desembolso millonario a partir de 2023. Esta cifra 'se comería' una parte importante los ahorros de más de 200 millones de euros que se esperaban registrar después de la digestión del plan de salidas.

Queda por ver cuál puede ser la actitud de ambas partes en esta negociación. En estas semanas se está manteniendo conversaciones entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos para alcanzar un pacto de rentas global con el que repartir el coste de la inflación entre ambas partes. Pese a las presiones para llegar a un acuerdo, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, consideró esta semana que no sería "realista" pensar que se va a cerrar antes del próximo otoño. Por tanto, tiene visos de que se llegará al momento de las conversaciones de Telefónica sin esa alianza suscrita.

La potencial subida salarial podría implicar un desembolso millonario y se 'comería' parte de los ahorros por el plan de bajas incentivadas

La subida salarial afectará a una plantilla de unos 18.000 empleados en España, que forman parte de ese convenio colectivo. Se trata de los que están englobados en las tres principales filiales: Telefónica de España, Móviles y Soluciones de Informática. Pese al progresivo recorte vivido en los últimos años tras los diferentes planes de bajas, sigue siendo uno de los equipos más nutridos de la gran empresa española. Santander o BBVA cuentan con 28.000 o 25.000, respectivamente.

Más allá del potencial incremento que se acuerde en la negociación de octubre, en Telefónica se han tratado de tomar otras medidas al margen de las tres grandes filiales para paliar el efecto del IPC en las nóminas. La teleco pactó con los sindicatos el desembolso de una paga compensatoria del 1% para la sociedad Global Business Units, que cuenta con una plantilla de unos 6.000 empleados en España. Por otra parte, el proyecto piloto para reducir la jornada a 4 días podía suponer un ahorro, pues implicaba la reducción del salario pese a la bonificación planteada por el grupo. Sin embargo, apenas 200 empleados se han adscrito hasta el final del presente año.

En el sector de las telecomunicaciones, la de Telefónica va a ser la negociación más destacada para el IPC. Tanto Orange como Vodafone no tienen a la mayoría de sus empleados con indexación de salarios al IPC. En el caso de la francesa, según explican fuentes sindicales, la vinculación la tiene sólo una parte reducida de la plantilla -los que cobran menos de 35.000 euros brutos anuales-. En el caso de los británicos, no hay ningún grupo con esta ventaja y además tienen los incrementos vinculados al cumplimiento de objetivos comerciales y de negocio.

Al margen de los salarios, las telecos tienen otro dilema con la fuerte subida de los precios y, por ende, de sus costes operativos (especialmente por la evolución de la energía). Al contrario de lo que ocurre en otros mercados como el británico, las tarifas no están atadas al IPC. Por ello tienen la opción de no incrementarlas para tratar de competir en un momento especialmente álgido y con una potenciación del bajo coste. Muchos de los analistas señalan que el margen para subidas en los próximos meses será muy limitado.

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